Ahora tengo 50 años, soy casado, y me ha pasado varias veces que despierto con una erección fuerte y con una sensación divina en mi culo, que no aguanto más tomo la crema y comienzo a meter mis dedos en mi culo, en la posición que más rápido me permite alcanzar un orgasmo prostático tan divino, hasta que exploto de placer bañado en leche y gritando de un placer tan maravilloso que me hace sentir en las nubes, en el cielo. Lo bueno, es que siempre me ha sucedido cuando a mi esposa le toca salir o dormir en casa de su madre. Desde pequeño sentí curiosidad y estimulaba mi culo. Recuerdo que en una oportunidad cuando trataba de subir un poste de luz utilizando mis piernas sentí un cosquilleo delicioso en mi culo. Luego a medida que fui creciendo fui explorando sensaciones y comencé a estimular mi culo cuando me acostaba o me bañaba. No me consideraba gay o bisexual, a pesar de que en dos oportunidades me cogieron rico y me penetraron con una verga dura y sentí una sensación única cuando eso duro entraba y llegaba al tope de mis nalgas; algo sin igual. Mi primera vez? fue con un chico más joven que yo (él tenía 23), era versátil más pasivo, pero le dije que quería experimentar. Lo tenía tamaño normal, quizá trece centímetros, uyyy pero ese pedazo de carne en mi culo fue uffff, algo indescriptible. Como no tenía experiencia en darle mi culo a un hombre, me coloque en cuatro patas y el comenzó a darme; esa vez no hubo dolor, porque tenía mucho tiempo estimulando mi esfínter e introducía cosas como pepinos o zanahorias; pero esa vez, fue que sentí una sensación tan arrecha cuando ese pedacito de carne comenzó su vaivén dentro de mí y rozaba mi próstata, estuve a punto de eyacular de la sensación que sentía, y quedo fijado en mi mente esa sensación; el caso es que debí aguantar mi eyaculación debido a que mi amigo quería verga; lo cual, accedí de pocas pulgas pero con esa sensación fija en mi mente. Esa sensación que persistía en mi culo de una manera fantástica, hizo que buscara el motivo y comencé a experimentar, hasta que se me ocurrió la idea de comprar un dildo adherible a superficie liza. Fue así que, al comprarlo no espera más y entre al baño de mi habitación y comencé a cogerme y aunque la sensación era deliciosa, no podía descifrar lo que me causó sensación con mi amigo; entonces, ya cansado de hacerlo de pie, lo coloque en la tapa de la poceta, me senté sobre él, comencé a cabalgarlo y a darle en forma circular a mi cintura con eso tan rico dentro de mí culo hambriento de placer; y de inmediato, Upaaa, comenzó correr la baba de mi leche calientita a través de la boca de mi verga, hasta que explote en placer y gritaba como una puta, con un orgasmo tan delicioso, divino y sublime, que me hacía suspirar de paz conmigo mismo y sin culpa de nada. Había descubierto mi posición más idónea para estimular mi próstata. Esa tarde, logre hacerlo tres veces más; y eso solo fue el comienzo, de mis múltiples exploraciones prostáticas. Mi segunda vez, fue con un amigo y su verga de 19 centímetros (ese mentiroso)… pero esa es otra historia que les contare mas adelante.