Hace tiempo entre mis contactos del msn platicaba con una flaca bien buena. Era de santa Catarina y pues solo la conocía por fotos, era delgadita, cabello ondulado castaño, simpática, de 23 años, de 160 de estatura aprox. Hasta que un día le pedí su numero de tel de su casa y pues me lo dio. Le marque algunas noches y le tire rollo, le dije que se veía muy bien en las fotos, que la quería conocer por lo que nos pusimos de acuerdo ya que ella trabajaba en una zapateria en el centro de monterrey, decidí esperarla a la hora de su salida en la plaza que esta a un lado de la iglesia del roble. Eran ya las 7 30 pm. Era un día nublado. Yo la esperaba en una banca de la plaza y de pronto vi que se acerco una chica flaquita bien formada, traía un pantalón de mezclilla ajustado y una playera de tirantes en color verde, se le notaban unos bombonsotes bien ricos, algo grandes, su cabello suelto, ondulado, se veía muy bien. Nos sentamos en una banca y en eso empezó a llover, la gente se empezó a ir, los puestos de comida que se encuentran ahí cerraron, se fueron. Corrimos hacia un techito de un puesto del cual ya no había nadie. Platicamos por un rato y la abrace, ella me correspondió y la empecé a besar de lengua, hasta le mordía su lengua, le empecé a besar todo su cuello, a deslizar mi lengua por su cuellito y se excitaba la cabrona. Ya eras casi las nueve de la noche se prestaba la llovizna, la noche, por lo que mi pene estaba bien parado y le baje la playera de tirantes y le hice a un lado su bra, Le saque sus tetas y las empecé a mamar, a morder, a lamer sus pezones, eran algo grandes, ricas, sabrosas, se las mordí y le deje unos chupetones en sus senos. Después baje mis manos y le desabroche lentamente su pantalón de mezclilla, baje el cierre y le metí mi mano entre su pantaleta y le metí mi dedo en su vagina la cual estaba muy mojadita, la empecé a masturbar y ella se estremecía, estaba apretadita, la tenia algo peladita, muy rica!!!!!! La noche era de nosotros, de suerte no pasaba nadie, la sujete de las piernas y la levante, yo de pie y ella se me movía como si estuviera montada, por mas que la puse bien cachonda a la cabrona no la pude convencer de llevarla al hotel. Pero el faje valió la pena, le metí mis dos manos atrás y le acaricie sus nalguitas bien formadas, deslizaba mi mano hasta su vagina y se la acariciaba, le sacaba de nuevo sus bombones y se los mamaba con pasión. Recuerdo que la deje toda marcada del cuello y de sus tetas, no me la pude coger pero valió la pena la agasajada que le di.