Hola, ma llamo Ana, tengo 35 años, casada y feliz con mi sexualidad.
Hace tiempo tuve un problema de salud, me sentia un tanto decaida y triste, no me apetecia nada, ni trabajar, ni estar con amigos, ni mi pareja…ni sexo.
Una amiga me recomendo asistir a la consulta de una doctora, me dijo que ella habia pasado por algo igual y que la doctora Ana Maria ( asi se llamaba) la habia tratado muy bien y le habia solucionado el problema. Fue mi amiga Ines la que me concerto la entrevista,prevista para un lunes a primera hora de la tarde.
Acudi puntualmente, a las 4 de la tarde. Tuve que esperar poco, unos 5 minutos, enseguida una enfermera muy atenta me indico que la doctora me atendia. Pase a un despacho muy soleado, amplio, con una decoracion moderna, llena de tonos otoñales, muy calidos. La doctora Ana Maria es una mujer de unos 50 años, delgada, muy femenina, pèlo castaño, sin maquillar y ojos claros, de un color indefinido. Me pregunto que sintomas tenia y le conte cual era mi situacion. Me hizo multitud de preguntas y me pidio que me hiciera unos analisis, para comprovar que no habia nada de anormal. Pasados unos dias regrese con el resultado de los analisis, estos estaban bien. La doctora me dijo que no habia ningiun problema, y que posiblemente estaba en una situacion de pre-depresion y un cierto habatimiento.
Me receto unas inyecciones, 12 en concreto, y me aconsejo que me las pusiera una ATS que habitualmente colaboraba con ella, ya que tenian unos efectos secundarios o reacciones que era importante controlar.Me dirigi a la farmacia y compre los inyectables, luego en casa, lame a la ATS para concretar el dia y la hora para pincharme. Quedamos para el dia siguiente, a las 5 de la tarde, me dijo que era importante que cada dia me las pusiera mas o menos a la misma hora y que tenia que ponerme una cada dia, sin saltarme un solo dia.
Acudi a la hora convenida, con los inyectables, llevaba un vestido un poco corto, con estampados azulados, zapatos con un poco de tacon. LLame a la puerta y habrio una señora de unos 60 años, bien conservada, morena de ojos azules, con una sonrisa que dejaba ver una boca grande y blancos dientes, su voz era dulce, aunque tenia un cierto tono de autoridad, me dijo » Buenas tardes…eres Ana, verdad?». Si, respondi yo con una voz un tanto nerviosa e insegura, la verdad, no me gusta que me pinchen, me da un cierto miedo. «Me llamo Luisa, pasa, acompañame»..fue su siguiente frase, yo la segi a traves de un pasillo de una casa antigua y de decoracion pasada de moda. Entramos en una pequeña habitacion, toda blanca, a la izquierda habia una camilla metalica de color blanco desgastado. Tambien habia un pequeño biombo que servia de vestidor. Al otro lado un mueble de madera blanca, viejo y desgastado,alargado con un espejo y al fondo un armario estrecho y alto de cristal, donde se podia ver las jeringuillas, y otros enseres propios de la profesion.
«Traes los inyectables» me dijo..»Si», respondi yo con una voz cada vez mas nerviosa. Los cogio y empezo a preparar la inyeccion, no queria mirar para no ponerme mas nerviosa, pero oia el ruido que hacia las ampollas y los utensilios…Se giro hacia mi, en la mano llevaba un pequeña bandejita metalica con la jeringuilla, el algodon y el acohol,,»Ven, ponte aqui..» me dijo, indicandome un lateral de la camilla. Me acerque y vi la aguja de la inyeccion, me parecio enorme¡¡¡¡ » Subete el vestido, bien arriba..». Ahora su voz era mas autoritaria..obedeci y me levanta el vestido por encima de mis braguitas blancas..»Inclinate hacia delante, sobre la camilla..»..me dijo, mientras con una mano sobre mi espalda me indicaba lo que debia de hacer..quede tumbada sobre la camilla en un angulo recto, de cintura hacia arriba estaba sobre la camilla, con las manos cruzadas sobre mi cara y los puños cerrados por los nervios y el miedo al pinchazo..de cintura hacia abajo mis piernas estaban rectas, y mi culo, todavia cubierto por las braguitas en «pompa». La Sra Luisa dejo la bandejita a mi lado, a la altura de mi cara, de manera que podia ver aquella aguja, lo que me ponia mas nerviosa…senti como sus dedos se posaban sobre mis braguitas, y tiraban suavemente hacia abajo, dejando mis nalgas al descubierto.
Acaricio una de mis nalgas mientras me decia que me relajase, lo que no consiguio, pues cada vez estaba mas nerviosa y mas tensa. Enseguida note el frio algodon empapado en alcohol sobre mis nalgas y me estremeci..»Tranquila, relajate…»..le oi decir, mientras un cachete caia sobre mi culo..luego la eternidad, …. pellizco un poco mi nalga derecha y note un terrible pinchazo..jemi..»tranquila, tranquila..ya esta..» me dijo, mientras segia introduciendo lentamente la aguja en mi culo..cerre los puños con fuerza mientras los ojos se me humedecian de dolor…luego note como un liquido espeso penetraba y todavia me dolia mas, casi hasta paralizarme la pierna. » El liquido es espeso y duele bastante, pero si te relajas ira mejor….» casi no oia lo que me decia, solo desebaba que terminase de una vez.»Ya falta poco…asi, tranquila..eso es..» Palabras que me parecian lejanas. «Ya esta…ahora estate quieta»..Retiro la aguja de mi nalga y me dio un pequeño masaje, luego me pregunto si notaba alguna sensacion extraña, como sofocos, enrojecimiuento, aumento de la temperatura, etc..Yo le respondi que me sentia un poco sofocada, ella me respondio que era normal,una reaccion a la inyeccion. » Ahora te tocare abajo para ver como estas reaccionando. Relajate y no te preocupes», me dijo.
Bajo un poco mas mis braguitas y deslizo sus dedos entre mis piernas, hasta llegar a mi sexo, con suavidad recorrio mi sexo, acariciando mis labios humedos, arriba y abajo, casi de forma imperceptible, luedo, muy suavemente los separo y deslizo su dedo hasta llegar a mi clitoris. Yo estaba totalmente empapada, «estas muy humeda, es normal, no te preocupes…ahora relajate..separa un poco mas las piernas..» La obedeci y note como su dedo acariciaba suavemente mi clitoris, de arriba a abajo, luego en pequeños circulos…luego con otro dedo…yo me movia sin ser consciente de ello y empece a jadear…sus dedos recorrian mi sexo y se introducian en mi vaguina mojada, ritmicamente entraban y salian, jugaban con mi clitoris, lo presionaban o lo acariciaban suavemente o con fuerza….Me estaba volviendo loca, cada vez jadeba mas fuerte y queria que no parase nunca.»Muy bien…ahora vamos a ver como esta el culito…» me dijo, mientras bajaba mis bragas hasta las rodillas » separa mas las piernas y pon el culo mas alto..», la obedeci y levante mas el culo, para que quedase mas abierto.
Ella separo con sus dedos mis nalgas «Ahora tranquila, te pongo un poco de vaselina para lubrificar..» mientras su dedo acariciaba mi ano con una crema fria, me estremeci..»Tranquila, relajate..»…Su dedo hacia masajes circulares sobre mi ano…y de pronto note como empezaba a penetrarme..opuse resistencia, aprentando el culo, pero no sirvio de nada, al estar lubrificado su dedo se fue introduciendo sin obstaculos…jemi entre dolor, placer y la novedad de que me lo hicieran por el culo, yo era virgen por esa zona…» Relajate…»y un fuerte cachete cayo sobre mi nalga..me estremeci por el dolor y la Sra Luisa aprovecho para introducirme todo el dedo en culo..lo senti hasta el fondo y aprete las nalgas..otro cachete en la otra nalga y luego otro..mientras su voz, esta vez dando ordenes, seca y contundente..»Venga, abrete bien..asi..bien abierta..relajate..».
El dedo empezo a moverse adentro y hacia fuera, primero despacio, luego mas deprisa, y los cachetes seguian cayendo sobre mis nalgas, cada vez con mas fuerza, oia el «splaasss»como retumbaba en la habitacion, a cada cachete yo me estremecia y ella me penetraba mas profundamente.Retiro el dedo y me dijo..»Quitate las bragas y ponte de rodillas sobre la camilla». Yo obedeci, estaba de cuclillas sobre la camilla, con las piernas separadas y el culo en alto. La Sra Luisa separo mis nalgas con los dedos y de nuevo me puso vaselina, mientras me decia » Ahora te introducire un vibrador hasta el fondo…relajate y ponte bien». Un fuerte cachete cayo sobre mi nalga mientras la punta del vibrador penetraba mi ano, luego otro cachete y el vibrador entro por completo..senti como si me abrieran..empezo a moverlo ritmicamente, cada vez mas deprisa y con mas fuerza..» Te gusta eh..asi abrete bien..te gusta por el culo, eh guarra?..abrete asi…»Los cachetes eran continuos y el vibrador cada vez penetraba mas profundamente…jemia y me movia…hasta que solte un grito, el vibrador quedo clavado en lo mas profundo de mi culo, me corria como una loca, no podia para de jemir…
Luisa me cogia de las nalgas para que no me moviera mientras el vibrador se clavava en lo mas profundo…mas cachetes ….quede tendida sobre la camilla, empapada de sudor y de mis propios flujos.»Ya esta…ponte las bragas, ya hemos terminado»
«Ha ido bien?», me pregunto..»Si», respondi yo, vergonzosa y confusa. Cuando ya estaba vestida y habia pagado por ponerme la inyeccion, justo cuando estabamos en la puerta de la casa, la Sra Luisa me dijo » Subete el vestido». Yo obedeci, sin decir nada. «Date la vuelta». Asi lo ice, dejando mi culo cubierto por mis bragas a su vista. «Bajate las bragas hasta las rodillas, inclinate hacia delanta». me ordeno, Obedeci sin rechistar..»Tienes las nalgas rojas…te gustan las zurras, verdad?»..Si, respondi yo..»Bien..» Las quieres fuertes o muy fuertes» me dijo..Tituvee, «fuertes», dije…» Esta bien»..Y varios cachetes muy fuertes cayeron sobre mis nalgas….luego su mano volvio a deslizarse entre mis piernas y acaricio de nuevo mi coño….ESTABA EMPAPDA ¡¡¡¡ Aquello me excitaba. «Subete las bragas».Obedeci. «Hasta mañana».
Cuando llegue a casa me mire las nalgas…estaban rojas como un tomate…
Me costo dormir…pero al dia siguiente me excvitaba solo con pensar que me tenia que poner otra inyeccion, aunque desconocia lo que me esperaba.