Mi nombre es Alma Delia tengo 18 años. Animada por la gran cantidad de relatos sobre este tema que he leído me anime a contarles este ya que, aunque es algo muy excitante y normal para mi, por lo que he podido observar, no es nada común. La familia de mi madre estaba compuesta por únicamente tres hermanas. Les gustaban mucho las reuniones sociales, sin embargo tenían poca tolerancia hacia las obligaciones del hogar, por lo que nunca se casaron y simplemente se hicieron amantes de hombres acaudalados y tuvieron con ellos dos o tres hijos cada una y a cambio de sus favores a todas les establecieron un modo de vida desahogado por lo que nunca tuvimos problemas económicos en la familia.
Desde muy chica me causo gran admiración la forma de vestir de mi mama y de mis tías, pues se ponían faldas muy cortas y blusas muy escotadas, lo que las convertía a donde llegaban en el centro de atracción de todos los hombres. Yo soy hija de la menor de las hermanas y tengo un hermano un año más chico que yo que es mi adoración. Como comprenderán en casa no vive ningún señor y en muchas ocasiones salimos de vacaciones o a pasear con diferentes parejas de mama pues siempre que podía nos llevaba y para nosotros este tipo de situaciones resultaba normal inclusive el verla besándose o bailar con su pareja de turno era algo habitual. Tanto mis primos como nosotros asistíamos a buenas escuelas y en nuestros estudios éramos relativamente buenos.
Todo lo anterior para darles un panorama de la gran libertad que reinaba en nuestra familia. Yo siempre fui una niña delgada, con bonitas piernas y nalgas, además me vestían siempre con faldas muy cortas lo que hacía que se me vieran las piernas más bonitas. Desde muy temprana edad me di cuenta de que era muy desarrollada para mi edad y que una manera de atraer a los niños era ser descuidada al moverme o sentarse y permitir que ocasionalmente se me subiera la falda y se pudieran ver mi ropa interior. Eso me hacia tener gran aceptación entre los muchachos y siempre estaba rodeada de jóvenes mas grandes que yo.
Muy pronto aprendí las cosas del sexo y me excitaba mucho cuando en algún rinconcito discreto alguno de mis novios al besarme jugueteaba con mi lengua, regresaba a casa muy caliente y solo me calmaba masturbándome, me metía hasta dos dedos en mi vagina o bien algún otro objeto suave y cómodo que tuviera a la mano.
Por todo lo que les he platicado comprenderán que era frecuente que los fines de semana nos amontonaran en casa de una de mis tías a todos los primos mientras nuestras madres se iban de juerga a cualquier parte.
La casa de mi tía era grande y tenía varias muchachas que le ayudaban. Tenía una linda piscina y muchas habitaciones, por lo que no era ningún problema tenernos a todos ahí, todo lo contrario decía que le hacíamos compañía. A todos nos gustaba ir pues ella nos dejaba hacer lo que quisiéramos, no había horario para comer ni tampoco ninguna clase de regla para vestir, o sea que cada quien podía hacer lo que le viniera en gana y eso era excitante, pues ya se podrán ir imaginando que esos fines de semana eran de locura para todos.
Como convivíamos con la clase alta en la que había muchas libertades era común que varios jóvenes varones o chicas, inclusive más grandes que nosotros decidieran ir a pasar el fin de semana a la casa, pues la privacidad y libertad que existía era un gran atractivo para todos. Durante el día nos concentrábamos en la piscina donde los más grandes aprovechaban para tomarse algunas cervezas y aunque casi nunca se emborrachaban no faltaba alguno o alguna que con el valor de la cerveza se alegraba más de la cuenta y entre confianza se quedaba en brasiere para mostrar al aire sus pechos o algún muchacho presumiera orgullosamente su gran erección, pero de ahí no pasaba y eso obviamente hacia más excitante la diversión.
En la piscina casi siempre jugábamos pesado, en las cuales las muchachas se subían a los hombros de los muchachos y trataban de derribar a otra pareja que estaba en las mismas condiciones y ganaba la que lograra tirar a la otra.
Ahí empezó mi gran excitación, me encantaba que los muchachos me subieran a sus hombros pues con los movimientos mi vaginita de restregaba y me excitaba y el roce de las manos del muchacho sobre mis piernas me gustaba, claro que cuando había un ganador mientras se montaba el siguiente juego yo veía como las muchachas aprovechaban para restregar sus nalgas en la verga de los muchachos que en ese momento estaban con ellas y estos a su vez les tocaban todo lo que podían. Una de las cosas más bonitas del grupo era que no había compromisos de nadie con nadie, cada quien podía estar con quien quisiera sin importar que fuera amigo o primo y hacer lo que le viniera en gana, así de repente veías que unos primos se estaban besando o que un amigo estaba agarrándole las nalgas a una prima delante de su hermano. Había completa libertad, pero yo como era de las chicas, tenía 16 años, me tenía que conformar con ver, pero eso no duro mucho.
Por la noche a los más chicos nos mandaban a ver la tele y los más grandes generalmente se juntaban en una sala para jugar a la botella, yo siempre fui muy caliente y me excitaba mucho ese juego y aunque no se me permitía participar me sentaba siempre junto a ellos para no perder detalle, pues además sabia que a nadie le importara que estuviera yo sentada ahí. En el juego hacían girar una botella y la pareja a la que apuntaba se tenía que dar un beso de telenovela enfrente de todos, cuando el juego subía de tono la pareja que seleccionaba la botella se iba durante un rato a una recamara y luego cuando les gritaban regresaban y seguía el juego. Esto duraba un buen rato con lo que todos y todas se supercalentaban y al final se formaban parejas y se iba durante más o menos una hora a algún cuarto, designando quien era el encargado de decir cuando debían regresar para hacer una bulla y que se les viera a todos juntos, yo permanecía siempre atenta y muy intrigada, pues cuando regresaban se sentaban otra vez en una rueda, se tomaban alguna cerveza, escogían otra pareja y otra vez lo mismo.
Aunque me imaginaba lo que hacían me intrigaba mucho como los muchachos y muchachas además de muy contentos, regresaban muy colorados.
Como les he dicho a esa edad yo ya era muy caliente y muy aventada, y una vez que estaban jugando les faltaba una muchacha de manera que el juego no salía bien pues tenían que girar la botella más de una vez, de manera que viendo la oportunidad les dije :
Oigan ¿puedo jugar?
¡Pero si estás bien chica! – contesto un muchacho de los más grandes
Si quiere que juegue!, – dijo una prima de las más grandes
Pero ya sabes: de esto nada, – se toco la boca con el dedo para indicarme que era un secreto –
Si, ya se – le conteste
Me hicieron un hueco entre dos muchachos y me senté entre ellos. Se reanudo el juego y las parejas que se seleccionaban iban un rato a un cuarto y luego regresaban. Yo me sentía muy nerviosa, pero a la vez muy excitada, mis panties ya se habían humedecido, cuando de repente la botella me apunto a mí
Te toca – dijo mi prima
Para mi sorpresa nadie dijo nada, todos lo tomaron como una cosa normal. Se levanto el muchacho que estaba del lado opuesto, un joven como de diecinueve años, el más guapo de todos, me tomo de la mano y nos dirigimos a la habitación.
Iba yo excitadísima, me sentía toda una mujer e imagino que el creía que yo ya sabía todo, porque en cuanto cerró la puerta me abrazo y me beso ardientemente. Yo aunque muy chica ya sabía besar, así que nuestras lenguas se entrelazaron furiosamente e inmediatamente empezó a tocar mis piernas por debajo de mi falda subió su mano hasta mi vaginita y me la toco por encima de mi ropa interior.
Yo ya estaba en el cielo, hizo a un lado la tela y me introdujo un poco uno de sus dedos, todo esto sin dejar de besarnos, localizo mi clítoris y me lo masajeo. ¡Que cosa más exquisita!, era un verdadero experto, me proporcionaba un enorme placer. Yo estaba muy sorprendida pero muy caliente, de manera que deje que me lo hiciera, ¡Me gustaba mucho todo eso!
Se separo un poco, me jalo hacia una cama que estaba ahí, me acostó en la orilla con las piernas hacia abajo, me quito mis bragas, se hinco, me subió las piernas y empezó a darme una mamada, pasaba su lengua por toda mi rajita y luego me daba golpecitos en el clítoris con su lengua. ¡Sentía que me moría de placer! Además que nadie me lo había hecho, era tan exquisito que unos instantes después explote en un orgasmo indescriptible retorciéndome de placer en cada lengüetazo que me daba. El se dio cuenta porque me sujetaba firmemente con sus manos mis piernas para que no fuera a quitarme y cuando termine se levanto. Yo me senté, el se puso enfrente de mí y saco su pene. Me pareció hermoso y me lo acerco a la boca, estaba durísimo y muy caliente, abrí la boca y se lo empecé a chupar como pude. En eso estábamos cuando de afuera nos gritaron que ya. Me puse mis panties y salimos.
Volvimos a la rueda y vi algo que ya había notado antes que era que al llegar se cambiaban todos de lugar para evitar que te volviera tocar con la misma persona. El juego siguió, otros muchachos fueron a la habitación mientras nosotros esperábamos contando chistes groseros.
Yo estaba calientísima, sentía que mi vagina además de estar mojadísima me palpitaba de la excitación, nada más de imaginar lo que estaban haciendo los muchachos en la habitación solos.
Un rato después me volvió a tocar a mí, obviamente con un chico diferente este era el mayor de todos, tendría unos veintitrés años amigo de mis primos. Nos levantamos, me tomo de la mano y nos dirigimos a la habitación.
Entramos, cerró la puerta e inmediatamente nos besamos. Esta vez ya lo hice con furia de lo caliente que estaba. Bajo sus manos por mi espalda, subió mi falda y empezó a agarrarme las nalgas. Yo lo besaba con verdadero ardor. Bajo mis panties para tocarme las nalgas libremente y yo dirigí mi mano hacia su pene que estaba durísimo, se desabrocho el pantalón y se lo saco. Era mucho más grande que la del otro chico y más grueso. Tan caliente estaba que me agache para chupársela. Sabia deliciosa, esas gotitas que le salían eran lo máximo, aunque no era una experta mamadora, parece que al chico le gustaba porque se retorcía de placer. Un tiempo después, me sujeto muy fuerte la cabeza y empezó a soltar tremendos chorros de leche. Al principio me sorprendió, pero rápido me recupere de la sorpresa y comencé a tragar chorro tras chorro. ¡Qué cosa tan deliciosa!
Nunca lo había probado pero su sabor me gusto, al fin termino y cuando me empezaba a bajar mis panties para quitármelas, nos gritaron que ya, me abrazo me dio un gran beso, subí mis panties y salimos. Cuando llegamos a donde estaban todos el juego había terminado y era hora de tomar pareja, aunque estaba muy excitada, me dio algo de miedo.
Los muchachos ya habían hecho dos juegos de papelitos muy bien doblados que tenían un número cada uno, unos para las muchachas y otros para los muchachos.
Recuerden que Manuel marcara el tiempo de la primera – dijo mi primo el mayor
Bueno – dijo Manuel – pero no se tarden en salir
Al que se tarde en salir que le toque castigo – dijo una de las muchachas
¿Todos de acuerdo? – pregunto mi primo
¡Sí! – dijimos todos
Yo observaba la cara de todos y mostraban una excitación que hasta este momento nunca había notado, la mía debió estar igual pues con los juegos anteriores estaba más que caliente y con muchas ganas de repetir, imaginaba que iba a ser algo semejante, pero con más tiempo, así que estaba ansiosa por ver quién me tocaba.
Uno de los muchachos puso un juego de papelitos entre sus manos, los agito y extendió la mano para que cada una de nosotras tomara uno, lo mismo hizo una muchacha para los muchachos, cada quien tomo y lo abrió para ver que numero nos había tocado, el mío fue el tres. Una de mis primas le toco el cuatro, y el muchacho que tenía el cuatro la tomo de la mano. Así cada quien
Yo dije tres, y mi primo el mayor mostro el número y me tomo de la mano. Cuando ya estábamos todos de pareja, cada una se dirigió a una habitación. Mi primo y yo entramos a una, cerró la puerta con seguro, inmediatamente nos abrazamos y empezamos a besarnos furiosamente, sus manos recorrían mi cuerpo, tocaba mis nalgas y las apretaba con fuerza.
Nunca nadie lo había hecho y descubrí que me fascinaba que me lo hiciera. Desabrocho mi falda y esta cayó al piso, yo lo abrazaba con muchas ganas y quería arrancarle la lengua. Estaba excitadísima, tomo mi playera y me la quito. Quede solamente en panties, se aparto un poco, se saco de un golpe la playera y se quito los pantalones, baje la vista y pude ver el bulto que se le marcaba. No pude resistir tocarlo, estaba durísimo, le baje sus bóxers y brinco ese no muy grande pero si excitante pene. Lo seguí tocando, el solo me veía, me abrazo nuevamente y me volvió a besar.
Nos dirigimos a la cama, nos acostamos y nos seguimos besando. Mi vagina se derretía de la excitación, aun no tenía muy grandes mis tetas pero de todas formas chupo mis pezoncitos, ¡Que delirio! Me producía un estremecimiento en todo el cuerpo.
Siguió besándome toda me quito mis panties y empezó a chuparme, ¡Que delicia! Mi segunda mamada de la noche. Me retorcía de placer y en seguida explote en otro gran orgasmo, ¡que placer!, Veía hasta como lucecitas de colores, no puedo describir con palabras el enorme gozo que experimentaba en este segundo orgasmo.
Se acostó junto a mí esperando que me repusiera un poco pues con mis gritos y quejidos se dio cuenta de la intensidad del orgasmo que acababa de tener. Unos instantes después, dirigí mi cara hacia su miembro, estaba lleno de líquido exquisito, el sabor era un poco diferente al anterior, pero estaba delicioso. Después de un momento me detuvo y me dijo:
Espera, no quiero terminar, esta leche no la quiero desperdiciar, a ti te puedo coger todavía sin condón y echártela adentro
Sin decir más se puso encima de mi me abrió las piernas apunto su pene a la entrada de mi vagina ¡Qué momento! Me iban a coger por primera vez, y además era mi primo que mas me gustaba, era muy guapo en realidad.
Por favor, mételo despacio
No me digas que es tu primera vez
Si – le dije pero no importa – por favor – métemelo
Se acostó sobre mí y me beso con furia, el también estaba excitadísimo. Imagino que el saber que iba a ser el primero lo excito mas. Sentía su pene en mi entrada. Se levanto un poco entre mis piernas, me las abrió a todo lo que se podía se acomodo bien y de un golpe me metió la cabeza de su miembro. Pegue un pequeño y grito, pero estaba tan excitado que no le importo. De un golpe metió casi la mitad. Contrario a lo que me habían dicho, casi no sentía dolor. Arremetió nuevamente y de un nuevo empujón entro todo, el pequeño dolor había desaparecido. Estuvo quieto un momento y empezó a bombear, Primero lentamente, pero luego con furia. Empecé a sentir un placer que solamente se disfruta cuando se tiene una verga dentro. Arremetía con fuerza y llego a su orgasmo, respiro muy alteradamente y sentí como su leche golpeaba en mi interior. Las palpitaciones de su pene al estarse corriendo era lo máximo. Se desplomo sobre mí, lo abrace muy fuerte y busque su boca y la disfrute.
Me saco su pene y se acostó a un lado mío. Creo que soy el destinado para el desvirgamiento de la familia ¿Porque dices, eso?, le pregunte. Mira, me toco estrenar a mis otras dos primas y también a mi hermana, la única que faltaba eras tú y ya ves me volvió a tocar a mí. No sentí el paso del tiempo porque así estábamos cuando oímos un toquido en la puerta, era Manuel.
Ya es hora – nos dijo en voz baja
Vamos a vestirnos pronto, porque ya ves que dijeron que iba a haber castigos si tardábamos. Nos vestimos rápidamente y salimos, casi todos lo hicimos al mismo tiempo, nos sentamos en una rueda y uno de los muchachos dijo: Se apetece una cerveza antes del siguiente round, ¿no creen? Todos estuvimos de acuerdo, varios muchachos se levantaron y trajeron una cerveza para cada uno incluyéndome a mí. Hasta ese momento no me percate de la enorme sed que tenia, de manera que dijimos salud y la tomamos. En otras ocasiones había tomado un poco de cerveza, pero nunca una para mi sola, me supo deliciosa y tenía tanta sed que casi me la termino de un sorbo. Eso le paso a todos pues también se la terminaron al instante.
¿Les parece que nos tomemos una más? – dijo mi primo el mayor. Bueno pero solo otra – menciono mi prima. Nuevamente se levantaron los muchos se llevaron las vacías y trajeron otra para cada quien. Esta vez ya la tomamos más despacio.
Como no acostumbraba beber me sentí poco mareada con la primera y al estar tomando la segunda además del mareo tenía una gran euforia, pero me pude dar cuenta que eso le pasaba a todos, pues las risas eran más fuertes y todos se veían muy contentos y desinhibidos, inclusive algunas parejas se besaban cachondamente y algunos muchachos les tocaban las piernas o las tetas a la muchachas y estas lo aceptaban con mucho gusto tocándoles abiertamente el pene por encima del pantalón.
¿Cómo vamos escoger ahora?- pregunto una de las muchachas
Que sea otra vez con papelitos – pero si toca igual que se repita
Sacamos de la misma forma un papelito cada quien y esta vez me toco con un amigo de mis primos un muchacho ya grandecito no muy alto de unos diecinueve años guapo también. Cada quien tomo la mano de su nueva pareja. Y recuerden que hay castigo para los que se tarden en salir, aseveraron.
Nos dirigimos cada pareja a una habitación, yo iba además de muy contenta con una euforia que hasta esa fecha no había sentido pienso debido a las dos cervezas que me había tomado. Entramos, puso seguro y sin importar que yo fuera más chica al lado de él se acerco me abrazo y nuestras lenguas empezaron a entrelazarse rápidamente. Mi excitación llego a su grado máximo, baje mi mano y toque su verga, la sentí más grande que la de mi primo y estaba durísima. Debido a mi estado de euforia se la seguí tocando por encima del short. No pude resistir y se lo baje, salto inmediatamente su pene, me agache y se lo empecé a mamar ¡Que sensación! Tenía un olor a sexo muy excitante y un sabor riquísimo debido de los jugos de su anterior cogida. Aunque era grande me entraba bien en mi boca de manera que le hice una muy buena mamada. Estuve un rato deleitándome con su pene, hasta que me tomo de la cara y me dijo: Vámonos a la cama.
Se quito su ropa y yo la mía, ambos desnudos nos acostamos, empezamos a besarnos el juego de nuestras lenguas casi me producía un orgasmo me fue besando todo el cuerpo, al llegar a mis piernas me pidió que me pusiera boca bajo y empezó a besarme las piernas y las nalgas ¡Que exquisito! Nunca me habían besado las nalgas y en ese momento descubrí que me fascinaba que lo hicieran, supongo que le gustaron porque estuvo un rato acariciándolas, apretándolas, besándolas, proporcionándome un placer enorme.
Por fin se subió, me volteo y se coloco encima de mí, apunto su pene a mi entrada y cuando estuvo seguro de que era el camino correcto de un solo golpe la metió. Sentí un ligerísimo dolor, pero en cuando empezó a bombear desapareció, cada metida era sensacional,
Sube las piernas y ponlas en mi cintura – me dijo
Inmediatamente las subí y abrace con ellas su cintura, sentí en esa posición que la verga me entraba riquísimo y después de una cuantas bombeadas, explote en un orgasmo mejor que los dos anteriores, me movía fuertemente sin control y el alcanzo su orgasmo también sentí delicioso como palpitaba su verga dentro de mí y los gemidos que producía con su garganta delataban el enorme goce que sentía. El tiempo se nos paso sin sentir, porque en cuanto terminamos tocaron ligeramente la puerta – Ya es hora – dijo Magda
Prontamente nos vestimos y salimos, casi al mismo tiempo salieron todos
Bueno vamos a dormirnos – dijo mi prima
Nos despedimos de beso todos y cada quien se dirigió a la habitación que tenía asignada, perdí la noción del tiempo, no sabía qué hora era, me acosté así como iba y me quede profundamente dormida. No sé cuantas horas dormiría, pero ya como a medio ida entro la tía, para despertarnos y nos dijo:
Ya arriba, el día es para disfrutar y no para dormir flojas
En la habitación estábamos una prima y yo
Si quieres dúchate tu primero – me dijo
Yo estoy muy cansada
Me bañe, me puse mi bikini junto con una batita y le dije a mi prima: Diles que no tardo por favor
Salí y me sentía otra, me dirigí a la piscina, que era en donde se oían voces, salude a todos y me senté en la orilla. Qué diferencia de trato el de todos, me incluían en sus platicas, ya era una más de la pandilla eso me hizo sentir extraordinariamente bien. Se metió mi primo el mayor a la piscina y me dijo:
Ven, esta rica el agua
No me hice del rogar y también me metí dirigiéndome hacia donde estaba el. Me hice la graciosa y me le colgué del cuello
El inmediatamente me abrazo y por abajo del agua de empezó a tocarme las nalgas
Oye que rico lo de anoche – me dijo
Y que suerte el haberte estrenado a ti también
A mi también me gusto mucho – le dije – y mas que tu hayas sido el primero, sabes que me gustas mucho
¿Hace cuanto que estrenaste a mis primas?, le pregunte
Ya tiene bastante tiempo, respondió
Fue aquí mismo y más o menos a la misma edad que a ti
Oye ¿y a tu hermana?
Esa fue un poco mas chica, pero a ella la estrene en nuestra casa, un día en que nos quedamos solos. Como la plática era excitante nos calentamos por lo que sus caricias fueron cada vez mas fuertes, yo me sentía en la gloria
Oye – me dijo
Anoche cuando nos fuimos a dormir, como todos los muchachos nos quedamos en una misma recamara, alguien metió de contrabando una cerveza mas para cada quien y mientras nos las tomábamos platicábamos de como habíamos gozado, yo no me pude aguantar y les dije que te había estrenado, a todos les causo gran sorpresa pero al mismo tiempo se excitaron mucho y me dijeron que ellos también querían cogerte, pero como hoy por la noche nos vamos, pues no vamos a poder jugar
Oye ¿de verdad quieren cogerme?- le dije un tanto incrédula
De verdad – me dijo
Es más les prometí que en la primera oportunidad que hubiera te lo iba a decir porque ellos quieren que sea hoy mismo
Pero como le podríamos hacer, le dije, no tardan mucho nuestras mamas en llegar para que nos vayamos a nuestras casas
Mira, me dijo, ya casi vamos a empezar a jugar en la piscina y como somos muchos nadie va a notar si tu y alguno de ellos se desaparecen por un tiempo, pueden irse discretamente a nuestra recamara, ahí ya sabes que nadie puede entrar
Me excito tanto la idea que le dije bueno diles que si
¡Muchachos ya desaflogerence vamos a jugar!
Todos se metieron a la piscina y se arremolinaron junto a mi primo. Faltaban de cogerme tres, los dos mayores con los que ya había estado en la habitación y mi primo de unos catorce años igual que yo, el más chico de todos que ya también jugaba. Nos juntamos dentro del agua todos y los muchachos hicieron una rueda como poniéndose de acuerdo en la estrategia para el juego, en tanto que las muchachas permanecíamos platicando en una esquina.
Observe que después de hablar con mi primo se juntaron los tres en el punto más alejado y por las señas que hacían con las manos estaban viendo con el juego de papel, piedra o tijeras quien iba a ser primero.
Me excitaba mucho ser su foco de atención, es más me sentía un poco nerviosa. Empezamos a jugar dos muchachas se subieron en dos muchachos y empezaron a luchar. En eso se me acerca mi primo el más chico y me dijo discretamente:
Ya nos dijo Héctor que estás de acuerdo con lo que te dijo y yo gane ser el primero me voy a salir y te espero en la recamara de los hombres.
Sin más ni más se salió de la piscina y se fue, no pude dejar de ver su verga al salir y pude notar que ya la tenía dura. Un momento después me salí yo y discretamente me dirigí a la recamara de los muchachos. Ahí estaba esperándome mi primito, cerré la puerta con llave y me acerque a el. Contrariamente a lo que esperaba, inmediatamente me abraso y empezó a besarme, nuestras lenguas se entrelazaron y mi excitación subió a tope. Como solamente teníamos los trajes de baño, baje mi mano y por encima le toque su verga que estaba durísima, le baje el calzoncillo y me agache para mamársela.
¡Qué rica verga! muy dura y muy caliente, me pareció una delicia. El me desabrocho el brasiere y me quito mi pantis, me jalo hacia la cama, se quito su traje y ya desnudos nos acostamos. Me abrió las piernas y puso su cara directamente en mi vaginita y me empezó a pasar la lengua por toda su extensión.
¡Qué delicia! Como disfrutaba esos lengüetazos. Poco después se subió, se puso encima de mi coloco su pene donde debía estar y me lo metió, lejos de lo que pensaba no sentí mucho dolor y cuando empezó a bombear me transporto a las nubes.
Minutos después tuvo su orgasmo y se corrió dentro de mí, permaneció un momento en esa posición, luego me la saco y me dijo:
Si quieres vete para que no nos vean, yo voy en seguida
Salí un tanto desilusionada porque había quedado muy caliente. Llegue a la piscina me metí y se me acerco uno de los amigos de mi primo y mientras me subía a sus hombros para intervenir en su juego me dijo:
Yo sigo, me voy a salir y te espero allá
Jugamos un rato luego se salió y un instante después lo seguí. Como les había comentado este aunque no era el más grande, era el más guapo y tenía una verga deliciosa. Llegue, me estaba esperando en la puerta y en cuanto entre cerro con seguro. Nos sentamos un momento en la cama me abrazo y empezamos a besarnos, que diferencia con mi primito, este si besaba verdaderamente y su lengua hacia que me estremeciera de pasión. Me levanto y el siguiendo sentado me puso entre sus piernas me quito el brasiere y mis pantis y me sigo besando me atrajo hacia él y me empezó a acariciar las nalgas. No sé porque pero me producía una enorme calentura que me las acariciara. Tan caliente me puse que apreté su verga por encima del traje y le dije:
Estoy muy caliente por favor métemela ya
Se levanto se quito el traje y nos acostamos se puso encima de mi puso su verga en mi entrada y como tenia la leche de mi otro primito entro hasta el fondo. Luego empezó a bombear, subí mis piernas para abrazar su cintura y para que me entrara hasta el fondo, ¡Que penetración! era de locura! Lo sentía hasta adentro y yo lo apretaba con mis piernas lo mas que podía el se dio cuenta y acelero el ritmo haciendo que tuviera un orgasmo fenomenal, corriéndose el junto conmigo. Que delicioso es correrse juntos.
Nos seguimos besándonos hasta que su verga predio dureza entonces me la saco se acostó junto a mí y me dijo:
A pesar de que estas muy chica eres bien caliente y coges muy rico
Gracias – le dije simplemente
Me puse mi traje y me dirigí nuevamente hacia la piscina, nadie había notado mi ausencia, todos se divertían alegremente, solo mi primo cuando llegue me hizo discretamente una seña con su mano indicándome que ya llevaba dos.
Estuve un rato en la piscina y vi que el otro amigo se salía y con una mirada me dijo todo. Nuevamente salí del agua y me dirigí discretamente a la recamara de los hombres, me estaba esperando Luis en la puerta, en cuanto entre cerró la puerta, me abrazo y me beso ardientemente. Como estábamos pegaditos, sentí como su verga inmediatamente se ponía muy dura. Me hizo a un lado el brasiere y me chupo mis pezoncitos. Aunque mis tetas no eran muy grandes, sentía riquísimo que me los succionara.
Me bajo las pantaletas y empezó a acariciarme las nalgas. A pesar de haber tenido un orgasmo fenomenal hacia poco, las caricias que me hacia Luis me volvieron a calentar al máximo, el también ya estaba súper caliente, se quito el traje y su verga la más grande que había visto hasta ese momento salto paradisima. Nos acostamos y luego luego empecé a mamársela. Por el tamaño casi no me cabía en la boca pero de todos modos la disfrutaba enormemente.
Me acostó, me abrió las piernas se puso en medio y con mucho cuidado me la empezó a meter. Qué diferencia de las anteriores, sentía que esta me partía en dos al ir entrando, pero en cambio el placer era muy superior. Me empezó a bombear lentamente primero y después con fuerza.
Subí mis piernas y sujete su cintura. Estas embestidas eran riquísimas, estaba yo como ida cuando el exploto en un gran orgasmo.
¡Qué palpitaciones de su verga al estarse corriendo y qué cantidad de leche me hecho en mi vagina!
Esperó un momento y empezó nuevamente a bombear esta vez con más fuerza yo sentía que me partía pero a la vez un enorme placer, así que sincronizando nuestros movimientos frenéticamente alcance el segundo orgasmo de ese día que fue grandioso, igual que el anterior ¡Que sensaciones!
Instantes después el se volvió a correr y esta vez quedamos exhaustos. Así permanecimos un buen tiempo
Bueno es hora de reunirnos con los demás – me dijo
Nos pusimos los trajes y salimos discretamente de la recamara. Al llegar a la piscina todos estaban fuera descansando, nuestras madres ya había llegado y platicaban alegremente mientras tomaban una copa con sus respectivos galanes.
Al llegar la noche como grandes camaradas, todos nos despedimos y mientras íbamos en el coche rumbo a casa recordé todo lo acontecido y concluí que yo había, como todas las mujeres de mi familia, nacido para el sexo.
Segunda Parte
Un viernes por la mañana al salir a la escuela nos dijo mama a mi hermano y a mí que regresáramos lo antes posible porque íbamos pasar el fin de semana en casa de nuestra tía. Se me hizo larga la mañana pensando en cuanto me iba a divertir.
Al llegar preparamos una pequeña maleta y nos fuimos los tres a casa de la tía.
Pensando en aparentar más edad que la semana pasada, antes de salir le dije a mi mami que quería delinearme los ojos y ponerme un poco de labial. Ella me dio su aprobación y lo hice y al verme en el espejo me gusto mucho como quede. Para complementar me puse una minifalda corta, unos zapatos con un ligero tacón y una blusa traslucida ajustada.
Cuando llegamos ya estaban algunos primos y amigos de estos. ¡Como me gustaban mis primos! y sus amigos! Eran muchachos correctos, bastante guapos y muy corteses entre diecisiete y diecinueve años. Mis primas, como les comente en otra ocasión también son muy bonitas, las minifaldas que usaban les ayudaba a que se les vieran unas buenas piernas y grandes nalgas. No eran muy mayores pero por la forma de vestir aparentaban tener 18 o 19 años, aunque en realidad tenían entre dieciséis y diecisiete.
Nuestra tía al saber que tendría gran arribo había preparado algunos bocadillos y tenia enfriando botellas de vino blanco.
Instantes después llego la última tía que faltaba con sus hijos y los amigos de estos, nos instalamos en la sala y empezamos a degustar los bocadillos y el vino muy frio que con el calor sabia realmente delicioso. Al poco rato nos dimos cuenta a que se debía la reunión, pues llegaron tres caballeros por nuestras mamas e inmediatamente salieron con ellos a divertirse.
Como ya era de noche la tía se despidió y nos dijo que si necesitábamos algo se lo pidiéramos a alguna de las muchachas. El ambiente inmediatamente cambio empezaron las bromas picantes, el doble sentido y con las copas de vino que estábamos tomando, todos nos mostrábamos muy desinhibidos y alegres. De pronto una prima dijo: Buenos vamos los grandes a jugar y dejamos aquí a los pequeños viendo la tele
Había como ocho pequeños entre niños y niñas todos entre seis y nueve años. Se levantaron los jóvenes considerados grandes y yo con ellos. Note la cara de asombro de algunos muchachos que no me conocían al ir yo con ellos pues todos sabían la clase de juegos que se practicaban y, a pesar de que estaba muy desarrollada para mi edad, era bastante notoria la diferencia de edades entre ellos y yo. Los cinco chicos eran ya altos y guapos, el más chico era un primo de 14 años que como era alto estaba casi igual que todos. Mis dos primas y sus dos amigas se veían ya unas señoritas, las minifaldas muy cortas y las blusas muy ceñidas les hacían lucir unas muy buenas piernas y nalgas. Tenían el busto bastante desarrollado mientras que yo no tenía tanto como ellas.
Pero la minifalda que yo estaba usando me permitía mostrar muy buenas piernas y unas nalgas nada despreciables, aunque no dejaba de parecer una chiquilla al lado de ellas. Pero nadie dijo nada, al contrario, como que a los chicos les dio cierto morbo que yo tan chica fuera a intervenir en esos juegos. Nos fuimos a una recamara grande, nos sentamos en la alfombra formado un circulo y ahí pude comprobar lo anterior pues los muchachos me veían con mucho interés, sobre todo porque al sentarme en el piso al igual que todos cruce las piernas como en posición de yoga y deje ver claramente mi calzoncito, por lo que los chicos clavaron los ojos tratando de ver mi vagina.
Pues bien pusieron una botella al centro de la rueda y uno de los chicos dijo:
Bueno, que les parece si empezamos con besos con manoseo para calentar el ambiente
De acuerdo, dijeron casi todos
La mirada lasciva de los muchachos estaba haciendo que humedeciera mis pantis y mi excitación subiera rápidamente
Bueno, va!
Hicieron girar la botella y esta apunto a mi prima y a uno de los amigos. Se levantaron se pusieron en medio de la rueda y se dieron un beso calientísimo y mientras se besaban el chico le subió la falda y le apretaba las nalgas. Todos los veíamos excitados y gustosos. A medida que avanzaban los turnos los besos eran cada vez más atrevidos.
Una de las parejas paso al centro y al estarse besando el chico le subió la falda a la chica de turno, le bajo su ropa interior hasta medio muslo y le acaricio cachondamente las nalgas de una manera súper. El cuadro fue muy excitante y al terminar ese beso los gritos y palmas de aclamación fueron grandiosas.
Cuando me toco a mí el chico con el que me bese subió mi falda y me bajo mi ropa interior pero en vez de sobarme las nalgas puso su mano en mi vagina y me la empezó a acariciar. Luego metió uno de sus dedos lo que me hizo instintivamente abrir las piernas y moverme, con lo que los chicos hicieron gran algarabía.
Así seguimos con el juego y como ya habíamos pasado todos al menos una vez, uno de los muchachos propuso: Porque no cambiamos y en vez de ser besos que sean castigos, al que le toque la parte delgada recibe castigo y al que le toque la parte más ancha dice cual será el castigo
Todos estuvimos de acuerdo, la cara de todas las muchachas estaba muy roja debido a que ya todas estábamos más que calientes. Igualmente a los muchachos ya se les veía la verga marcada en los pantalones denotando que la tenían tremendamente parada. Giraron la botella y el castigo le toco a una muchacha amiga de unos trece años y el chico que dio el castigo dijo: De castigo que nos haga un Striptease
Todos empezamos palmear y el escándalo se oía con mucha fuerza. Ella se levanto, vestía una minifalda blanca con top rojo y zapatos de tacón. Como era alta se veía muy bien. Se puso en medio de la rueda y con movimientos sensuales siguiendo el ritmo de las palmas se empezó a desvestir. Primero se quito el top y quedo con un sostén muy bonito transparente que dejaba ver perfectamente sus pechos y pezones, luego se quito la falda, traía un calzoncito que combinaba con su sostén
¡Qué bien se veía! Se movía muy cachondamente y se notaba que le gustaba que la vieran asi porque su calzón mostraba una buena mancha de humedad. Al quitarse el sostén saltaron sus pechos que eran más o menos grandes. En ese punto la algarabia llego al máximo, nunca imagine que al ver eso me pudiera excitar tanto. Sus movimientos me provocaban unas sensaciones muy extrañas, mi calzoncito estaba ya súper mojado.
Ella muy lentamente se fue quitando las suyas mostrando poco a poco sus nalgas que estaban esplendidas. Su vagina estaba completamente depilada, hizo algunos movimientos abriendo las piernas y moviendo las nalgas que hicieron que todos aplaudiéramos. Dio por terminado el baile y todos excitadísimos aplaudimos con gran emoción.
Se vistió ahí mismo delante de todos, cosa que también me pareció muy excitante y tomo su lugar en la rueda nuevamente. En este punto ya la calentura era casi irrefrenable.
Giraron nuevamente la botella y aunque no apunto bien a uno de los muchachos le dijimos entre todos que a el le tocaba castigo. No se opuso y mi prima que le tocaba elegir el castigo le dijo:
Bueno para no ser menos que también nos haga un striptease
Era un chico guapísimo, alto de unos dieciséis años, aunque aparentaba mas y con un cuerpo bastante bien formado. Se levanto, se puso en medio de la rueda y las palmas y los gritos empezaron inmediatamente. Con movimientos cachondos se fue desvistiendo, se quito la camisa y mostro el torso desnudo
¡Que chico! ¡se veía súper sexy! Seguidamente se quito el pantalón y quedo con una pequeña trusa. Que verga tan hermosa se le marcaba. Todas estábamos con la baba caída, e inclusive algunas ya nos estábamos acariciando la vagina de la calentura que teníamos
Cuando se quito la trusa, salto una verga que aunque no era de grandes proporciones si estaba super parada y se le veía hermosa. Se quedo desnudo con la verga durísima y sin mover el cuerpo la hizo que subiera y bajara sin tocarla y los gritos de las chicas no se hicieron esperar. Hizo algunos movimientos y dio por terminado su baile. Tomo su ropa se vistió y se sentó nuevamente.
En ese momento la calentura llego al tope, todos queríamos ya acción, inclusive algunas parejas ya se habían formado, se besaban furiosamente y se tocaban por todos lados. Bueno, ¿tomamos ya pareja o hacemos un último juego?, pregunto uno de los muchachos.
Casi todos dijeron que ya tomáramos pareja
Pero uno de los muchachos más grandes dijo:
¿Porque no jugamos al premio mayor?
Se veía que el chico tenia mas experiencia en este tipo de juegos. Todos nos le quedamos mirando como pidiéndole que explicara y nos dijo:
Miren, giramos la botella y a la chica que apunte la llevamos a una recamara y entre todos los chicos la hacemos gozar como nunca
Igual al chico que apunte se queda aquí y entre todas ustedes lo atienden como se merece. O sea el premio mayor consiste en que una chica nos tendrá a todos para ella sola y un chico gozara de todas las chicas como quiera. Todos pensando en ser los ganadores, estuvimos de acuerdo. Entonces giraron la botella, se hizo un pequeño silencio y esta por fin se detuvo
¡Increíble! Uno de los extremos me apunto a mi y el otro a un chico bastante agradable!
El chico que se encontraba a mi lado me dijo: Bueno, vamos. Me ofreció la mano para levantarme y como que a los chicos no les disgusto ir con una muchacha tan chica. Fuimos los cinco chicos y yo a otra recamara, cerraron la puerta y aunque estaba muy excitada me puse un poco nerviosa al verme rodeada de tantos chicos guapos y todos para mí.
Estaba yo al centro de todos sin saber que hacer hasta que uno de ellos me empezó a besar y como si fuera una orden todos se acercaron y en un momento todos empezaron a tocarme y a meter sus manos por donde podían. El que estaba atrás de mi tocaba mis nalgas por debajo de mi faldita, los otros me tocaban las piernas y uno me besaba el cuello. Rápidamente me desnudaron y siguieron tocándome por todas partes ¡Que delicia!
Algunos me acercaban su verga bien parada a mis manos y al palparlas sentía que me derretía. El chico que me besaba lo hacía con gran placer pues me estremecía cada vez que enredaba su lengua con la mía. Se separo de mi boca y sin dejar de tocarme nos dirigimos a la cama.
Me acosté y ahí rodeada de chicos todos con sus hermosas vergas bien paradas me observaron un momento y dos de ellos acercaron sus vergas a mi boca y las empecé a chupar, no supe quien abrió mis piernas y me empezó a mamar ¡Que ricura! Otros me chupaban los pezones o me tocaban las piernas. Era tanto el placer que sentía que no sabía qué hacer. Oleadas de placer, subían, bajaban y me recorrían por todo el cuerpo. ¡Casi estaba fuera de control! De mi vagina brotaba un torrente de líquidos.
Por fin el que me estaba mamando abandono su lugar, acomodo su verga en mi vagina y la empezó meter. Estaba tan caliente que al sentir entrar esa verga me moví como loca y tuve un orgasmo enorme que me hizo gritar de placer. El comenzó con sus envestidas que cada vez se hacían mas fuertes. No paso mucho rato para que me corriera de nuevo de una forma espectacular, y dentro de ese enorme placer provocado por las convulsiones de mi orgasmo, sentí claramente como se venía a chorros dentro de mi. Su leche golpeaba en mi interior y su verga palpitaba riquísimo haciendo que mi orgasmo fuera increíble.
Se incorporo e inmediatamente otro chico ocupo su lugar y empezó a embestir salvajemente. Todos estábamos excitadísimos, el bombeo era durísimo, pero yo quería mas pues me movía como una loca desesperada. ¡Me estaban matando de placer! Siguió moviéndose como poseído hasta que por fin llego al orgasmo ¡Qué manera de venirse! ¡Sentía como me inundaba de leche!
Mi vagina hervía, estaba fuera de mi. La sensación de tener una verga dentro moviéndose de una manera increíble, mientras los otros chicos me chupaban los pezones o me besaban era algo extremadamente sensacional.
Veía a los chicos con sus vergas en la mano masturbándose, disfrutando de la cogida que me estaban dando y eso me ponía todavía mas caliente.
Un nuevo chico se coloco en posición y a pesar de la enorme lubricación que tenía mi vagina, sentí su verga más grande que todas. Por instinto y por lo caliente que estaba subí mis piernas a su cintura y lo apreté muy fuerte sintiendo como su verga se iba hasta lo más profundo y empezamos a movernos salvajemente. Poco después empecé a tener otro orgasmo que me hizo gritar como loca. ¡Este orgasmo parecía interminable!
El chico también se vino dentro mi incrementando el placer de mi orgasmo. Cuando se termino de vaciar completamente se retiro e inmediatamente otro chico tomo su lugar y empezó a bombearme. No acababa de terminar de disfrutar este ultimo orgasmo y empecé a tener otro ¡Era increíble! ?Que cantidad de placer! ¡Sentía que me moría!
El chico seguía bombeando. Cuando me recupere un poco abrí los ojos y la cara de todos era fantástica. Mis chicos me observaban llenos de lujuria, supongo que no podían dar crédito de como una mocosa como yo fuera tan caliente y disfrutara intensamente tantas vergas juntas.
Había perdido la cuenta de cuantas veces me habían cogido pero el que me la estaba metiendo empezó a gemir y se vino dentro al igual que todos. ¡Increíble! Ya casi no podía con tanto placer.
Cuando el ultimo chico se acerco portando una verga paradisima, me subió las piernas a sus hombros y empezó a embestir durísimo. Sentía que su verga me entraba hasta lo más profundo. El movimiento era rapidísimo, pienso que por todo lo que había estado viendo estaba super caliente. No tardo mucho cuando empezó gemir y a soltar también abundantes chorros de leche dentro de mi vagina.
Soltó mis piernas y me beso salvajemente. Quede acostada, feliz, súper cogida y muy satisfecha. Era verdad, me habían hecho gozar como nunca. Ahora entendía porque el juego se llama el premio mayor.
Sentía la mirada de todos como no pudiendo dar crédito a lo que acababan de ver. Uno de los jóvenes me dijo: Oye chiquita, habíamos cogido así a muchas chicas antes, ¡pero tu eres enorme! Disfrutas el sexo como nadie
Además ¡estas buenísima!
Ahí estaba yo acostada en medio de todos, casi no podía articular palabra por el estado de excitación que tenia todavía, pero de todos modos les dije:
¡Fue increíble! De verdad que goce como nunca
Bueno vamos a ver si ya terminaron las muchachas, dijo otro de los muchachos.
Busco cada cual su ropa pues había quedado toda desparramada. Era increíble pero en la calentura todos botaron la ropa en cualquier parte, uno de los chicos amablemente me dio mis pantis que no encontraba y otro trajo papel sanitario pues vio la cantidad de esperma que tenía en mis piernas y mi vagina.
Nunca me imagine estar así desnuda y rodeada de tantos chicos guapos y calientes. Me miraban con cariño y me hablaban muy delicadamente, eso me hacía sentir como una reina. Me limpie, nos vestimos y salimos a ver a los demás.
El chico del premio estaba súper contento igual que yo. Bueno pues, ahora nos toca a los que faltamos, dijo uno de los chicos. Cada cual tomo una pareja y se fue a otra recamara y nos dejaron a los dos ahí. Antes de irse nos dijeron:
Más o menos en una hora nos reunimos aquí para irnos a dormir
Y así fue. Me quede conversando con el chico que también había sido premiado. Nos pusimos a hablar sobre lo que habíamos hecho cada quien, las cosas que nos hicieron y sobre lo mucho que nos habían hecho disfrutar.
Tanto hablamos de ello que paso lo que tenía que pasar: Nos volvimos a excitar, y aprovechando que nos habían dejado solos nos dimos una cogida espectacular y pude recibir dentro de mi vagina la leche del chico que me faltaba. Realmente me sentía muy bien al saber que dentro de mi tenia mezclada la leche todos los chicos que habían estado esa noche. Minutos después todos regresaron y nos volvimos a reunir como habíamos quedado.
Charlamos un rato, luego nos despedimos y nos fuimos a dormir. Yo me fui a mi cama muy contenta y satisfecha porque tenía la total certeza de que mañana iba a ser un día tan bueno como el de hoy.
Tercera Parte
Era un nuevo día. Nos levantó la tía un poco tarde y nos llamó a desayunar. Todos muy contentos tomamos el desayuno entre bromas veladas y de doble sentido referente a la noche anterior, los chicos mayores me miraban como una más del grupo y eso me gustaba mucho. Al finalizar nos dirigimos a la pileta y nos pusimos a tomar el sol, cachondamente nos pusimos unos a otros loción bronceadora y nos recostamos a descansar.
Más tarde bajaron nuestras mamás a tomar un poco de sol, portaban unos bikinis muy pequeños que las hacían verse regias. Se veían realmente muy bien, como dirían los hombres estaban buenísimas. A los chicos se le caía la baba y las veían casi como no dando crédito a lo que veían. Pidieron a la empleada de la casa unos tragos y se pusieron a dorarse también un poco. Los chicos más grandes y lanzados se ofrecieron para aplicarles loción. Al hacerlo además de nerviosos se les notaba la verga paradísima, se estaban dando un verdadero banquete y ellas muy coquetas solamente sonreían a las bromas que los chicos les hacían. Así transcurrió la tarde y después de la siesta nos reunimos por la noche en la sala para la gran diversión.
A pesar del sexo de la noche anterior todos queríamos más. Después de platicar un rato, a una seña de uno de los muchachos todos «los grandes» nos levantamos y nos fuimos a una recamara. Como siempre nos sentamos en la alfombra alternados y formado un círculo. Todas las chicas traíamos minifaldas y al sentarnos con las piernas cruzadas dábamos un gran espectáculo que por supuesto no disgustaba nada a los chicos. Por fin después de breve silencio uno de los chicos dijo: – ¡Sugerencias! – ¡Besos cachondos!. dijo una de las muchachas. – ¡striptease!, dijo otra de las chicas. Otro muchacho dijo: – ¿Porque no hacemos como la otra vez? ¡Sexo en vivo! Algunos de los que estábamos ahí no habíamos jugado ese juego, por lo que uno de los muchachos lo explico: – Miren, giramos la botella y a la pareja que le toque, para calentarnos a todos, tienen que coger de una forma muy cachonda delante de todos hasta terminar. – ¡Ok!, todos estuvimos de acuerdo. –
¿Hay voluntarios? o giramos la botella. A mí me daban ganas de ofrecerme como voluntaria pero medio algo de pena, así que mejor no dije nada. – Bueno, como no hay voluntarios que gire la botella. La botella empezó a dar vueltas y finalmente apuntó a un pareja al detenerse. Ella era una de las chicas menores de catorce años y él era un chico guapo de diecisiete años. Ni lentos ni perezosos pasaron al centro de la rueda y se empezaron a besar. Después de unos cuantos besos muy ardientes empezaron con lo bueno. El chico siguió besando el cuello, las orejas y ella obviamente correspondiendo le acariciaba la verga por encima del pantalón. Él le quito a la chica la playera que traía y ella le quito su camisa. Vaya par de tetas tenía la niña, eran realmente de buen tamaño. Él se las acariciaba y se las mamaba con gran excitación y ella se retorcía del placer que sentía. Nosotros a estas alturas estábamos ya supercalientes. El chico le sacó la falda y se quedo solo con su calzón. Ella le quito el pantalón y quedo solo en trusa. El estaba excitadísimo y se le marcaba su verga que se notaba que estaba como roca. El espectáculo era sumamente excitante mi vagina palpitaba de la calentura y mi calzoncito reflejaba la humedad tan tremenda que tenía. Todos babeábamos por participar de manera que cada quien tomó al que estaba más cerca y con una masturbación mutua seguíamos viendo el espectáculo sin perder detalle. Cuando los dos quedaron desnudos se acostaron en la alfombra y se acomodaron en un grandiosos 69 !Que cuadro¡ !Casi me venía nada mas de verlos¡ Mientras la pareja gemía por el placer que sentían (incrementado por el hecho que todos los viéramos), todos los demás nos manoseábamos como locos. El chico que estaba junto a mí ya me había bajado mi calzoncito y me metía su dedo deliciosamente, en tanto que yo le acariciaba su verga metiendo mi mano por el cierre de su pantalón. La tenía durísima y de muy buen tamaño. Por fin el chico acostó a la muchacha y se puso en medio de sus piernas listo para cogérsela. Se las abrió y subió estas a sus hombros, se la clavo de un solo golpe y empezó a bombear. Nunca imaginé que este cuadro fuera tan excitante. Todos empezamos a gritar. La chica le colocó sus piernas alrededor de la cintura y se movía muy fuerte, gemía y casi lloraba por lo que estaba sintiendo. De pronto detuvo el joven y cambiaron de posición. Ella quedo arriba y se la metió inmediatamente y siguió con un movimiento increíble. Sus tetas se movían de arriba abajo. Él la tomaba de las nalgas y se la metía con mucha fuerza. Ella gemía y gritaba muy fuerte cuando se empezó a venir. Fue tan riquísimo verlos que varios de nosotros alcanzamos el orgasmo junto con ella. El chico la sujetó con fuerza y gritó: – ¡Me vengo! ¡Me vengo! Ella se salió inmediatamente y tremendos chorros de leche saltaron de la verga que instantes antes tenía clavada hasta el fondo. ¡Qué excitante fue ver todo esto! Todos gritábamos y aplaudíamos como si nosotros lo hubiéramos hecho. Uno de los chicos dijo: – Bueno pues, ¡Que cada quien agarre a la suya! . Uno de los Chicos mas grandes me tomó de la mano. Inmediatamente se formaron parejas y con lo caliente que estábamos casi corriendo nos fuimos cada pareja a una recamara. En cuanto entré con mi chico al cuarto empezó un faje impresionante casi nos arrancamos la ropa y nos acomodamos en un 69 delicioso. Yo me sentía en las nubes cada vez que metía su lengua en mi vagina y cuando chupaba mi clítoris casi gritaba de placer. Por mi parte mamaba su verga lo mejor que podía y al parecer le encantaba porque gritaba que siguiera. Por fin se decidió, se puso arriba de mí y me ensartó con su dura y hermosa verga. Yo abrace con mis piernas su cintura y empezó un va y ven increíble, hasta que explotamos en un orgasmo simultáneo. ¡Qué cantidad de leche recibí dentro de mi vagina¡ ¡Era delicioso! , Lo caliente de su leche y las palpitaciones de su verga junto con las contracciones de mi vagina hicieron que nuestro orgasmo además de intenso y delicioso fuera muy largo. El se desmadejó sobre mí y sin sacar su verga de mi vagina me acariciaba y me decía que había sido delicioso. Todo era hermoso. Me comentaba que le había gustado y excitado mucho cuando estábamos sentados todos en la rueda la forma en que enseñaba mi calzoncito y lo buenas que se veían mis nalgas y piernas; que además se había impresionado mucho un día antes cuando gané «el premio mayor» al ver mi vaginita sin nada de vellos y de cómo había gozado la tremenda cogida que me habían dado, que por eso al elegir el me sujetó inmediatamente a mí. Me decía que tenía la vagina más calientita y apretadita que se había cogido y que además, como todavía podía cogerme sin condón y echarme toda su leche adentro, el placer era mayor; que hace poco se cogió a otra muchacha más grande que yo, pero que no se asemejaba ni un poco con lo que acabábamos de hacer. Con toda esta conversación nos volvimos a excitar y como su verga no había perdido dureza me propuso empezar nuevamente. – ¿No quieres subirte?, me dijo. – ¡Con mucho gusto! le contesté. Y ya estando arriba subía y bajaba de manera que sentía que su verga me llegaba hasta la garganta. ¡Pero qué delicia! A pesar de haberme venido muy fuerte momentos antes, esta cogida estaba siendo suprema. Me jaló hacia él y mientras me movía al ritmo que más nos gustaba nos besábamos furiosamente. Nos acoplábamos en forma perfecta y con este tremendo movimiento alcancé otro orgasmo. ¡Qué delicioso! Me seguí moviendo e increíblemente antes de terminar el primer orgasmo me empezó un segundo pero mucho más intenso, de manera que casi le arrancaba la boca de lo fuerte que lo besaba al estarlo experimentando. El me apretaba las nalgas de manera que también experimentaba un gran placer. Así siguió hasta que se vino nuevamente y volvió a inundar de leche mi vagina. !Que delicia¡ ¡Estábamos en el cielo! Disminuimos el movimiento lentamente y permanecí encima de el bastante tiempo disfrutando esas deliciosas contracciones de mi orgasmo. – Oye, eres una pequeña maquina de sexo, me dijo. ¡Es lo mas delicioso que he hecho en mi vida! Permanecimos así un tiempo hasta que oímos ruidos fuera, de manera que nos vestimos y salimos para reunirnos con los otros. Todos estábamos muy contentos y satisfechos, así que nos dimos las buenas noches y cada uno nos dirigimos a nuestra habitación. Al llegar a mi cama, me quité mi calzoncito empapado de leche. Su olor me parecía delicioso y excitante. Había pasado un día mas de placer, me dormí feliz pensando en lo afortunada que era al tener una familia como la mía.