La historia a continuación no es muy común y es lo más excitante y caliente que me ha pasado en mis 35 años.
Soy Xavier, y soy de tez blanca, 1,85 mt de estatura, soy de complexión fuerte y me encanta el sexo heterosexual. Soy casado desde hace 10 años.
Soy fotogafo profesional, y tengo un foto estudio en la ciudad, trabajé varios años para un periodico local, sin embargo a pesar de esos trabajos, yo quería mejorar mi solvencia económica, asi que estuve buscando otros ingresos a través de la fotografía.
Un amigo mio, me recomendó para una agencia y me comentó que querían una entrevista conmigo, asi que llegué a esa entrevista y realmente el salario era muy bueno y además daban bonificaciones sobre sueldo. El único detalle es que era para una revisa para caballeros, es decir fotografía pornográfica. En mis ansias de mejorar el ingreso familiar me decidí aceptar, pero no le contaría a mi esposa, ya que no aceptaría que yo trabajase para eso, además que debo indicar que nuestra relación estaba en sus últimas instancias. En su lugar le dije que era fotografía para catalogos de ropa y zapatos.
Finalmente me llamaron y empecé a trabajar en eso. Normalmente me citaban en distintos lugares, que podían ser playas, chalets, casas, cabañas, montaña, etc. Eramos dos o tres fotografos, en la mayor parte de ocasiones a cada uno le asignaban una modelo (si se puede llamar asi), que casi siempre eran jovencitas, algunas a pesar que tenían documentos de mayoría de edad, se notaba que eran adolescentes menores de edad. Era prohibido entablar mucha amistad con ellas. El producto que se obtenía le decían softcore, que eran fotografías o videos de streptease que hacía estas jovencitas, no había sexo o relaciones sexuales.
La historia comienza con la cuarta vez que me citaron, esta vez era en un chalet a la orilla de la playa, una propiedad enorme, con piscina incluida. Me asignaron una jovencita morena bronceada, de nombre Zulma, muy simpatica, de regular estatura, piernas delgadas pero torneadas, linda cintura y su rostro tenía lindas facciones, un par de tetas pequeñas y decía tener 19 años. Mientras preparaba mi camara fotografica que es de video también, entablamos conversación, me decía que era de una ciudad situada a dos horas de allí y que tenía un año de estar posando para distintas revistas para hombres. Me asignaron inicialmente a la piscina del chalet y luego teníamos que ir a la playa. Zulma también se alistó y se puso una falda corta y una blusa de tirantes sin sujetador abajo, y como de costumbre con zapatos de tacón muy altos.
Comenzamos la sesión de fotos, ella moviendose de forma sexy y coqueta alrededor de la piscina, y yo siguiendola tomando fotografías, poco a poco fue quitándose la poca ropa, primeramente me mostró su senos, con lindos pezones oscuros pequeños, los cuales tocaba y apretaba para la camara, sin embargo fui notando que muchas de su miradas parecía que eran dedicadas para mi. Luego se quitó la falda, quedándose en una tanguita, en la cual solo un hilito metido entre sus nalguitas pequeñas pero bien paraditas, le tapaban su agujerito negro. Para todo esto, yo ya tenía una erección, pero la consideré normal como en alguna otra ocasión.
Zulma avanzó y se sentó en una banca de madera que estaba en uno de los extremos de la piscina, allí fue donde se fue bajando su tanguita, lo hizo lentamente y fue mostrandome su linda rajita morena, era preciosa, con un clítoris abultadito en la parte superior, estaba depilada totalmente, parecía la rajita de una adolescente, luego se quitó completamente la tanguita y la sacó por sus pies, luego abrió sus piernas para tomarle un acercamiento de su vulvita con sus labios morenos. Luego se colocó en varios angulos y formas para fotografíar su sexo en diferentes posiciones. Su cuerpecito era delicioso, tenía una piel con una textura lisa casi perfecta.
Luego, hizo gestos hacia mi, como dedicándome su ensayo, con sus manitas con las uñas pintaditas de blanco brilloso, se abrió los labios mayores de su vulva, mostrándome el hoyito rosado interno de su vagina, luego con mucho erotismo, se llevó un dedo a la boca, lo mojó con su saliva y nuevamente se tocó su rajita, sobre todo en el clítoris. Yo seguía la secuencia de las fotos, pero ya mi respiración era acelerada, tragaba saliva, también, Zulma se dio cuenta de eso y se sonreía picaramente conmigo, al menos asi lo veía yo. Después con su dedo indice me indicaba que me acercara más para acerle un close up a su rajita.
Cuando estaba a unos centímetros de su cuquita, nuevamente se llevó su dedo a la boca y ahora metió su dedo medio entre su vagina que ya estaba bien mojadita, luego sacó su dedo y lo puso en mi boca, yo por instinto abrí la boca y saboree su dedo mojado con sus flujos intimos, era de un sabor agridulce, fue superexcitante!, mi verga casi rompe mis pantalones. Zulma lo repetió nuevamente, yo por supuesto ya había dejado la camara por un lado y me dedique a chuparle su dedo lubricado. Ella se reía de forma sexy como si fuera una travesura.
Tuve que controlarme para no hacer algo indebido. Seguimos con la sesión de fotos y concluimos al cabo de unos minutos. Luego nos trasladaron a la playa, ahora Zulma llevaba un micro bikini, el cual se fue quitando nuevamente por partes, dejando su silueta desnuda en pocos minutos. Luego nuevamente le hice unos close ups a su vulvita, ella acostada en la arena de la playa, ella también estuvo tocandose la cuca frente a mi, se frotaba los dedos entre su rajita, nuevamente extendió su mano y me dio de beber sus liquidos vaginales impregnados en su dedos y que yo chupe como si se tratara de miel de abejas. Pero no conforme ella, me jaló tiernamente de la cabeza y me sumergió entre sus piernas, mi boca tocó su vulva, y sentí el olor a hembra mojada y caliente, además sentí lo salado del sudor de su piel morena.
Yo estaba ya por eyacular dentro de mis pantalones, ya que todo fue altamente erótico.
Previo a finalizar la sesión, se me acercó Zulma y me dijo al oido que yo le gustaba y que quería estar conmigo después del trabajo. Las horas se me hicieron largas e interminables, pero finalmente terminamos, salimos y la metí a mi vehiculo y camino a mi casa entre al primer motel disponible. Entramos besándonos a la habitación, le fui quitándo la ropa allí parados, ella hacía lo mismo conmigo. La empecé besándole sus pequeñas tetas, chupándoselas con rabia y mucho deseo. Ella me acariciaba el pene dentro de mis calzoncillos, apretándolo con sus manitas.
La empujé sobre la cama y le abrí sus piernitas delgadas, para literalmente deborarle su cuquita, sus deliciosos labios vaginales se abrieron como petalos de flor y me mostraron lo más íntimo de sus secretos. Le chupé la vulvita con tanta fuerza y deseo, ella se retorcía sobre las sabanas de la cama y me tomaba los cabellos para jalarlos y alejarlos por turnos, en ocasiones me restregaba el rostro contra su cuquita mojada y me llenaban de su lubricación toda la cara. Luego se inserté un dedo dentro de su grutita, lo empecé a mover adentro y afuera con velocidad, mientras mi lengua jugaba con su clítoris, ella nuevamente se retorció en la cama y jadeó varias veces, corriendose rapidamente.
Un segundo dedo llenó su rajita, nuevamente tome la misma aceleración mientras su clítoris los apretaba entre mis labios. Sentí otra corriente de liquidos agridulces llenar su cuquita. La chica se había venido brutalmente.
Luego, a solicitud de Zulma, nos colocamos en una rica 69, ella tomó la iniciativa y me empezó a chupar la verga, la cual estaba durisima para ese entonces, le lamía el glande y luego todo el tronco hasta llegar a mis cojones, era maravilloso como me mamaba los huevos hasta llegar a tocar mi ano; los hombres somos muy machistas y a veces no permitimos que nos estimulen ese lugar, pero realmente es una zona muy sensitiva, yo estaba loco de excitación por la chupada que Zulma me dio en el ojito del culo, me sacó varias gotas de semen que la chica me bebió posteriormente.
Ya era tiempo de cogermela, los dos estabamos esperando esto, me puse boca arriba en la cama y ella se montó sobre mi, tomó mi verga con sus manos y se la fue metiendo lentamente, mi verga fue abriendo las paredes de su vagina, ella gimió mientras le recorría todo lo largo de su intimidad. Cuando terminó de sentarse, solo mis cojones habían quedado afuera de su rajita. Después ella entró en un delicioso vaivén, saltando sobre mi apéndice sexual, ella impuso la velocidad y eso le permitió llegar a un nuevo orgasmo en poco tiempo. Cuando eyaculó me clavó sus uñitas en mi pecho, el dolor y el placer se mezclaron, fue algo fascinante.
Luego sin dejar de penetrarla, la abracé y le dí la vuelta quedando ahora yo encima de ella, la seguí follando sin parar un instante, le besé la boca y ella me recibió con su lenguita húmeda y caliente. Sus piernas me envolvieron sujetándose y apretándome los costados, entramos en un rico ritmo, mi verga entrando y saliendo de su estrecha vagina sin cesar, y nosotros comiendonos a lenguetazos, los más lindo en una follada nos sucedió, nos corrimos los dos juntos, ambos emitimos gemidos y jadeos cuando el climax nos invadió, mi verga convulsionando y emitiendo largos chorros de semen dentro de su cavidad y ella gimiendo y moviendo su cintura para terminar de sacarme hasta la última gota. Genial.
Descansamos unos minutos, aún besándonos. Zulma se sinceró conmigo, diciéndome que no tenía padres, sino que vivía con unos tíos y que a ellos no les interesaba en donde ella estuviera, que su vida había sido muy difícil y que por eso, para liberarse un poco, económicamente, había recurrído a posar para revistas de caballeros y hacer uno que otro video de streaptease, pero nunca había grabado “harcore”, asi le llamó ella a fotos y videos teniendo relaciones sexuales.
Zulma estaba boca abajo, lo que aproveché para besarle sus lindas nalgas paradas, luego mientras yo lo hacía, le abrí sus dos duritas carnes y pude visualizar el orificio de su culito, arrugadito, limpio, deslicé mi lengua, una vez, dos veces, …. Todas las necesarias para hacer mio ese agujerito, ella se fue poniendo caliente poco a poco, yo sumergido entre la abertura de sus nalgas, lamiendo toda su rayita y deteniendome en su ano para lamerlo como si fuera un sorbete.
-Penetrame en mi culito,quieres cogerme mi hoyito?-
Yo no esperéque los repitiera, le abrí las piernas y puse la cabeza de mi verga en su abertura y presioné fuerte, mi glande abrió su ojete y ella relajó sus musculos para que mi verga fuera entrando lentamente en su recto. Era estrechisimo!, apenas entró la mitad de mi apéndice cuando empecé a bombearlo, para que se fuera acomodando dentro de ese rico tunel. A los pocos minutos mi verga entraba todita en su ano. Yo gemía más ahora que ella.
-Te gusta mi culito?, que rico me estas cogiendo!- eran algunas cosas que salían de su boca, mientras yo trataba de aguantar al máximo para no correrme ya. Su cavidad era estrecha y me apretaba la verga, como si me estuviera haciendo una chaqueta. Finalmente no aguanté y me vine a chorros otra vez, no saqué mi verga de su culito, asi que mi semen fue a parar en todo su recto.
Volvimos a descansar en la cama. Yo le dije que tenía que retirarme ya que debía llegar a la casa, ella me imploró que no me fuera, pero le dije que era casado y aunque mi relación con mi mujer no era la mejor, pero que tenía que llegar a la casa. Zulma me dijo que se quedaría el fin de semana en el motel, ya que no tenía a donde ir y que con sus tíos no sería bien recibida, ya que tenía una semana de no llegar. Me dio mucha tristeza abandonarla, pero ni modo. Solo le dí el número de mi teléfono movil, por si acaso.
Me arrepentí más cuando al retornar a la casa, el ambiente era bastante indiferente, mi mujer en su quehaceres y yo viendo la TV, cuando bien hubiera podido estar en lo brazos de Zulma y consolarla. La relación con mi esposa estaba deteriorada y el no tener un hijo que pudiera unirnos en este tipo de situaciones, creo que agravaba la cosa.
El día domingo, amaneció con el mismo ambiente, terminé de bañarme y le dije a mi mujer para tratar de aliviar al tensión, que la invitaba al cine a ver la función de la mañana. Ella no titubeo para mandarme a volar, diciendome que me pudriera. Empezó la alegata y no llegamos a nada, estaba en el balcon del departamento cuando entro un mensaje de texto a mi movil, era Zulma, el mensaje decía “-me estoy masturbando desnuda en la cama, me ayudas?-, eso hirvió mi sangre y sin perder tiempo salí de la casa y me fui al motel, en 10 minutos estaba allí, Zulma en la cama con dos de sus dedos dentro de su rajita, me quité la ropa, la puse en cuatro y la penetré sin clemencia.
La pistonie duro por quince minutos a diferentes ritmos y por fin exploté dentro de su vagina, la cantidad de semen era realmente bastante, ya que le salía por su coñito como un pequeño río de lechita. Ahora ella me toma el pene y con la boca lo comienza levantar, ya que había quedado flácido de tanta eyaculación, me lo pone duro en pocos minutos y nuevamente comenzamos otra sesión de rico sexo vaginal y anal.
Para finalizar debo decirles que me he separado legalmente de mi mujer, y ahora vivimos juntos con Zulma, solo estamos únidos. Ya no trabaja en el modelaje y estamos intentando reconstruir nuestras vidas. Ahh.. y coge como los angeles.