Alguna vez has soñado con tener sexo con un Marine de los Estados Unidos. Yo te soy sincero, nunca había soñado con eso, por lo que si te puedo decir que mi sueño se me hizo realidad, ya que nunca antes había soñado con tal experiencia y ha sido una de las más estupendas que he tenido en mi vida.
Soy Karlos, tengo 25 años, rubio, ojos verdes, delgado, mido 5’7 y peso unas 150 lbs. Tanto chicos como chicas me encuentran atractivo y uno de mis mejores atributos corporales son mis ojos y mis nalgas. Hace poco por mi trabajo tuve que participar en unas conferencias, ahí conocí a varias personas de diferentes sucursales del estado. Resido en la ciudad de Miami del estado de la Florida en los Estados Unidos y soy cubano de origen. Como les decía ahí conocí varias personas de mi misma compañía, pero de diferentes ciudades del estado, entre ellos conocí a Rony, un chico estupendamente genial.
Lo tenía todo, cuerpo, cara, personalidad, inteligencia, era todo un mango, como dirían en Cuba. Ese chico me cautivó desde que lo vi, se ponía unos jeans bien ajustados donde se notaba su buen bulto, tanto por delante como por detrás, porque el tipo se mandaba por todos lados. Era fuerte, alto, su voz era bien potente como la de un trueno. Era una delicia. Yo por supuesto no le quitaba los ojos de encima, en la habitación cuando me bañaba me masturbaba imaginándome las cosas más locas con ese tipo. Tristemente las conferencias solo duraron dos días, por lo que cada cual se regresó a su ciudad. Pero entablamos amistad desde el primer dia del programa.
De eso ya habían pasado como unos dos meses, cuando un día lunes en la mañana llego a la compañía y me encuentro con Rony, él me recordó inmediatamente, me saludó muy efusivamente y me dijo que estaría trabajando toda esa semana en nuestra sucursal. ¡Wow! Que suerte, estaría viendo toda la semana a ese muñecón y los deseos de comérmelo no se me iban de mi mente. Como de todos alli al único que Rony conocía más o menos era a mí, pues se apegó mucho a mí y conversámos bastante durante la hora de almuerzo. Ahí me contó que era un exmarine de los Estados Unidos, pero que por cuestión de enfermedad en un brazo tuvo que retirarse, tenía 32 años, sus comentarios hicieron que mi morbo aumentara. Tambien me comentó que no conocía nada de Miami y me pregunto que si me gustaría salir con él para que le enseñara algo de la ciudad, yo por supuesto le dije que si y quedamos en vernos esa noche en el hotel donde se estaba hospedando.
Salimos, fuimos a comer y luego dimos una vuelta por la zona de Miami Beach que le gustó mucho, después ya era tarde y decidimos regresar, en camino al hotel, él me puso la mano en mi muslo y mirándome dulcemente a los ojos me dio las gracias, yo le correspondí con una gran sonrisa y le dije que esa mano peligraba en mi muslo. Rony comenzó a reírse y me preguntó por que, que podía pasar si la seguía subiendo, yo simplemente le dije que si me la paraba luego me la tenía que bajar.
La risa le vino con un toque de nerviosismo y me dijo, «pues de eso tendrás que ocuparte tu mismo de subirlo y de bajarlo», yo sin tardar le empecé a acariciar sus muslos que eran dos palos duros y por debajo de su jean notaba su buena herramienta ya cogiendo forma por la excitación del momento. Se la empecé a acariciar con la mano, me sonrio y pregunto si me gustaba y le contesté que si. Entonces me invitó que pasáramos a su habitación en el hotel y yo encantado le dije que lo acompañaría. Solo entramos a su habitación y comenzamos a abrazarnos y comernos a besos. Rony era bien apasionado, sus besos aún los recuerdo perfectamente. Sus caricias, sus mordiscos. Comenzamos a quitarnos la ropa, el a mi y yo a él y seguíamos comiéndonos a besos. ¡Wow! Que ejemplar de macho, estaba divino. Me hizo sentir tan suyo, pues me agarraba las nalgas y apretaba su cuerpo al mio para que sintiera lo excitado que estaba conmigo. Me besó apasionadamente las orejas, el cuello y pronto se instalo a chupame mis pechitos, especialmente mis pezones que se me pusieron hinchados y duros de excitación.
Tenía una piel bien linda y suave, sus manos grandes eran las de todo un marine, Rony estaba fuerte y bien macho como me gustan los hombres. Después de un buen rato de dejarlo disfrutar de mi cuerpo, fui bajando mi cara poco a poco hasta chuparle su ombligo y luego siguiendo su caminito de vellos recortados llegué a toparme con su pene grandote que estaba en toda su expresión, se veia buenisimo, medía unas 10 pulgadas de largo y era bastante gordo. Aún recuerdo la primera sensación al tener su pene dentro de mi boca, sabía rico, estaba exquisito, aquello lo estaba disfrutando demasiado, era el pene más rico que había probado en mi vida. Mientras le mamaba su rico pene de vez en cuando lo miraba y su rostro solo expresaba placer… mucho placer. Le chupé y lami las bolas grandes velludas que tenia cargadas de semen. Se notaba que ambos estábamos disfrutando lo que estábamos haciendo. Él me levantó bruscamente y tal parecía que le había entrado una fuerza de pronto, porque comenzó a besarme de una manera más atrevida, más loca… lo que si se es que me encantó el cambio que dio de pronto de amante complaciente a amante salvaje.
Me tiró sobre la cama, me viró y comenzó a mamarme el culo, lo disfrutábamos mucho los dos. Mientras sus manos recorrían toda mi espalda, entre caricias y nalgadas me seguía mamando mi lindo y rico culo, (así me decía el que estaba mi culo). Despues me comenzo a dedear el huequito abriendomelo cada vez un poquito mas Que rico lo tienes, me preguntó de pronto si quería que me penetrara, yo por supuesto le dije que si, le di un condón y lubricante (siempre hay que estar preparado) y comenzó el momento tan esperado, fue algo estupendo y definitivamente rico el sentir esa pinga cogiendome dentro de mi culo. La disfruté al 100%.
Aunque me dolió un poco al principio, luego ese dolor se fue convirtiendo en placer, puro placer y la fui disfrutando cada vez más hasta llegar el momento que yo era el que pedía más y mas pinga. Rony sabía como hacerme sentir satisfecho, me puso en todas las posiciones, pero lo que más me impactó y creo que nunca olvidaré ese momento, cuando ambos estábamos de frente, abrazados, él me la tenía metida hasta el fondo dandome sabroso, y mirándome fijamente a los ojos, con sus manos sujetándome mi cara me dijo que yo le gustaba mucho y que era una de las noches que más habia disfrutando en su vida, luego dejó de ser un amante salvaje y se convirtió en todo un amante pasional y con toda la dulzura que yo he podido sentir hasta el día de hoy me besó, ese ha sido el beso más lindo y más apasionado que me han dado en mi vida. ¡Uff! Que experiencia tan divina, ¿estaría soñando?
Era todo tan perfecto, tan hermoso que temía que de pronto sonara el reloj despertador y la desilusión de que todo había sido un sueño golpeara fuertemente en mí. Pero no, no era nada de sueño, todo era real, Rony existía, y ambos estábamos desnudos, él con su pene completamente dentro de mi culo disfrutando de ese momento de pasión. Nos abrazamos por unos segundos y luego me cogió y tirándome de espaldas a la cama y poniendo mis piernas encima de sus hombros comenzó a penetrarme nuevamente, ahora más pasión y ternura en sus ojos, no dejábamos de mirarnos, ambos nos gustábamos y nos estábamos disfrutando mucho. Rony me trabajó tanto el culo hasta hacerme eyacular de una manera increible borbotones de leche espesa y caliente que derrame entre nosotros, entonce el quiso hacer lo mismo y se salio de mi, se quito el forro y unio su rica leche a la mia sobre mi abdomen y de alli me dio a probar y yo a él, bueno entre los dos nos la comimos a besos y chupadas de dedos.
Nunca olvidaré esa semana, pues luego de salir juntos a comer y pasear nos vimos todas las noches restantes en su habitación y no dejamos de hacer el amor apasionadamente. La noche del viernes salimos a bailar a una disco gay buenisima y despues a la cama juntos toda la noche cogiendome y llenandome de su verga poderosa. Ya hace más de un mes que no nos vemos, pero nos hablamos por celular muy seguido y caliente. Dentro de poco él estará aquí en Miami nuevamente y lo estoy esperando ansiosamente. Lo extraño mucho y creo que me estoy enamorando de él, pero debo tener cuidado pues está casado y con familia, así que no puedo hacerme ilusiones, solo saber que lo puedo tener de vez en cuando y disfrutarlo a plenitud pues no se cuando será la última vez.