Relato encontrado en la red, quiero compartirlo con todos debido al alto grado de exitación que me dio al leerlo.
Sobre el regazo de mi hijo.
Estábamos en la playa, yo estaba alistando mis cosas para meterlas en el coche, mi hijo estaba tomando las últimas olas con su tabla de surf y mi marido apareció entonces con un refrigerador enorme en sus brazos. -¿Qué es eso que tienes ahí?, le pregunte
-“No vas a creer lo mucho que he pescado ahora cariño”, sonriendo me dijo: – “Cada pez que atrapaba traía tras de si otro pez aun mas grande, tuve incluso que tirar algunos al océano porque no había más espacio en el refrigerador”.
-Vaya le dije, este debe de haber sido tu mejor viaje. Continúe la conversación mientras veía como mi hijo se caía de la tabla de surf a causa de una ola. – ¿Yo solo quiero saber cómo piensas conseguir que todo quepa en el coche, recuerdas como venimos de llenos verdad?
El me dijo: -No te preocupes tanto estoy seguro que podemos hacer que encaje si amontonamos algunas cosas. Su mente todavía estaba en el barco y se dio cuenta de que el espacio podía ser un problema
Yo y mi marido empezamos a limpiar las cosas y ordenar todo para meterlo en el coche, el coche es un sedan pequeño de cinco puertas, de alguna manera todo el pescado, la ropa, una hielera extra que compro mi marido en la playa y otras cosas más, quedaron debidamente acomodadas dentro del coche, claro está que con cierta dificultad, la playa nos queda alrededor de 2horas de camino, generalmente viajamos por la mañana y nos vamos tarde, de esa forma podemos maximizar el tiempo de sol que tenemos en la playa.
Íbamos apretados y la tabla de mi hijo fue algo que empeoro las cosas, los asientos de atrás tuvieron que plegarse para poder llevar la tabla, la tabla se metió en posición vertical, con la cola tocando el tablero y la punta tocando el baúl, alrededor de la tabla iba el equipo de pesca de mi marido, los paraguas, toallas y todas las cosas que uno puede utilizar en la playa.
Cuando metíamos en el coche yo no dije nada respecto al espacio, ya que se molestaría Eric, mi marido, pero yo sabía que únicamente quedaría dos asientos para utilizar, el del conductor y el del pasajero. Intentó muchas cosas pero sin resultado, cuando ya me estaba hartando de ver que solo quedaban dos espacios, mi marido llamó a nuestro hijo:
– Hijo ven, ayúdame a acomodar las ultimas cosas y siéntate en el asiento del conductor, déjame ver cuánto espacio queda.
-Está bien papá. Dijo el de mala gana, reacomodando la tabla de surf para que pudiera tener más espacio de abrir sus piernas. Después de un momento de silencio y sin ninguna intención de dejar nada en la playa por fin me dijo:
– Cariño, porque no te vas de regreso a casa en el regazo de David, no te importa verdad hijo?
Mi hijo no dijo nada por no incomodar a su padre, aunque yo podía ver su incomodidad, así que al final le dijo: -Ho si claro, no hay problema.
-Cariño, en realidad lo dices en serio, sería muy incomodo para mí y para David que yo fuera sentada en su regazo todo el camino a casa.
-“Es solo un viaje de dos horas, vamos a estar en casa antes de que lo sepas”.
Podía ver en su rostro una expresión de suplica, -Esta bien, lo haré pero me deberás una!. Me metí en el coche y me senté en el regazo de mi hijo, mientras que Eric cerró la puerta, por la tabla de surf mi hijo yo solo podía verle la cara a mi esposo.
-“Listo” dijo él y arranco el coche, ese “Listo” era en un tono de afirmación más que el de una pregunta.
– Hijo te sientes bien ahí abajo
-“Si mamá”
-Está bien, solo dime si quieres que me acomode para redistribuir mi peso.
-“Esta bien mamá”
Eric y yo fuimos novios en la universidad, yo la termine después que el, ya que me dejo embarazada a los 18 años, actualmente tengo 38 años y creo que estoy en buena forma, mido 172 y peso 130 libras, hago ejercicio, tengo el pelo castaño un poco corto. Yo siempre he sido muy coqueta siempre respetando a mi marido claro, pero tengo que decir que me gusta calentar a los hombres, llevo faldas cortas, vestidos de una sola pieza, pantalones ajustados en fin.. yo sé lo que les gusta a los hombres y me agrada darles un espectáculo de mis piernas o mi culo.
Aquel día yo llevaba un vestido amarillo que me llegaba arriba de las rodillas, en la playa me puse un bikini color naranja, la parte superior de mi bikini quedaba debidamente ajustados a mis pechos pequeños y la parte inferior consistía en un pequeño triangulo que en la parte delantera hacía que se me viera un pequeño bulto de mis labios vaginales, en la parte de atrás había un triangulo más grande que cubría las tres cuartas partes de mi culo redondo y apretado.
Al irnos de la playa me puse mi vestido amarillo sobre el bikini y pensaba en lo incomodo que era llevar un vestido corto y estar sentada encima de mi hijo. Aunque Después de todo , ¿por qué un chico de 18 años quisiera penetrar a su madre de 38 mientras está sentada en su regazo en un viaje de 2 horas? Como he dicho, yo soy bastante coqueta, así que pensé en pasar un rato divertido y hacer sentir incomodo a mi hijo.
Las piernas de mi hijo iban bastante juntas mientras que las mías iban un poco más separadas y alrededor de las de él. Mi hijo únicamente vestía un bañador, uno de esos floreados, todavía estaba un poco húmedo y arriba vestía una camiseta, intentaba no tocarme y mantener un poco la distancia.
-Owww me queje. Mientras hacía mi cuerpo para adelante hasta que pude llegar e mis pies.
-“Estas bien cariño?”. Pregunto mi marido sin saber lo que estaba pasando
-Estoy bien, solo es un calambre, voy a estar bien. Fingiendo que tenía un calambre en la pantorrilla me la acariciaba mientras movía mis caderas en el regazo de mi hijo.
Mi hijo dijo tembloroso: “Necesitas algo mamá”, pude notar su voz con un poco de nerviosismo
-NO, le conteste, solo necesito frotarme un poco la pantorrilla, es que esta posición te resulta incomoda? Sabía que él estaba bastante incomodo y que seguramente me estaba odiando por hacer aquello.
El me dijo “No, está bien, no quiero que te duela nada”
Yo le dije – Bueno si quieres que no tenga dolor, hay algo que puedes hacer por mi. Al frotarme la pantorrilla pude sentir un bulto distinto entre mis piernas, mi continuo roce hizo que mi vestido se levantara ya que era muy corto de manera que mis muslos quedaron desnudos y mi ropa bikini y mis nalgas quedaron presionadas con el bañador de tela delgada de mi hijo, podía notar que su pene estaba semi erecto. Vi que mi hijo se puso un poco incomodo y una de sus manos empezó a jugar con la tabla de surf como para distraerse.
El respondió a mi pregunta “Por supuesto, cualquier cosa que necesites mamá.” su voz sonaba MUY nerviosa y al final puso sus manos sobre sus muslos pero sin tocarme.
-Sabés ya que estas en esa posición, no te gustaría darme un masaje en la espalda, es que estoy bastante tensa.
Mi hijo sabía que si hacía cualquier tipo de contacto físico causaría una erección completa y bastante dura de su pene. “No sé si puedo mamá, es que estamos bastante apegados aquí”
– Por favor, dije yo haciendo un puchero de niña mientras me volteaba para verle a la cara
Su padre que nos estaba escuchando dijo: “David, no hagas que tu madre te ruegue, necesita un masaje, así que frota su espalda!”
– “Si es lo que quieres”
– “Tu madre lo está pasando mal ya tiene suficiente con ir sentada en tu regazo, es tu trabajo hacer que se sienta cómoda, así que has lo que te pide, has entendido?”
“Sí, claro”
“Bueno, ahora has lo te dijo tu madre”
“Está bien”
-Gracias David te lo agradezco, le dije mientras presionaba mis caderas contra él.
David se acerco y puso sus manos en mi espalda baja después de unos minutos me volví hacia él y le dije: – Esto no está bien, ayúdame con esto y entonces será mejor. Sabiendo que mi esposo no podía ver nada, entonces tome las manos de mi hijo y las lleve por todo mi cuerpo hasta llegar al último botón de la parte frontal de mi vestido. Mi hijo no supo que hacer, literalmente se congelo mientras yo podía sentir su cercanía cerca de mis muslos interiores seguramente el podía sentir el calor de mis piernas.
-Vamos David, necesito tu ayuda con esto
– “David!”, grito su padre, “No quiero volverlo a repetir otra vez, Haz lo que te dice tu madre”
– “Estás seguro de que es lo que quieres, papá?”
– “No seas negligente hijo, quiero que hagas lo que tengas que hacer para que tu madre se siente bien, has entendido?”.
– “Está bien, papá”, y mi hijo empezó a desabrocharme lentamente el vestido veraniego.
Respire hondo al sentir el aire acondicionado soplando en mi piel desnuda y ver que mi vestido se retiraba lentamente dejando ver mis piernas bronceadas y mi abdomen plano. Cuando mi hijo llego al último botón le dije:
“Déjame ayudarte con este”, y con las manos en la parte superior desabroche lentamente el último botón.
Ahora podía sentir la tela delgada y un poco húmeda del bañador de mi hijo, el aire acondicionado y la humedad solo hizo que me erizara y que ese zona se sintiera un poco más caliente.
Mi hijo actuaba como si nada, creo que se sentía bastante incomodo pero era un niño bastante ingenuo así que él no sabía lo que le esperaba, si nunca había tenido pensamientos sexuales conmigo, ahora estaba recuperando el tiempo perdido… o por lo menos su polla desde luego que sí.
-Mucho mejor le dije, y moví mis hombros para que el vestido se deslizara hasta el regazo de mi hijo, luego tire de él hacía abajo para que finalmente lo metiera entre mis piernas y callera en el piso del coche.
Viajamos así como unos 10 minutos mi hijo masajeándome mi espalda y en ocasiones yo le pedía que lo hiciera más fuerte o más suave en diferentes partes de la espalda.
-Más arriba le dije y él me masajeo la parte superior pero encontró un obstáculo, la cinta de mi bikini, así que le dije
-Espera que esto no se siente tan bien, me quite lentamente el nudo del bikini, sin quitármelo completamente.
-Ahora vuelve a intentarlo
Después de unos momentos le seguía dando instrucciones, más a la derecha, más la izquierda, más, más, más, hasta que las puntas de los dedos se la mano izquierda se movieron alrededor de mi cuerpo y tocaron la parte lateral de un seno, en este momento la parte posterior de mi bikini casi había caído.
– Ahora mueve la otra mano a la derecha, más, más, más. Continué de la misma manera hasta que ambas manos de mi hijo casi me tocaban los pechos, pero aún no se atrevía a nada más. – mmmmm le dije…
Mi esposo al escuchar mi gemido dijo –“Como lo está haciendo cariño?”.
Yo le dije provocando a mi hijo: -NO puedo mentir, no es el mejor masaje que me han dado, creo que es un poco tímido ya que soy su madre”
– “Eso es cierto David?, no hay nada malo en ser tímido, pero tu madre necesita tu ayuda justo ahora”
– “supongo” respondió nuestro hijo
-“Hijo, si tu madre quiere un masaje más fuerte, eso es lo que tienes que hacer”
-“Estas seguro papá?”
-“No me obligues a decírtelo otra vez David”
-“Está bien” dijo él. Finalmente, el comenzó a masajear a los lados de mis senos de nuevo, yo me apoye más a él poniendo mis manos en el tablero y empujando hacia atrás de manera que sus manos quedarán en mi pecho o mejor dicho, sobre mi delgado bikini.
-Mmmmm…. mucho mejor
Mi esposo interrumpió: – “Cariño, nunca me dijiste si querías ir venir a la fiesta de verano de mi empresa”
-ohh, mmm si claro que iremos, le gemí yo, mientras mi hijo masajeaba mis pechos. Mi hijo estaba jugando con mis pezones cuando mi esposo continuo: -“Es en el centro del nuevo club, ellos traerán buena comida y un montón de bebidas y tal vez podamos bailar un poco en la pista de baile”
– Más abajo, hijo
-“¿Qué dijiste?”
-Nada Eric estaba pensando acerca de cuánto tiempo ha pasado desde que me sacaste a bailar. Mientras decía esto las manos de mi hijo bajaban por mi estomago caliente
-Tú sabes cómo me gusta mover mis caderas, cuando termine esta frase arque mi espalda y moví las caderas en el regazo de mi hijo, ayudándome de mis manos sobre mis caderas menee el culo como si fuera una bailarina de stripper bailando sobre algún hombre, solo que ese hombre era mi hijo.
Mi hijo no reaccionaba pero de algún modo no le disgustaba que su madre le hiciera eso, y lo duro de su polla me lo confirmaba, después de todo yo era una mujer con un cuerpo atractivo fuera o no fuera su madre.
Luego mi marido dijo -“Así que, ¿Qué piensas sobre la fiesta?”
– Déjame pensarlo un poco más, bajando un poco más la voz le pregunte a mi hijo: -Como se siente?
– “Muy bien mamá”
– Quieres que me detenga?
– “NO mamá”
-Yo tampoco. Baje mis manos hasta los pequeños nudos de la parte inferior de mi bikini, luego los desate lentamente y luego tire de él, eso dejo mi coñito mojado al aire frío. -Ohhhh… Susurre mientras mi coño caliente se ponía en contacto con el aire frío.
Podía escuchar la voz de mi marido hablando mientras la mano de David buscaba lentamente mi rajita mojada, luego por fin llegó, toco el coñito depilado de su mami y su mano se deslizó de lo mojado que estaba mi coño, lo que me hizo gemir en cada toque de su mano.
-“Debería haberme cambiado” le escuche al fin a mi marido luego de estar tonta de tanta excitación
-Que has dicho Eric?
-“Debería haberme puesto los pantalones secos al salir de la playa, todavía estoy mojado”
– YO también estoy mojada cariño. Dije mientras mi voz se apagaba
-“Estas demasiado húmeda?”
-Sí, estoy MUY mojada
-“Te molesta eso David, tener a tu madre húmeda en tu regazo”
Mi hijo estaba tan absorto jugando con mi coño que le costó contestar, pero por fin dijo:
-“No papá no me molesta, de hecho tenerla encima y mojada se siente agradable, solo que ojala estuviera más mojada para sentir mucho más tibio”.
Mientras decía un dedo se deslizó en medio de mis labios mientras mi coño seguía goteando.
-Mmmmm… gemí de nuevo mientras puse la cabeza sobre el hombro de mi hijo.
Mi hijo subió otra mano pasando por mi abdomen y llego hasta un seno, mientras tenía enterrada una mano en medio de mis piernas la otra ahora me masajeaba un pecho.
YO apenas podía pensar con claridad, mientras el dedo de mi hijo que subía y bajaba por mi coño por fin descansaba sobre mi clítoris. El Toco mi clítoris y lo empujo en un primer momento y luego lo hizo rodar entre sus dedos, yo mientras tanto hacia movimientos circulares de mi culo desnudo sobre el regazo de mi hijo, perdí la noción de la realidad empecé a tocar los mulsos de mi hijo, luego mis pechos y luego mis piernas. No podía soportarlo más.
-Me vengo…. empecé a jadear
-“Que has dicho cariño, no puedo escucharte por la radio”
-“Me estoy corriendo” Dije sin pensar siquiera en lo que estaba diciendo
-“¿Qué?” dijo mi marido
-Me corro…….mmmmmmmmm
Casi grite mientras que mi marido apago la música, mi cuerpo se estremeció cuando los dedos de mi hijo entraron en mi vagina hinchada, yo soy de las mujeres que segregan mucho liquido cuando se corren así que los dedos de mi hijo como mi coño, la parte interior de mis muslos y el bañador de mi hijo estaban empapados de mis flujos.
– “Que dijiste cariño”
– Nada Eric, que mañana empezare a correr de nuevo… dije mareada por el placer
-“Esta bien cariño, me parece una buena idea.” Dijo ajeno al orgasmo que me había hecho llevar nuestro.
-No puedo esperar para que (me) corra de nuevo dije, mientras me recostaba sobre mi hijo, con el corazón
palpitante y con mi chocho contrayéndose de un tipo de orgasmo totalmente nuevo para mi
-“Que tal estas David, haces que tu madre se sienta cómoda?”
-“No lo sé, como te sientes mamá”. El muy cabrón estaba bromeando…
-Por dios, respondí, Estarías muy orgulloso del buen trabajo de nuestro hijo, me está cuidando bien.
-“Eso está muy bien hijo, que cuides a tu madre, continua haciéndolo”
-“Por supuesto papá voy a llegar hasta el final”
-“Sabes” dijo mi marido, mientras golpeaba la tabla de mi hijo con los nudillo, “Esta tabla es mucho más grande que la anterior”.
-Sabes hijo, respondí yo, tu padre tiene razón es bastante larga, mientras decía esto, tenía las manos en medio de mis piernas acariciando la polla de mi hijo sobre su bañador.
-“No sé cómo le das mantenimiento a esta cosa y cómo puedes montar sobre ella” dijo su padre
-“Bueno” respondió mi hijo, “Por lo general se mantienen en su estuche, así que lo primero que tienes que hacer es desenvolverla” Mientras dijo esto yo jale los remaches de su bañador liberando su larga y tiesa polla. Con mi bikini en el piso podía sentir su polla caliente en medio de mis muslos por lo que abría y cerraba mis piernas para darle placer a mi hijo, mientras tanto mi hijo seguía hablando. –“Entonces tú necesitas papá, tratar muy bien a la tabla, yo la froto con cera cada vez que la uso.” Y mientras decía eso yo frotaba su larga polla con mi mano.
Su padre continuo: “Además parece muy dura, como si fuera hecha de madera, tu última tabla que no estaba hecha de plástico o fibra de vidrio?”
-“Si claro papá, esta, es toda de madera”
-“Hay que frotar durante toda la madera suavemente”. Mientras decía eso yo pasaba la polla de mi hijo sobre mi coño lleno de flujos mientras susurraba de placer…
-“Tienes que abrir bien las piernas para conseguir una buena postura”, entonces mi hijo abrió mis piernas, “Luego debes de encontrar una apertura agradable papá”, ahora su pene estaba sobre mi palpitante y mojado coño, “Y luego, lo demás es muy fácil” Y me senté en la polla de mi hijo sin aliento mientras él me penetraba. “Y luego cuando encuentras una buena ola, la montas durante todo el recorrido, no piensas en nada más papá, solo en montarla y disfrutar del momento.” Su polla se deslizaba lentamente sobre mi coño centímetro a centímetro, cuando estuvo todo dentro, hice una pausa para sentirme llena de la polla de mi hijo y sentir esa sensación de tener un buen trozo de carne dentro de la vagina.
-“Me imagino que no todos podrían manejar una tabla tan grande”. Dijo mi marido mientras meneaba la cabeza como inspeccionando la tabla
-“Tienes razón” Dijo mi hijo, temiendo que su padre metiera la cabeza por la pequeña hendidura, aunque eso sería imposible claro, ya que necesitaba perder el control del vehículo.
Por fin yo dije, -para manejar una de esas tienes que practicar mucho, y mientras decía eso movía mis caderas de forma circular sintiendo cada centímetro de mi hijo dentro de mí.
-Yo creo que podría manejar una tabla tan grande. Dije
-“Claro que sí,” dijo Eric, mi marido, con un tono un tanto burlón.
-Hey le dije yo, yo podría montar esa pieza de madera durante todo el día si tuviera que hacerlo. Dije mientras me incline y puse mis manos sobre el tablero y luego comencé a moverme arriba y abajo sobre la polla de mi hijo a unos 75 cm de mi marido.
-“Que crees David” dijo él.
-“Crees que tu madre pueda montar algo así”
-“mm Yo, esto, mmm, yo creo que sí papá, podría hacerlo perfectamente”
Cada vez sentía más cerca clímax de mi hijo, deje de moverme de arriba abajo para continuar restregando mi culo en su regazo con su polla metida en mi coño goteante y mojado, mientras él me tocaba las piernas y los pechos.
“Unnngnhhh…” Un suave gemido vino de la boca de mi hijo, signo de que se acercaba su climax
Sintiéndo que estaba cerca el orgasmo de mi hijo dije algo divertido para culminar el acto.
-Hijo, quisieras venir conmigo mañana a correr, -quisieras correrte, susurre después, mientras me retorcía sobre la polla de mi hijo tan duro como podía.
-“Ho si claro mamá, quiero correr…me contigo”
-Como hijo, irás solo o te corres conmigo? Dije yo burlonamente
-“Quiero Correr-me contigo mamá”
-Seguro que no sentirás pena de correr-te junto a tu madre hijo
“No..” el estaba seguramente de durar hasta el último segundo, “Me correré cuando quieras mamá”
Por fin mi marido dijo: -“De que están hablando?”
-David me dijo que quiere correr con su madre
-“Sí papá quiero correr con mamá”
-“A donde irán a correr” dijo mi marido totalmente ajeno a que en cualquier momento nuestro hijo me llenaría de
semen.
-Siempre y cuando corramos juntos no hay problema donde vayamos, le dije yo, Verdad hijo?
-“Claro mamá!” dijo mientras su polla exploto con una gran cantidad de leche que me lleno por completo el coño, tuve que detenerme en el tablero de la contracción de la ingle de mi hijo.
-Me gusta cuando nos corremos juntos le dije al fin… mi voz era temblorosa y apagada, mi coño apretó alrededor de su polla mientras me venía con él. Mi coño palpitaba con cada ráfaga de leche que escapó de su polla, moví mis caderas por unos minutos más para sacarle a mi hijo hasta la última gota de leche. Mis jugos vaginales y el semen de mi hijo empezaron a salir combinados de mi coño.
-“Tienen hambre” dijo mi marido
-Me siento muy llena ahora, le dije
-“Estoy bastante cansado papá”, mejor otro día
Después de la tremenda corrida me puse de nuevo mi vestido pero sin ropa interior, teniendo cuidado de mantener el pene de mi hijo dentro de mi hasta que llegáramos a casa.
-“Deberíamos hacer esto más seguido” Dijo mi marido, la voz de mi marido se sentía bastante lejana.
-Estoy de acuerdo le dije, y a ti David, que tal te pareció?
-“Muy bien mamá, podría hacerlo todos los días”
Me deje caer sobre el regazo de mi hijo, mientras él me agarro un pecho mientras con la otra mano seguía tocando mi coño haciéndome correr por última vez, ya muy cerca de casa
Cuando llegamos a casa después de bajar las cosas, estaba en la cocina con mis muslos pegajosos y mi coño mojado y lubricado de semen. Luego mi marido me dijo que tenía algo en la pierna, yo me vi y era un poco de leche de mi hijo, yo simplemente lo tome y me lo esparcí por la pierna, le dije
-Es un poco de crema bronceadora.