Tengo una prima, la cual es muy caliente, siempre me hablaba de sexo y yo era un inocente crio.
Lástima que lleva años que se fue a vivir a otra ciudad. Pero hoy les quiero confesar y platicar un poco de ella.
Hace ciertos años, ella vivía casi enfrente de mi casa, ella era más grande que yo. Yo tenía 12 inocentes añitos, ella tenía 18. Siempre iba a mi casa, y se ponía a platicar conmigo. Siempre me decía que era una chica muy caliente y de plano se ponía a platicarme lo que hacía con su novio, con todo lujo de detalles. Así fue durante dos años. Siempre iba a mi casa y se ponía a platicarme como se la metían sus novios, como le hacían sexo oral.
Recuerdo la vez que me contó como un novio se corrió dentro de ella una y otra vez. Yo era muy inocente y jamás me le insinué a ella. Incluso recuerdo cuando yo tenía 14 inocentes años, un día llegó a mi casa, ella usaba un short de lycra blanco y una playera corta. Entró a mi cuarto y me dijo:
– ¿Qué haces?
– Nada, leyendo una revista de computadoras
– ¿te gustan las computadoras?
– Si –le dije–
Y Como siempre, empezó hablarme de sexo. Y de pronto me preguntó:
– ¿Solo tienes revistas de computación?
– Si solo tengo de computación –le dije–
– Pensé que tenías otro tipo de revistas…
– ¿Como qué tipo de revistas?
– Ay, ya sabes, de esas muy cachondas. ¿Tienes?
– Ah, sí tengo
– ¿Tienes revistas pornográficas? A ver, muéstramelas.
Fui corriendo a donde las escondía y saqué unas tres y se las mostré. Ella se emocionó al ver que yo tenía revistas porno. Y me dijo
– ¿Me las prestas? Estoy muy aburrida y quiero leerlas…
Mientras me decía eso con su mano se tocó su vagina disimuladamente. Le di las revistas y alrededor de una hora después regresó a mi casa, toda extasiada y sudando y me devolvió mis revistas. Yo un era muy inocente para pensar que se había masturbado viendo mis revistas porno.
Ella siempre usaba shorts de lycra cortitos y muy ajustados, le quedaban tan pegaditos que se le marcaba bien rico su vagina, se le marcaba perfectamente el contorno de su vagina y su rajita se le marcaba muy bien. Siempre usaba así los short de lycra y muchas veces los usaba blancos, semitransparentes, que le podía ver la tanga perfectamente bien. A veces ni tanga usaba, y con los short de lycra tan pegaditos, podía ver perfectamente su vulva muy abultadita y rica.
Ella siempre venia y me saludaba y disimuladamente se tocaba su vagina. Ahora me arrepiento de haber sido muy inocente a esa edad (yo tenía de 12-14 años), me la hubiera podido coger a diario. De lo que no me arrepiento es la vez que me masturbé oliendo su short de lycra.
Un día llegué a mi casa y vi que ella había estado en mi cuarto, había dejado uno de sus short de lycra que ella usa. Era un short de lycra color negro. Me llamó la atención ver que lo hubiera dejado en mi cuarto, lo agarré y lo olí en la parte de su vagina. Olía riquísimo, delicioso. Se ve que había usado ese short de lycra directa sin tanga, que dejó muy impregnado el olor de su vagina. Olía muy fuerte y bien rico. Al sentir ese delicioso aroma inmediatamente se me puso más dura que el acero y me empecé a masturbar bien rico, oliendo su short de lycra. Lo olía, lo lamía y me lo frotaba en la verga.
Cuando me vine, no aguanté la tentación y me vine en su short de lycra, ahí le eché toda mi leche en su short de lycra en la parte de su vagina. Se lo dejé bien embarrado de semen. Y volví a dejar el short donde estaba.
Esa tarde me fui a clases, cuál fue mi gran sorpresa más tarde al volver, vi que ya estaba usando ese short de lycra, el que ella había dejado en mi cuarto y que yo me masturbé echándole toda mi leche. Inmediatamente me puse nervioso, creí que me iba decir algo, ya que el semen había quedado demasiado obvio. Cuál fue mi sorpresa que jamás me dijo nada.
Años lleva que no la he vuelto a ver. Pero por siempre, seguiré pensando en mi prima, la caliente y muy cachonda que usaba sus short de lycra cortitos.
Gracias por leer. Si eres chico y has hecho lo mismo o si eres chica y te gusta el tema, pueden escribirme y platicaremos más. Aun tengo mucho más por confesar y contar.