Mi nombre es José, soy de jalisco, México y les voy a contar como inicie en el mundo de la zoofilia con mis borregas.
Yo tenía 19 años en ese entonces y me habían regalado 2 borregas peliguey uno de mis tíos (que también criaba este tipo de animales).
Además me aconsejo que les buscara un semental porque ya estaban lo suficientemente grandes para que se reprodujeran a lo que yo le conteste que buscaría el adecuado para ellas. A las borregas las tenía en un terreno bardeado propiedad de mis padres al cual había acondicionado para que fuera el corral, así que la gente no podía ver hacia adentro por la alta barda que lo rodeaba. Los días pasaban normalmente, hasta que un sábado por la tarde, mis padres me dijeron que saldrían de viaje el siguiente día a Guanajuato, por lo que me dejaban las tareas que realizaría en su ausencia.
Ese día por la noche no me podía dormir razón por la que me conecte al internet y me puse a buscar porno y en uno de esas búsquedas, me apareció una página de zoofilia, la cual visite y me calentó ver como varios sujetos cogían con todo tipo de animales. De ahí en delante, mi mente se empezó a llenar de pensamientos muy cachondos en donde imaginaba que me cogía a un animal. Al día siguiente (domingo muy temprano) me levante y mis papas se despidieron de mi y me avisaron que vendrían por la noche. Al recordar lo que había visto por la madrugada, me empecé a poner muy caliente y sentí que no debía desaprovechar la oportunidad que me ofrecían mis padres al marcharse. Sin dudarlo me dirigí al lote donde tenia a los animalitos (estaba a las orillas del municipio razón por la que casi no había gente viviendo cercas de ahí) abrí el portón y lo cerré por dentro y me acerque lentamente hacia una de las borregas, claro que se asustaron y empezaron a correr, pero con maña logre atrapar a la mejo.
Era la más bonita de las 2, tenía un cuerpo muy desarrollado y tonificado, tenía una vulva muy preciosa y a lo que veía, estaba en celo. La amarre con un mecate y ella se dejo caer al suelo. Ya teniéndola abajo, yo estaba muy nervioso y caliente, sentía un temblor en todo mi cuerpo; rápidamente con mi mano derecha empecé a acariciar su vulva que la verdad estaba muy calientita. Empecé a frotar mis dedos con sus labios y note como poco a poco la borrega empezaba a respirar cada vez mas rápido; yo seguía desenfrenado masturbando su picha y poco a poco empecé a hundir uno de mis dedos dentro de ella. Me costaba mucho trabajo meterlo, pero sentía como su interior era muy húmedo, caliente y como sus músculos de la vagina se contraían ¡la borrega gemía dulcemente! Estuve acariciando por unos minutos, también lubricaba con mi saliva para que se dilatara más ese esquicito agujero; sentía como mi verga estaba muy dura y creí que era el momento justo para empezar mi malicioso plan.
Entonces me arrodille, me desabroche el pantalón, me baje el bóxer y tome mi gruesa, cabezona, venuda y peluda verga con mi mano y la dirigí hacia su picha. Sentí como el placer recorría todo mi cuerpo cuando mi glande toco su vulva, poco a poco empecé a hacer presión sobre su sexo y mi verga empezó a entrar lentamente. Sentía que llegaba al suelo, sus paredes vaginales presionaban mi pene, su interior era tan caliente y jugoso que sentía que reventaría inmediatamente.
Mis centímetros se hundían dentro de ella y ya nomas jadeaba rápidamente sacando su lengua, empecé a meter y sacar lentamente para no venirme pronto por unos 3 minutos hasta que note como su orificio se había dilatado tanto que mi verga se deslizaba sin problemas hacia su interior. También sentía como los líquidos vaginales de la borrega empapaban mi camote. Me sentía en la gloria. Después empecé a bombear rápidamente hasta escuchar el ruido que producía el aire que entraba a su coño y salía por la presión de mi herramienta. Perecía que la borrega se estaba muriendo pues respiraba exageradamente y sus ojos se perdían en la nada, eso me causaba mas calentura y seguía penetrando tan fuerte como podía, también escuchaba el ruido que se generaba por el choque de mis testículos con sus genitales. Y en una de esas embestidas, me vine, arrojándole chorros y chorros de leche dentro de su vagina. Me estuve pegado con ella hasta que mi verga se empezó a encoger y al sacarla de adentro de ella, vi como la leche escurría de su vulva.
Después me pare, me subí los bóxer, abroche el pantalón y desamarre la borrega; les eche de comer y me retire de aquel lujurioso lugar.
Desde entonces me he estado cogiendo a esa borrega 3 o 4 veces por semana cuando tengo tiempo, pues la universidad me ha tenido muy ocupado. He cogido con mas borregas y algunas perras, pero esa es otra historia!, la verdad me gustaría coger con burras y yeguas pero no se ha dado la oportunidad; espero que pronto se me cumpla el deseo.
Espero les haya gustado mi relato, espero sus, comentarios y sugerencias; también platicar acerca de este deseo sexual e intercambiar material. Me gustaría conocer mas acerca de este fascinante mundo de la zoofilia, si existe alguno o alguna que me pueda ayudar, pues eh hora buena tíos!