Al término de una fiesta familiar, 50 años de matrimonio de mis padres, hermanos, hijos sobrinos, parientes cercanos y lejanos, una fiesta en grande y como tal, pocas habitaciones y lugares de descanso… Pero la improvisación y creatividad permitieron que la mayoria se acomodara a un sueño corto pero reparador, para seguir con las actividades de esparcimiento al día siguiente….
Las señoras y señoritas y pequeños fueron acomodadas por la abuela en lugares seguros utilizando lomejor de piezas de cama que había en casa (casa de mis padres, los festejados), los hombres y jóvenes debían acomodarse donde pudieran, algunos en cuartos con camas pequeñas, otros en los sillones y sofas, y los más festejeros permanecieron en el bar y la cocina continuando con la conversa y la borrachera.
Yo estaba muy cansado, estuve de anfitrión, mi cuerpo estaba un poco ya adolorido y claro a mis 44 años ya se pierde la energía más rápido. Y por supuesto pensaba en lograr un buen lugar para un descanso, buen conocedor de la casa, y sabiendo que nadie habría pensado en el lugar que yo tenía en mente, lograría un sueño muy reparador… Estoy hablando del bodegón de herramientas donde hay un cuarto que usa el jardinero, de cuando en vez, ya que su actividad ya no es tan pesada, prefiere pasar las noches en casa de su familia, asi también trabaja menos en casa, pues si estuviera aquí seguro andaría haciendo actividades. Ese es un cuarto dormitorio muy versatil, pues ademas de una cama de plaza y media, tiene una mesita una sillón, además de un lavabo incrustado, para hacerse aseo de mano, y un muy buen espejo, baño no tiene, por lo que hay que acudir a la casa principal. Ya en camino a aquel escondrijo, a mi pesar me encuentro con mi sobrino que está sentado en una jardinera junto a otro chico que no conozco por ahora, no saben donde dormir… Y repito muy a mi pesar tuve que compartirles el lugar, mi lugar.
Ya dentro del cuarto, hubo que decidir como dormir, finalmente luego de algunas discusiones, se decidió que mi sobrino y yo a la cama y el amigo en el sillón (que no era nada cómodo). Asi obramos, claro no había pijamas de dormir, mi sobrino y yo nos metimos a la cama solo en calzones, el chico amigo decidió dormirse vestido. La cama igualmente es ancha caben bien dos personas, incluso tres, pues cada uno se tumbó a cada orilla de ella. Yo me dormí, los chicos siguieron despiertos y hablaban muy quedo, ni los oía.
Mi sobrino en ese momento tenia como 19 años, era un muchacho tímido, pero inteligente, ya estaba en la U y era un excelente alumno, su madre baboseaba por el, y su amigo se notaba menor que el. Igualmente yo no tenía contacto con el, por la poca sociabilidad existente en nuestra familia, además que yo tengo tres hijos pequeños y quitan todo el tiempo del mundo.
Bueno, les relato que ya había luz del alba, cuando sentí que mi sobrino estaba tan cerca de mi que no pude darme vuelta en la cama, pues yo acostumbro a dormir de lado y muy cerca del borde de la cama. Claro habia acontecido que el chico amigo se habia acostado también en la cama, pero encima de la cobertura y mi sobrino tuvo que ponerse al medio. como no pude darme vuelta en la cama y estaba casi colgado de caerme de ella, me acomodé hacia atrás, pero con esa acción roce el cuerpo casi desnudo de mi sobrino, y bueno el mío también, que cuando senti su piel rozar con la mía me provocó una sensación extraña, y que la pensé como desagradale, incluso sentí hasta su miembro rozar parte de mi cuerpo.
Me retiré, como pude me di vuelta en la cama y quedé enfrente de el, fue una actitud de defensa -no me ataquen por la retaguardia, mejor de frente- , no se si el estaba dormido, pero al igual que yo se dio vuelta en la cama y quedó dándome su espalda, claro no podía moverse mucho hacia su lado pues su amigo dormia sobre la cama y no permitía levantar la cobertura. Bien, despierto y con la cabeza un poco abombada como emborrachado de no entender o no querer saber que estaba pasando me quedé quieto en esa posición, pero ahora en vez de sentir la piel de mi sobrino por mi espalda, comienzo a sentir primero su espalda en mi torso desnudo… luego sus nalgas pero con calzones en mis piernas, estaba muy nervioso y quieto, no quería pensar que estaba pasando… yo quieto, el se movía o se echaba hacia mí lenta y suavemente y empujando sus nalgas a mi pene que sin yo poder controlarlo crecía y endurecía dirigido a esa cavidad, no sabía si emprender un empujón o seguir quieto, pero no hubo necesidad, pues mi pene erguido y enfurecido comenzó a moverse como si levantara un dedo, y el muchacho se bajó sus calzones y movia suavente sus nalgas en mí…
Ahí desperté definitivamente y me di cuenta que el quería ser penetrado, pero estaba su amigo sobre la cama, no podía correr ese riesgo, solo le acaricie con mis manos su cuerpo, para decirle un si, y acto seguido, como ya amanecía, le le dije quedament que me levantaba pues tenia harto que hacer. Asi lo hice. Le ofreci traerle un tazon de café y un sandwich, cuando volvi de la cocina con lo ofrecido el muchaco amigo se había despavilado y estaba con su mochila a la espalda y me dice que se va, y saldrá hasta la carretera a tomar un bus, se tomó su cafe, se despidió y partió, lo vi cerrar el portalón. Acto seguido tomé los pocillos vacíos para llevarlos a la cocina, y ante de salir mi sobrino, me dice: no te vayas tío, métete en la cama. Estuve un tiempo pensando, no se cuánto… Me aturdí, me desvestí, todo en silencio, me metí en la cama, no tuve que tomar iniciativas ni preguntar ni ordenar, el muchacho se había puesto boca abajo, totalmente desnudo, en la cavidad de sus nalgas había un brillo muy húmedo, sólo tenia que ponerme sobre el… asi fue,
Luego de muchas caricias, en sus espaldas su abdomen su pechos y su nalgas, mi pene como si fuera guiado por esa humedad cremosa entró por ese esfínter suave y carnoso, apretado pero sin dolor, solo mucho placer, el vaivén suave y placentero al principio solo el glande, sin darme cuenta tenía sus nalgas regordetas apretadas contra mi pubis, ya no había más que empujar, estaba todo dentro de su sus entrañas que me provocaba un goce indescriptible con el meneo de su trasero en círculos que prácticamente me dejó sin aliento ni lechada para dar y luego lleno de caricias prometiendo repetir cuantas veces los deseara…. Una experiencia inolvidable placentera y lujuriosa….. Ahora solo espero que este placer sea muy privado, para no provocar daño a otros.