Ya en la ducha, con mi abuela desnuda de frente a mi, que por cierto es de esas abuelas, que parece que no pasan los años por ella, me empezó a enjabonar por la espalda, bajando hasta llegar a mi culito, gordito y respingon, se entretuvo en rato frotándome el trasero, abriendo mis nalguitas, y metiendo su mano hasta tocar mis bolitas.
-. Tienes un culito precioso, me encanta tocarlo, te gusta cariño? -. Si, abuelita, – mi vergita se había vuelto a poner tiesa, y a mi medaba un poco de apuro.
Mi abuela estaba sentada en la bañera, y cuando me dio la vuelta para enjabonarme por delante, yo estaba con mis manitas tapando mi colita, recuerdo que en esa primera experiencia sentía mucha vergüenza, pena, pero ella me separo las manos, dejado al aire mi pene.
-.ho cariños se te a puesto dura otra vez. Ven ponte aquí.
Ella me abrazo, con una mano en mi cabeza que estaba sobre sus pechos, y la otra sobre mi culito, que empezó a acariciar, mientras yo había puesto mi mano sobre uno de sus pechos, y los sobaba y pellizcaba su enorme pezón, que pronto se puso duro. Mi colita se había quedado a la altura de su pubis, y recuerdo que empezó a mover mi culito de arriba abajo, de forma que mi pene se frotaba con su rajita, no recuerdo si se la metí en ese momento, pero si recuerdo que me corrí otra vez y ella dio un gran suspiro. Luego nos aclaramos los dos, del jabón, de sudor, y de mi semen.
Aquella noche dormí con mi abuela, los dos desnudos en la cama de ella, nos tapamos con una sabana, se durmió pronto, pero yo todavía tarde un rato en conciliar el sueño, mi abuela estaba de espaldas a mi, y yo me acurruque cerca de ella, notando su piel suave, fresca y limpia, y que olía muy agradable, todavía siento su olor, la abracé, poniendo mi mano sobre uno de sus pechos y ella mi cogió la manita, entre sueños, apretándolo contra ella, yo me acerque mas hasta notar como mi colita se ponía dura otra vez y se metía poco a poco por la raja de su culo, empecé a mover la colita, para meterla mas a dentro, para sentir su acogedor calorcito, pero estaba tan cansado que me quede dormido en esa maravillosa postura.
Yo tenia entonces 12 años, y fue mi despertar de la sexualidad, de mi libido, y desde que esto paso, mi libido ha ido en aumento. Siempre fui un chico normal, aunque un poco gordito, sin llegar a estar gordo, mi culito respingon era lo que mas me gustaba, por que por desgracia no tengo un pene muy grande, mas bien pequeño, solo llega a los 13 cm, cuando esta empinado, y en reposo, es casi mas gordo que largo, simembargo no se cansa, y por el contrario tengo una lengua bastante larga, cosa que parece que da mucho gusto.