La historia que voy a contarles me sucedio como a la edad de trece años; hoy en dia tengo cuarenta y todavia me gusta recordarla e inclusive masturbarme con ese recuerdo. Transitaba yo por la ciudad y necesite montarme en un autobus para llegar a casa, asi que tome uno que transitaba por toda la avenida principal, sentandome en un puesto que daba hacia la ventana y un poco hacia la parte trasera del bus; sucedio que a mi lado se sento un hombre con un periodico en la mano, el cual abrio y comenzo a leer, extendiendolo completamente; pasado un momento senti una pequeña sensacion pero sin entender a que se debia; luego tras sentirla varias veces mas, note que el hombre al leer el periodico mantenia su mano izquierda sujeta a la punta de la hoja del periodico extendido, tomandola solo con sus dedos indice y pulgar y los restantes tres dedos se posaban sobre mi pantalon, muy serca del cierre y presionando suavemente sobre mi pene, el cual comensaba a pararse por lo sabroso de la caricia; notando que el señor parecia no percatarse de aquello ya que no volteaba sus ojos del periodico trate de mantenerme tranquilo, pero aquellas puntas de sus dedos y las uñas de los mismos continuaban un movimiento ritmico y suave de arriba hacia abajo e hizo que me moviera un poco del asiento donde me encontraba resultando con esto que mi pene quedo completamente hacia arriba dentro de mi pantalon y me hizo dar un suspiro, lo cual sintio mi acompañante, ya que asomo una sonrisa de sus labios; seguidamente, este continuo con el movimiento de sus dedos, pero esta vez bajandome el cierre poco a poco hasta lograr introducir sus dedos, primero por dentro del pantalon y luego por dentro del interior, alcanzando mi pene erecto y comenzandolo a acariciar suavemente de arriba hacia abajo con aquellos maravillosos dedos que tanto placer me provocaban; ahora era yo el que comensaba a moverse de arriba a abajo para disfrutar aun mas de aquellas caricias logrando con esto que mi pene se saliese completamente hacia afuera lo cual hizo que aquel volteara, sonriera viendome ahora a los ojos pero tapandome con la hoja del periodico para no ser vistos; a todas estas ya habiamos pasado desde hacia rato mi parada y saliamos hacia las afueras de la ciudad lo cual comenzaba a ponerme nervioso, pero en ese momento acercando su voz a mi oido me dijo «bajemonos aqui para terminar con esto»; no sabia que queria decir completamente, pero accedi y guardandomelo bien parado como lo tenia, sali del autobus tras el, cruzamos la avenida y nos encontramos a la entrada de un camino bastante solitario que se dirigia a un parque, el cual estaba cerrado a aquella hora de la tarde, nos desviamos hacia la derecha y nos internamos por unos matorrales, quedando ocultos a la avenida y al camino; entonces nos detuvimos se coloco frente a mi y acerco su cara, apenas adverti lo que iba a hacer cuando comenzo a besar mis labios, abrazandome y pegandome contra si, esto en verdad me gusto, cerre mis ojos y abri mi boca para que metiera su lengua, lo cual hizo inmediatamente; entonces bajo su mano, desabrochando mi pantalon y bajandome el cierre, metio su mano por mi interior y comenzo nuevamente a acariciarme desde la cabecita hasta las bolas, poniendomelo inmeddiatamente firme, entonces se agacho y metiendoselo completamente en la boca comenzo a chuparmelo, a lamerlo, a besarmelo, todo lo cual me provocaba oleadas de placer indescriptibles nunca antes sentidas por mi; despues, al notar que estaba a punto de acabar se bajo completamente los pantalones y volteandose me dijo «metelo ahora» colocandome un poquito mas de saliva en la punta, se lo puse por detras y se lo meti poco a poco, disfrutandolo completamente hasta introducirselo todo, comensando a movernos ritmicamente al principio y luego con frenesi, ya que sentia que iba a acabar estire mi mano y agarandole su miembro comense a acerle la paja, en ese momento senti que explotaba de placer, me aprete aun mas contra el y luego senti que el tambien arrojaba un chorro caliente al momento que decia «sigue, sigue, que rico, ahhh, AAHHHH. Luego nos vestimos, el volvio a besarme y yo a jugar con su lengua un rato, salimos nuevamente a la avenida, nos despedimos y tomamos rumbos diferentes, al punto que nunca mas volvimos a vernos, pero me quedo este grato recuerdo que hoy les traje. Mas adelante algun dia, podre comunicarles otras muchas que tambien puedo recordar hoy. Enhorabuena por su excelente página, ya la he recomendado a siete amigos. QUE LO DISFRUTEN, CHAO.