MI HERMANA Y YO II

Esa mañana me levanté muy temprano, como las 6:30 a.m., decidí salir a dar una vuelta, pasé al baño para asearme la cara y los dientes, regresé a mi cuarto para ponerme una pantalonera, me quité el babydoll que llevaba puesto,y con mis senos al descubierto me puse una miniceta y sin nada de bikini, me puse una pantalonera de algodón que era bastante cómoda, salí de mi cuarto y empecé a caminar afuera de la casa, pensando en todo lo que había hecho el día anterior, me dije «Será normal lo que me está sucediendo», pero mi instinto sexual me decía que era lo más delicioso que me había podido pasar ese fin de semana. Pasando por las ventanas del cuarto de mis padres, decidí observar que hacían, mi padre estaba durmiendo en la cama con la sabana dejando al descubierto su espalda, se notaba que no tenía nada de ropa puesta, pero mi madre no estaba, entonces traté de buscarla desde la ventana, pero no la lograba ver, me dije «Habrá entrado al baño», entonces me acerqué a la ventana del baño, vi que estaba sentada sobre el inodoro creo que estaba meando, tenía puesta una playera bastante larga, y un calzón negro enorme estaba por sus tobillos, cuando empecé a ver en su cara una sensación extraña, me pregunté que le sucedía, traté de ver que era. Ella se quitó la playera que usaba para dormir, quedando sus senos al descubierto, tenía unos senos enormes y sus pezones parecían balas, estaban erectos y bastante grandes, por lo que intuí que estaba excitada, en eso se levanta, se acerca a su maleta y saca un consolador de un tamaño enorme, era de hule con dos cabezas en los extremos, me dije «Será posible que mi madre sea capaz de esas cosas», entonces lo que empecé a presenciar es lo que más me ha excitado en toda mi vida: Mi madre se sobaba sus pezones y los mojaba con su saliva, se frotaba el consolador en sus senos, tenía esos pezones que ya estallaban. Se frotaba entre sus piernas y frotaba su ingle, ella ya tenía celulitis en sus muslos, pero eran cosas que no le molestaban, se metía los dedos en la boca para humedecerlos y se frotaba todo su cuerpo, con su calzón puesto de color negro, se metía la mano adentro sobando sus nalgas y también frotaba su vagina, me sorprendía eso. Yo me metí la mano dentro de la pantalonera de algodón, para sobarme también, fue cuando mi madre se metió entre su boca el consolador y lo lamía con un erotismo increíble y sacaba su lengua y humedeciendo el consolador se bajó el calzón y se lo sobaba por toda su vagina, sin introducirlo, cuando yo me sobaba y me estaba introduciendo mis dedos, me vino un orgasmo y dí un grito.

Mi madre reacciona ante el gemido que di, se levantó y se acercó a la ventana, (yo sin poder correr a ningún lado) y me dijo «Qué haces aquí», le respondo «Estaba observando el paisaje cuando te vi y fue inevitable irme, quise ver como te excitabas», ella vio entre mis piernas y salía por las orillas un líquido blanco, ella me dijo «Estas excitada», le respondí, «Si», entonces ella me dijo desde su ventana, «Espera». Salió de la casa para llegar a donde yo estaba, y me preguntó «Has tenido relaciones sexuales antes??», le dije muy tímida que nunca, no podía decirle lo que sucedía entre mis hermanos y yo, me respondió «Quisieras experimentarlo conmigo, no pienses mal, me dijo, esto es muy normal entre madres e hijas», le dije, «Ya se lo has hecho a Carol??», me dijo que no, que me miraba más atractiva a mi. Se acercó y tocando mis brazos me alzó la cabeza con su mano y acercó su boca hacia la mía, abriéndola con su enorme lengua que me llegaba casi hasta las amígdalas, ella jugaba con su lengua dentro de mi boca, yo estaba nerviosa, se separó muy lentamente jalándome mis labios con su boca, y me dijo «Quieres quitarte la miniceta» para que mis senos se miraban un poco, le dije que si, y levanté mis brazos para dejarla salir, ella se acercó a mis senos y empezó a introducirlos en su boca, ella succionaba como lo hacía mi hermanito, y me dijo «Haremos que te crezcan mija, como las mías», ella de rodillas me mamaba los senos y con sus manos agarraba mis nalgas, empezó a meter sus manos entre mis pantaloneras, me dijo «Hija, que quieres hacerme tu a mí», le dije que quería besar su vagina, ella se agacho abrió sus piernas y me dijo «Hazlo», me agaché y me introduje entre sus piernas, empecé a besar sus muslos y sus entre piernas ella me tocaba toda con sus manos… Con mis manos abrí sus labios que eran bastante gruesos, metí mi lengua que jugaba con su clítoris y ella hacía contracciones con su cuerpo, como que le estaba dando en donde ella quería!!, me dijo «No pares!!», entonces decidí meterle mis dedos, empecé con mi dedo índice, sentí que no le llenaba, introduje dos dedos, ella se movía mas rápido, metí el tercero y ella me dijo «Suave hija, no querrás que sangre».

Me dijo «Quieres usar el consolador», le dije que si, me dijo introdúcelo en tu vagina lentamente, lo fui haciendo hasta que sentí que topaba, aun faltaba mucho del consolador, ella me dijo «Eso es normal, todavía te estás desarrollando, ya te cabra toda algún día», como el consolador tenía dos cabezas ella agarró el extremo y empezó a introducírselo, cuando sentí ella estaba pegada a mi, me dijo «A mi si me cabe» sentí como sus labios rozaban los míos y ella me dijo «Estas por venir, verdad??», le respondí que si, me dijo «Si quieres suéltalo y mójame a mi también», obedeciendo lo que me decía, lo solté y nos mojo a las dos y ella se vino también y estabamos empapadas de nuestros líquidos, decidimos lamer mutuamente nuestras vaginas, creo que mi madre supo tocar mi punto más débil, ella se levantó y me dijo, «Ve a bañarte y esto será nuestro secreto» dándome un beso muy apasionado.

Ella se alejó y se fue hacia su cuarto, levanté mi pantalonera y me iba hacia el baño, cuando en eso sale mi hermana de su cuarto y me dice «Qué haces levantada y no has llegado a mi habitación», le dije que no tenía ganas de hacerlo tan temprano y me dijo viéndome, «Qué has estado haciendo», le dije que estaba un poco excitada y me tocaba, me dijo «Harás que me excite», le dije «Créeme que lo haremos más tarde», dándome la vuelta me fui hacia el baño, encendí la regadera para que cayera agua tibia, mientras me quitaba la pantalonera y la miniseta, y me duché quitándome todo lo ligoso que sentía en mi cuerpo, pensando en lo que había sucedido, «Era mi madre» me dije, sintiéndome muy mal, pero a la vez muy bien, ya que nunca nadie me había hecho sentirme así.

Llegando el medio día, nos reunimos en el comedor para almorzar, ya que todos se habían levantado tarde, mi padre se había levantado hacía como 5 minutos, despeinado y en una pantalonera y su playera; Mi hermanito en un jeans y una camisa con botas vaqueras; Mi hermana en un vestido corto floreado sin sostén, era bastante escotado, con un sombrero de rosas; Mi madre en un pantalón de seda, con una blusa con los 3 primeros botones al descubierto y un sostén de copas grandes; Yo me había puesto un leotardo de los que usaba para ir al gimnasio, con una licra puesta encima para tapar el leotardo en mis caderas, era de color blanco con azul, muy lindo y bastante apretado. Empezamos a comer y platicar como que si nada hubiera pasado entre nosotros, solo sentía como mi hermana me miraba como esperando poder hacerlo conmigo.

Mi padre dijo que estaba cansado del calor y que quería regresar a casa ese mismo día, y nos preguntó que pensábamos, mi madre le respondió que si, y mi hermana que quería regresar a ver a su novio le respondió que no había problema, entonces mi padre dijo «Preparen sus maletas que partiremos dentro de 30 minutos». Todos levantándonos de la mesa, nos dirigimos a nuestras habitaciones, llegué a mi cuarto y empaqué todo, cuando salí hacia el automóvil. Ya todos estaban ahí, guardamos las cosas y nos montamos al automóvil, fue cuando mi padre dijo «Fue un fin de semana muy lindo, no lo creen??» y todos dijimos que si.

Llegamos a casa y pasaron los días, como a los 15 días mi hermana se acercó a mi y me dijo «Sabes?? Olvida lo que paso aquel fin de semana», le respondí «Por qué??», me dijo «No quiero confundir mi sexualidad, me gustan los hombres y no podré cambiarlo», sin discutir le dije que no había problema, lo pensé también para mi y decidí no tocar más a mi hermanito, con el cual lo practicaba desde hacía mucho tiempo.

Fue cuando un día en mi cuarto como a las 2:00 a.m. oigo entrar a alguien en mi habitación, me doy cuenta que era mi madre, me dice «Puedo hablar contigo un momento», le digo «Claro, dime», y me relata que mi padre desde que fuimos de fin de semana no la tocaba, que por eso ella recurría a la masturbación y me dijo «Ya no quiero seguir masturbándome», me dijo «Harías el amor conmigo??? Estoy cansada de no tener contacto sexual», asombrada de las palabras de mi madre accedí, ya que me excitaba muchísimo la idea y yo tampoco había tenido relaciones con otra chica desde esa vez.

Desde ese día mi madre y yo nos hemos relacionado casi cada dos días, es lo mejor que me ha sucedido, y espero que siga así por mucho tiempo.

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