Las penetraciones fueron múltiples
Este relato sucedió hará unos años, recuerdo que fue una noche que salí de fiesta en Sevilla con mi en aquel momento novia, se llamaba Diana, era una chica alta, delgada, hermosa, con buenas tetas, y con un culo fuerte.
Esa noche transitábamos con el coche para volver a Huelva por el centro de la ciudad, hasta que mientras hablábamos nos perdimos, y nos metimos en unas calles desconocidas para nosotros. En un momento empezaron a aparecer travestís, algunas guapas y otras feas, con diferentes ropas y algunas incluso mostrando los pechos.
Cuando cruzado la calle, Diana me dijo que diéramos otra vueltita, que le parecía curioso ver eso, acepté y di la vuelta, hasta que al pasar por al lado de una travestí, era rubia, alta, con buenos pechos y un cuerpo muy atlético, mi novia me dijo que parase un momento, estacioné, y bajó la ventanilla, ella se acercó y empezaron a conversar las dos, ella se llamaba Virginia, a mí me daba un poco de vergüenza. Pasado un rato de charla, oí que mi novia le dice que suba, abriéndole la puerta de atrás, al momento me ordena Diana que vaya a donde ella dijera, la cual nos guió hasta un hostal cercano.
Durante el trayecto, la travestí que estaba sentada atrás, empezó a manosearle los pechos a mi novia, la cual comenzó a dar pequeños gemidos, tipo perrita en celo, pasado un tiempo, le empezó a tocar las tetas por dentro del sujetador, yo casi ni podía conducir de lo caliente que estaba, la chica me miraba y me decía que esperase un poco, que para mí también había.
Cuando llegamos al hostal, entramos en la habitación y Diana me sentó en una silla junto a la cama, a continuación se fue hacia la travestí y la desnudó, dejando al aire sus abultados pechos y su verga, mi novia se abrió la camisa, dejando ver su blanco sujetador, seguidamente se puso de rodillas y le empezó a lamer los testículos lentamente con la lengua, fue subiendo hasta la cabeza, entonces abrió bien la boca y se metió la polla de Virginia, cada vez más adentro, entraba y salía, le gustaba, no le molestaba. Mientras se la iba chupando, Diana se fue desvistiendo hasta que quedó desnuda al completo.
Seguidamente, mi novia me llamó, y al ir, me empezó a chupar la polla, estaba deseosa, disfrutando, mi cara no disimulaba el placer, más aun cuando Virginia también se acercó, y entre las dos me la chupaban, una los testículos y la otra el pene, y después al revés.
Me estaban pajeando deliciosamente, eran unas buenas elementas ambas, hasta que lograron que no aguantara más y acabé, solté todo mi semen. Mi novia se apartó rápidamente, casi ni se manchó, sin embargo Virginia le siguió dando, tragando leche y chupándome la verga hasta dejármela limpia, sin restos de mi semen. Cuando terminó se fue al baño a lavarse un poco.
Al rato volvió, Diana se acercó a ella, se miraron y se empezaron a besar, las dos sacaban sus lenguas y se entrecruzaban, ambas estaban desnudas, me miraban y me preguntaban si me gustaba lo que veía, yo decía que sí, ellas juntaban sus pechos y empezaban a frotárselos. Tras un rato de escena lésbica, Diana me miró y me dijo que ahora le tocaba a ella disfrutar, que deseaba sentir a dos hombres, se puso a cuatro patas, agarró la polla de Virginia y se la empezó a chupar, a la vez yo le fui metiendo mi verga en su coñito húmedo, hasta que entró entera, después le fuimos poniendo ritmo a la cosa, hasta que este llegó a ser súper intenso, incontrolable.
Así estuvimos un tiempo, hasta que cambiamos de posición, yo ocupé la de Virginia, Diana me la mamaba placenteramente, me la chupaba, y ella penetraba a mi novia, Virginia bombeaba a Diana cada vez más bestialmente, la cual se tragaba mi polla.
A continuación, Virginia se tumbó boca arriba, inmediatamente Diana se puso encima de ella, y se clavó su verga, quedó empalada, tras un rato así, me puse yo por detrás, y tras lubricar un poco más el ano de mi novia, le metí mi miembro poco a poco por su culito, el cual no era extraño a estas penetraciones, le dimos un gran recital, la doble penetración la estaba reventando, pero a la vez le hacia gozar al máximo, se mostraba como una zorra necesitada de sexo, hasta que no pudo aguantar más y empezó a soltar líquidos, estaba extasiada, había recibido de lo suyo, estaba muy extenuada.
Después, cuando nos recuperamos un poco, me quedé con ganas de meterla en otro agujero, la travestí le empezó a dar a mi novia por el coño, yo agarré el culo de Virginia, el cual estaba mojadito y abierto, y con poca dificultad le metí mi polla, le estaba follando el culo a la vez que se tiraba a mi novia, los movimientos eran complicados, pero una vez cogido el ritmo era bastante placentero. Diana llegó a otro orgasmo, y nosotros estábamos próximos.
Diana se soltó, yo también, y nos pusimos de pie con Virginia al lado, mi novia se agachó, y empezó a chuparnos las pollas desenfrenadamente, por turnos, una mamada a cada uno, un lengüetazo a cada uno, hasta que empezó a pajearnos con las manos, lo que nos hizo acabar casi a la vez, le bañamos toda su cara, quedó como una autentica prostituta.
Al rato nos vestimos, la llevamos a donde la cogimos, y emprendimos en camino a casa.