Luego de ese encuentro cachondo con mi maestro, yo quede muy prendido ya que nunca había mamado un pene real y descubrí la calientísima hembra que llevo por dentro, pasaron los días y mi maestro me puso el 10 que me había prometido yo quede muy feliz por la calificación, y pensé que ya todo había terminado entre él y yo, pero como fueron pasando los días, en mi mente daba vueltas esa verga que tanto me había gustado del maestro, una tarde que salimos de clases recuerdo que era viernes nos topamos en el estacionamiento de la preparatoria él se me quedo mirando y yo a el (al bulto de su verga jajjaa) entonces me saludo.
Maestro: hola zorrita como has estado?
(yo bien ofrecida) Hola profe aquí extrañándolo como ve.
Maestro: Mmmmm muy bien yo también eh pensado en ti que te parece si vas a mi departamento por la noche y platicamos.
Me parece bien profe, pero llegaría después de las 11 de la noche porque voy a ir a una fiesta en la casa de un amigo no hay problema?
Maestro: por mi ninguno, solo te pido que te vayas vestido de nenita, quiero ver qué tal te vez.
Me sorprendió la respuesta pero ya estaba muy excitado, traía mi pantaleta bien mojada, aun que ya estaba acostumbrado a vestirme de mujercita nunca me había visto alguien, entonces acepte y nos quedamos de ver en su departamento después de las 11.
Se llego la hora de la fiesta y me fui a la casa de mis amigos, todo marchaba normal en la fiesta y conforme fueron pasando las horas yo bebí algunos tragos de vodka y ya traía calor en mi cuerpo sentía que me quemaba por dentro como si estuviera en brama, entonces dieron las 10 de la noche y decidí irme a mi casa para vestirme de mujercita e irme con mi profe.
Llegue a mi casa y estaban ya todos dormidos, rápido me metí a darme una ducha en mi cuarto, ya estaba depilado así que solo me empecé a maquillar, saque una tanga de hilo color rojo y un vestido de licra color rojo, me puse las zapatillas doradas y un collar grande dorado, me puse una peluca larga color castaño obscuro, estaba hecho toda una mujercita sexy, con ese vestido se me veían unas nalgotas bien frondosas, por ultimo me puse una gabardina de mujer larga y mi perfume, Salí sin hacer ruido ya eran cerca de la 1 de la madrugada, camine unas cuadras lejos de mi casa, lo bueno que está muy solo por donde vivo y así nadie me pudo ver, tome un taxi y me llevo al departamento del profe, le marque a su celular para que me abriera la puerta y cuando lo hiso entre y me quite la gabardina el quedo boquiabierto al verme vestido así el solo traía un bóxer de licra y le empezó a crecer el pene de solo verme y olerme.
Maestro: Estas muy provocativa hoy no te escapas que te desvirgue zorrita, porque eso es lo que eres una zorra en brama.
Yo no contesté, no supe que decir, solo me tomó de los hombros y me bajó a la altura de su cintura, al tiempo que se bajaba el boxer.
Vi su verga en plena erección, lo mire arrodillado como diciendo que no, que no quería, a lo que el profe dijo unas palabras que me excitaron y que no olvidaré.
– Chupala zorrita, yo sé que te gusta, que las putas como tu quieren satisfacer a un macho caliente. Trágatela toda…
Eso fue mi perdición. Abrí la boca, cerré los ojos y ese pedazo de carne entró . Ya no hubo vuelta atrás. Lo saboreé, lo lamí, entraba y salía de mi boca, sentía los suspiros del profe y no podía soltar esa hermosa verga de más o menos 18 cm. Así estuve no sé cuánto tiempo, hasta que él eyaculó en mi boca, ordenándome que no derramara su semen y me lo tragara. Allí me preguntó cuál era mi nombre. Demoré unos segundos en entender su pregunta, hasta que respondí:
-Andrea.
-Ahora Andrea vas a sentir lo que siente cualquier mujer y me llevó a su cuarto. Yo le dije que no, pero todo mi cuerpo estaba ya entregado, quería más, quería a ese hombre, quería ser suya definitivamente, que me cogiera bien rico.
El profe se sonrió mientras me ordenaba subir a la cama. Estaba toda desarreglada, se notaba que alguien habían hecho el amor y ahora era mi turno.
Maestro: ¡Quién lo hubiese dicho! . Tu hermana no quiere que se la meta por atrás y tú estás que te quemas porque te rompa el culo!
(coño yo no sabía que el profe se cogía a mi hermana, pero de lo caliente que estaba no hice mucho caso de su comentario)
En ese momento, agarró un bote de crema anal, se lo unto en sus dedos, me sacó la tanga, metió un dedo en mi orificio, luego dos y siguió masajeando un rato. Yo gemía de placer, mi pasividad era evidente y no pude ni me importó gritar.
– Por Dios, métemela ya, no aguantó más, quiero ser tuya.
El se rió, me miró de esa forma fanfarrona que detesto y me puso en cuatro patas, poco a poco fue entrando en mí. La sensación era indescriptible, única, entraba y salía, entraba y salía, yo mordía la almohada y no había imaginado en mi vida que se podía disfrutar tanto. Luego arrecio mas las embestidas sentía sus bolas como golpeaban mis nalgas, yo me excitaba mas y mas. Al cabo de un rato, acabó en mí, sintiendo como su leche caía en mis piernas….