Todo empezó cuando mi amiga me habló de un novio nuevo que tenía, «Juan»… Vi su perfil en Tuenti y me gustó, semanas despues cortaron y yo le pedí salir a Juan, un rubio de ojos verdes, con el pelo a lo Justin Bieber.. Era guapísimo, el, me dijo que si, después de peleas interminables quedamos un día en un parque con muchos árboles en los que la gente se besaba y nadie los veía. Quedamos a las 5 y el me dijo;
Hola Carlita, veo que has venido. Eh? pensaba que no ibas a venir – Dijo Juan riéndose.
– Claro que iba a venir, sabes que te quiero.
Empezamos a besarnos y la cosa se iba calentando, yo me iba poniendo más y más caliente, apretaba mis piernas y de vez en cuando soltaba un suave gemido, que, creo que nadie escuchó. Juan me dijo que si ibamos a su casa, que me invitaba a jugar a la Wii con su hermano Carlos, su hermano mellizo…
Al entrar a su casa el me dijo que si ibamos a su habitación, yo le dije que si. Al llegar el me dijo;
-Soy virgen, eres una persona especial, quiero hacerlo contigo..
-No lo se, me gustas mucho… – Dije yo un poco asustada…
-Bueno, vale…
Su hermano se fue con su novia y nos quedamos solos, me quitó mi pequeña falda y fue bajandome las bragas hasta los tobillos, yo, por verguenza, cerraba las piernas, el me besaba y me quitaba la camiseta con mi sostén pequeñito, cuando eso, pocos pechos tenía… Se bajó los pantalones y pude ver sus calzoncillos con su pene ya erecto, se quitó los calzoncillos y vi su pene, era grande para tener 18 años. Abrí las piernas y el me la metía suavemente mientras decía:
-Cuidado, soy virgen, me haces daño.
-Tranquila Carlita, no pasa nada…
Me la metía y sacaba, cada vez más fuerte, yo gemía suavemente, un pequeño ardor en mi chocho hacía que me pusiera más caliente solo decía;
Ahh, me gusta.. Sigue
Juan sonreía y a la vez gemía. Acabamos de follar y el me miró y dijo; Gracias, he perdido la virginidad con alguien que quiero.
Yo me fui a casa contenta, pensando en lo que había pasado. Un poco arrepentida y caliente, me fui a mi habitación y empecé a masturbarme suavemente mientras me metía un dedo en el chocho.
Aquí mi relato, muchas gracias.