Soy Susana-Fue en la primavera pasada… Tenía el tanque casi en la reserva y paré en una estación de servicio… Mientras tomaba un café se acercaron a mi dos chicos…un bocadito los dos.
Tendrían como mucho veinte años. Me preguntaron dónde iba y me pidieron que por favor los llevara hasta el centro. No suelo hacerlo nunca pero accedí. Uno se colocó a mi lado y el otro se sentó atrás. Durante el viaje apenas hablaron, sin embargo cuando faltaban unos treinta kilómetros para llegar, el de atrás me dijo que tenía una navaja y que debía obedecerles. Si no lo hacía me la iban a clavar… No se la vi pero la convicción del tono de su voz no me hizo dudar ni un momento… Fui siguiendo sus instrucciones y girando donde me ordenaban.
Cuando entramos en una calle de tierra, me mandaron manejar muy despacio.
Al llegar a un camino me indicaron que debía meterme por él. Debían conocer bastante bien la zona y me iban indicando por donde tenía que ir casi de memoria. A los pocos kilómetros estábamos dentro del bosque en un lugar completamente solitario. Allí me hicieron bajar del coche.
No había luna llena, pero casi, y se veía bastante bien. No hacía demasiado frío… Uno de ellos se situó a mi espalda. Inesperadamente me agarró de la camisa y tiró de ellas hacia atrás hasta la altura de los codos descubriendo los hombros. No se como, pero tensando la tela me apretaba los brazos y casi ni podía moverlos. Con el otro brazo me rodeó el cuello y me sujetaba con fuerza para que no hiciera nada mientras el otro revisaba mi coche.
Completamente pegado a mi espalda podía sentir como su verga se iba endureciendo al rozar mis nalgas y empecé a pensar que no se iban a conformar con quitarme todo lo que tuviera. La sola idea de que pudieran hacerme daño me puso la carne de gallina….
Cuando encontró el bolso lo sacó afuera. Vació todo encima del techo del coche y buscó dentro de la cartera. Contrariado le dijo al otro que había muy poco… Se fue guardando el dinero y todo lo que le gustó. Los cigarrillos, el encendedor, una agenda de direcciones de piel, el llavero de plata…
Autoritario me gritó: ¿Qué tenes en los bolsillos?, Vamos perra danos lo que tengas… Asustada no le contesté… Furioso me pegó un cachetazo… Luego me registraron. Después de vaciarme todos los bolsillos, me quitaron el reloj y el anillo. El que estaba frente a mi se fijó en una cadenita que llevaba. Al soltar el cierre me rozo levemente las tetas-un estremecimiento recorrio mi cuerpo-. Se guardó la gargantilla en el bolso y volvió a ponerse delante de mí.
Me miró directamente a los ojos y sonrió. Estaba asustada y un poco nerviosa. Suavemente y con tranquilidad empezó a acariciarme las tetas con las dos manos rodeando por completo… Nada más sentir sus manos intenté moverme pero el de atrás apretó con más fuerza mi cuello y me inmovilizó completamente… Me sujetó la cara con una mano y me enseñó la otra con la palma abierta, amenazando con darme una bofetada.Quedate quieta, ordenó seco y volvió a tomarme las tetas. Palpó curioso su perímetro y sopesó sus formas… Tiene buenas gomas le dijo al otro apretándomelas… Burlón jugó con su pulgar sobre uno de mis pezones.
Después de tocarme todo lo que quiso, colocó sus dedos en torno a los botones de mi cuello. Pensé que tiraría con brusquedad de la blusa y me la abriría de par en par rasgándomela entera como hacían en las películas. Sin embargo hizo todo lo contrario. Fue desabrochando de uno en uno los botones, recreándose en lo que hacia sin apartar ni un milímetro los ojos de lo que iba descubriendo. Cuando llegó a la cintura sacó los bordes de la blusa y la desabrochó por completo.
Con delicadeza fue abriendo sus bordes descubriendo mi pecho sin dejar de mirarme los pechos cubiertos aun por mi corpiño blanco… Que buenas tetas, exclamó, esto no son tetas… son pelotas de playa… Por la forma de mirarlas me hizo avergonzar de su tamaño…
Yo miraba asustada lo que me estaba haciendo y de vez en cuando observaba la expresión de su rostro. Su cara había cambiado… no tenía un gesto definido. Estaba tranquilo, sereno, con una media sonrisa… ahora no parecía violento ni agresivo…
Sin que me diera cuenta de cómo lo había hecho, me encontré con que había sacado una navaja. Apretó un botón y frente a mi rostro apreció brillante su hoja… Me miró a los ojos amenazante, pero no dijo nada. La apoyó en mi mejilla y fue rozándome con el filo… Me recorrió todo el rostro. Me la pasó entre mis labios. Instintivamente abrí un poco los labios. Se quedó mirando su filo. Abre la boca, me ordenó seco y tajante. Obedecí su orden.
Me mandó que sacara un poco la lengua y la fue pasando varias veces haciéndome lamer su filo y humedeciendo completamente su hoja. Ahora si estaba paralizada de miedo y me dejaba hacer sin atreverme siquiera a temblar… Luego fue descendiendo por el cuello hasta llegar a mis pechos. Contorneó con la navaja mis senos y la paseó varias veces por ellos… Jugó con la punta arañando mis pezones… Temí que me la clavase o que con una de sus travesuras me cortase… Luego metió la hoja por el canalillo de mis pechos e introdujo la punta bajo el corpiño. Giró la navaja hasta que el filo quedo contra la tela. Sentí el frío del metal entre mis tetas y un escalofrío me recorrió poniendo mi carne de gallina. De un movimiento seco cortó el corpiño por el medio. Mis pechos aun cubiertos dieron un pequeño salto.
Clavó su mirada en mi. Medio sonriendo fue bajando sus ojos hasta mis pechos. Enredando la punta de la navaja en una de las copas del corpiño, fue descubriendo mi busto. Sujetó el tirante entre sus dedos y lo cortó. La copa del corpiño quedó colgando.
Con él desnudo, paseó de nuevo el metal sobre mi piel. El pezón se recogió haciendo destacar un poco su punta. Repitió la operación despacio con el otro. Cuando estuve con los dos pechos al descubierto se quedó frente a mí contemplándolos fijamente sin moverse ni decir palabra…
Colocó la palma de la mano bajo uno de mis pechos y lo alzó para mostrárselo al otro…
– Mira que cacho de melones… Tanteó su peso y lo empujó hacia arriba… Sonrió mirando los saltitos que dio al caer…
No sé por qué, pero en vez de asustarme el verle actuar así me tranquilizó. No me daba miedo a que me la clavara o me fuese a hacer algo malo. Tenía claro que me estaba desnudando para violarme y lo aceptaba como algo que tenía que suceder de un momento a otro. Seguramente luego me lo haría su amigo, pero en vez de moverme, luchar o hacer algo, me dejaba hacer esperando pacientemente a que me cojieran de una vez.. El único miedo que tenía era que después de hacérmelo, me golpearan o me clavaran la navaja dejándome allí herida… Que me cojieran en sí, nunca me había importado demasiado,ya que los pendejos eran muy lindos… Y en el peor de los casos serían diez minutos de humillación…
Mi tranquilidad me sorprendió y empecé a pensar qué dirían si me estuviesen mirando,… si mi novio me viera así, en bolas, a punto de ser cojida y yo sin oponerme, sin gritar, sin decir ni una palabra, sin moverme…
Eran dos,… me tenían sujeta y no podía resistirme,… además tenían una navaja… Me parecieron simples excusas que contaría si tenía que explicarlo algún día. Si algún día tenía que contarlo,… aunque tampoco tenía por qué saberlo nadie…
Su mano me agarró apretándome en la nuca y me hizo inclinar la cabeza. Sin prisas fue bajando el cierre de su pantalón. Metió la mano dentro de su bragueta y con dificultad sacó su choto excitado y duro. Su tamaño no era descomunal, pero tampoco podía decirse que fuera normal… Me pareció grande y grueso, por lo menos comparándolo con lo que yo había visto.
Rodeó la verga con su mano y se la acarició delante de mí como si se masturbara mientras oprimía mi nuca para que no cambiara mi mirada de dirección. No hace falta que me sujetes… pensé, te obedezco yo sola… Mis ojos, atraídos como por un poderoso imán, no podían apartarse de su pija,era realmente hermosa… Sin decirme una palabra entendía qué es lo que me estaba diciendo y adivinaba su pensamiento. Vanidoso me mostraba su herramienta amenazándome, advirtiéndome con sus obscenos gestos lo que iba a hacerme y con qué iba a poseerme…
Cuando soltó mi cabeza, no dejé de mirar su pija… Él comenzó a desabrochar mi cinturón. Luego el botón y el cierre de los vaqueros. Entonces se agachó en cuclillas y fue tirando de los pantalones. Mientras me los bajaba muy despacio no dejaba de mirar mis piernas. Sabía que estaba disfrutando por anticipado del manjar que dentro de nada sería suyo. Me descalzó un pie y por él me sacó una pierna. Sin entender por qué volvió a ponerme el zapato e hizo lo mismo con la otra extremidad.
Me acarició por entero las piernas. Metiendo las manos en medio presionó un poco en los muslos. Me bastó su indicación y las abrí. Desde abajo miró sonriendo. Acariciándome fue subiendo hasta mi cintura. Se colocó de pie frente a mí y cada una de sus manos se apoderó de uno de mis pechos. La punta de su pija, ya húmeda, rozaba mi bikini.
Se dedicó a jugar con mis tetas tocándome una y otra vez, haciéndome sentir su sexo impaciente. Parecía disfrutar retrasando lo evidente,… torturándome sádicamente con la espera de lo que ya era indudable que me iba a hacer y que a esta altura yo ya estaba deseando. No… lo que estaba buscando era hacerme saber que era mi dueño, que podía hacerme lo que quisiera, que podía apoderarse completamente de mí, y que sólo me iba a coger cuando él quisiera, sólo cuando él quisiera…
Su mano bajó hasta mi entrepierna y por encima de la bikini palpó mi concha. No puedo negar que después de sentir su verga tan próxima a mí y sobre todo al notar su caricia estaba muy caliente. No sé el por qué, no debería estarlo, pero mis pezones y la humedad de mi argolla me delataban. Seguramente él se habría dado cuenta de ello y me pregunté qué pensaría de mí. Me la tocó entera y me masturbó por encima de la tela haciéndose el amo y señor de todos mis rincones.
Sin dejar de tocarme me preguntó si tenía novio….. No respondí. Tensó la mandíbula y sus dedos retorcieron la punta de mi pezón con firmeza arrancándome un quejido de dolor. Repitió tranquilamente la pregunta, como si antes no la hubiera hecho. Asentí que sí con la cabeza. El que me estaba sujetando se río. Él ni se inmutó. No dejábamos de mirarnos fijamente a los ojos. La presión sobre mi pezón había disminuido pero no lo soltaba. Esperaba sin saber el qué. Otra pregunta tal vez. Otra orden, no sé pero no podía apartarme de sus ojos ni podía evitar que sus dedos se fuesen haciendo más y más dueños de mi conchita. El que me sujetaba dijo algo así como que me iban a devolver algo usada a mi novio, no lo entendí bien y de nuevo volvió a reírse, pero él seguía sin moverse.
Por encima de la tela, sus dedos fueron subiendo entre el surco de mis labios alcanzando por primera vez mi clítoris… Creí que se iba a detener ahí, pero en vez de eso siguió subiendo hasta el ombligo acariciando mi vientre… Luego descendieron insinuantemente y separando la goma de mi bikini se metieron en su interior. Acarició el vello de mi sexo y sus dedos separaron los labios dejándome abierta. Milímetro a milímetro fue recorriendo el camino inverso hasta llegar a mi orto. Comenzaron a hacer el recorrido de regreso, pero deteniéndose por un segundo en mi agujero… Sin ninguna dificultad dos dedos entraron en mi… No pude evitar que un par de gemidos se escaparan nada más tocar mis partes más sensibles…
Dentro de mi cabeza empezaba a entablarse una confusa batalla… Por una lado me resistía o más bien debía resistirme a lo que me estaban haciendo,… debía luchar, mi mente me decía que debía enfrentarme a la excitación que me producían sus dedos… por otro la impaciencia me consumía… la escena me pareció súper morbosa y me encendía cada vez más… Mis ojos no dejaban de mirar ese pija turgente en la que destacaban sus venas hinchadas… mi piel quería esos dedos y no otros,… mi concha quería que se metieran dentro de ella, que su cabeza abriese mis labios a la fuerza… que mi entrada se dilatase al invadirme…
Estas mojada puta… Le oí decir burlón. Bruscamente sacó su mano. Olió sus dedos y luego los situó frente a mi cara. Olían a mí. Suavemente los apoyó en mis labios y los recorrió enteros… Fueron unas sensaciones electrizantes y mi sexo estaba respondiendo a ellas humedeciéndose más y más… Con la otra mano volvió a tomarme los pechos… Empujó los dedos introduciéndolos en mi boca para que los lamiera. Dentro de mí los hizo moverse en todas las direcciones.
Mientras me hacía esto, su mano pasaba de un pecho a otro sin cesar… Me los acariciaba… me los estrujaba con fuerza… los juntaba tratando de abarcar los dos en su palma… Seguía sintiendo como su pija rozaba mis muslos y se acercaba por encima de mi bikini a mi abertura. El hechizo de su verga hacía rezumar mi sexo sin que pudiera evitarlo…
Retiró sus dedos de mi boca con la misma suavidad que los había introducido… Con ellos mojados rodeó mis pezones… Nada más sentirlos, mi pecho se infló de placer aumentando el volumen de mis tetas… Mis pezones respondieron a esas especiales caricias afilándose como nunca… Su lengua los lamía… sus labios tiraban de ellos,… Su boca los comía con una maestría increíble y supe que me los iba a dejar llenos de chupones y marcas…
Agarró mis senos con las manos apretándolos y haciendo sobresalir sólo la copa de los pezones… Sus dientes los agarraban y tiraban de ellos arrastrando a todo el pecho… Cuando los tenía así de tensos, sólo sujetos por sus dientes, dejaba que la punta de su lengua los lamiera… Tenía los ojos medio cerrados y mi respiración se oía jadeante… Inesperadamente una de sus manos me agarró con fuerza la concha y presionó entre los labios. No sé si por lo fuerte o por lo inesperado de su movimiento, pero al sentirle gemí intensamente… Un espasmo de placer me hizo cerrar los ojos y las rodillas me temblaron…
En cuclillas me fue bajando la bikini descubriendo despacio mi concha. Agarrando mis muslos por detrás me empujó hasta tener mi sexo frente a él. Pude sentir su aliento. Su lengua húmeda subió insinuante por mi muslo y se paseó por los confines de mí concha empapada sin llegar a entrar en élla… Sus manos palpaban mis nalgas… Inesperadamente me mordió. Un trozó de mi carne quedó aprisionado entre sus dientes y grité. Podía causarme placer y dolor, podía ser suave y tierno o hacerme gritar. Siguió bajándome la bikini y me la quitó…. Luego con los dedos separó mis labios hasta hacer asomar tímidamente mi clítoris… La punta de su lengua saboreó mi botón varias veces haciéndome gemir….que placer por Dios.
Hubiera deseado que siguiese jugando con su boca en mi sexo… Arrogante enseñó mi bikini a su compañero y se las guardó en el bolso de la campera.
Ya estoy completamente desnuda, ahora es cuando me van a hacer de todo pensé. Otra vez luchaba dentro de mí… No podía aceptarlo, me negaba a ser ultrajada de esa forma, pero deseaba ardientemente ser garchada por ese guachito.. Volvió a situarse delante de mí y volvió a tocarme dejando deslizar sus dedos por la humedad de mi concha. Al notarlo tan húmedo sonrió. Esta mojada hasta las rodillas… le dijo a su compañero… ¿ Te gusta eh?… Sus dedos no paraban de moverse y mi respiración se iba agitando… ¿ Qué pasa tu novio no te sabe cojer o qué?… Abrite, me ordenó con tono despectivo… Separé las piernas de forma que los labios de mi sexo se abrieron aún más para él. Sin ningún problema introdujo de nuevo sus dedos haciéndome gemir más fuerte…
Se separó un poco para verme entera… Estás muy buena… Si yo fuera tu novio no dejaría de cogerte… Yo no dejaba de mirar su pija bien parada como la tenia… Sin saber por qué la queria adentro… Me sentía inquieta… Volvió a acercarse y a tocarme… Sus dedos jugaban conmigo como querían y cuando rodearon mi clítoris no pude contener un gemido de placer…Ahhhhhh…nooo…por favor.
-. Menuda almeja tenes… ¿Sabes que tenes concha de puta?… Tu novio se pondrá las botas con vos…
Él parecía satisfecho con lo que estaba haciendo… Cerré un poco las piernas reteniendo sus dedos donde más me gustaba… No se opuso y siguió jugando allí… Dejé reclinar mi cabeza sobre el hombro y cerré los ojos. Fui gimiendo suavemente cada vez que recibía sus caricias en mis zonas femeninas…
Mientras me acariciaba perdí la noción del tiempo y del lugar y casi ni les oía… Eso no me estaba pasando a mí… era como en uno de mis sueños eróticos,… yo estaba profundamente dormida y soñaba que un desconocido me estaba tocando a la fuerza las partes más íntimas causándome placer… Sin embargo aquello era real… Mi respiración entrecortada era real… Iban a cogerme y yo estaba disfrutando… Me dejaba tocar en todos los sitios,… mi cuerpo respondía como nunca a sus caricias,… mi deseo me resultaba extraño, pero muy fuerte… como nunca había sentido por ningún hombre.
Vas a hacer que esta perra acabe… dijo el de atrás. Está tan caliente que se muere de ganas, le respondió fanfarrón. Abrí los ojos. Sonreía. Su mirada estaba fija en mi, penetrante… Debía estar tan sorprendido como yo.
Está re caliente. Seguro que hace tiempo que no se la cogen… Volvió a decir el que me sujetaba. Sin dejar de manosearme preguntó si mi novio no me lo hacía, si era marica,… No le contestaba a nada… estaba entregada completamente a esos dedos que se movían hábilmente por mi sexo causándome más y más placer… Sin parar de tocarme respondió: «No creo que sea eso», y reafirmó moviendo la cabeza de un lado a otro… Metiéndome más adentro los dedos empujó con violencia… Me hizo daño, pero me gustó… Solo pude gemir….. Aquí le entra de todo… esta lo que necesita es una buena pija…
Hablaban de mí como si yo no estuviera, comentando lo dispuesta que parecía, las ganas que se me notaban, lo apetecible de mi cuerpo, lo que harían o dejarían de hacer con mi cuerpo si fuesen el boludo de mi novio… A medida que sus caricias me iban doblegando, sus comentarios iban siendo más fuertes, bueno, más que fuertes…
¿Te coge o no te coge bien la pija floja de tu novio?…¿ Crees que le importará si te echamos un buen polvo?. A lo mejor hasta me lo agradece… a una hembra como vos hay que tenerla bien cogida… y seguro que él solito no puede… La gracia les resultó simpática y empezaron a reírse… ¿ Te la mete muy a menudo?… Seguro que siempre te quedas con ganas de más… ¿Verdad que sí guacha?…
Muy seguro de sí mismo seguía moviendo los dedos dentro de mí… Su otra mano no paraba de jugar con mis pechos erizando mi piel… Por un momento miré como los recorría… Tenía los pezones completamente erguidos, como nunca me los había visto…
¿Verdad que este conejo se muere de ganas?… En cuanto te meta la pija vas a acabar como una perra… Me irritaba que hablaran de mí en ese tono, no paraba de fanfarronear con lo que me iba a hacer, dando por sentado que yo no solo no diría nada, sino que debía estarle agradecida… Iba a abusar de mí y encima como él decía, me estaba haciendo un favor… Según él era una insatisfecha y me bastaba ver una verga para morirme de deseo, buscaba ansiosamente calmar mi calentura,… Me trataban como a un simple objeto, como a una a chica de usar y tirar… pero tenían razón,… todo lo que decían eran verdad, lo estaba deseando… El de atrás se estaba riendo con los verdes comentarios de su amigo…
Antes de que pudiera decir nada, sus dedos acariciaron mi clítoris arrancándome otro suspiro de placer,… No pude contestar, no quería contestar… Yo seguía jadeando incapaz de ahogar mis gemidos… Si se está derritiendo la muy puta… Pegado a mi oreja el de atrás me preguntó con un murmullo lascivo cuánto tiempo hacía que no me ponían una buena verga… Contesta puta, dijo el otro con un tono entre rabioso y enfadado arrastrando las últimas letras. La única respuesta que era capaz de darles eran mis gemidos de placer, cada vez más profundos, cada vez más prolongados…
De repente sus dedos pellizcaron con fuerza mi clítoris. Me quejé pero en vez de ceder, lo que hizo fue retorcerlo hasta hacerme gritar de dolor. Nunca me habían hecho eso. Dolía horrores y me hacía encorvarme. No dejaba de hacerme daño y empecé a llorar… Podía matarme de dolor y podía causarme placer… era suya y me lo estaba recordando… Repitió de nuevo la pregunta sin dejar de hacerme un daño terrible… Contesté que sí me lo hacía… Pareció no oírme… Volví a repetir que sí me lo hacía… ¿Que te hace qué?…. Se acuesta conmigo, les dije entre sollozos… Otro pellizco aún con más fuerza.. Casi gritando les dije : – ¡¡¡Me coge por las noches!!!… Los dos se rieron… Vamos putita dinos cómo se acuesta con vos ese maricón… o ¿sos vos la que se lo coge?…
Humillada por el dolor les conté sollozando los detalles más íntimos… Empecé a contarles lo que me hacía y sólo entonces dejó de apretar tan fuerte… pero como si fuera una advertencia de que podía volver a hacerme gritar de dolor no soltó sus dedos sin darme un último pellizco… Temiendo defraudarlos y que volviese a hacerme daño les conté las historias que creí más excitantes… Les conté cómo me lo hacía en la bañera,… cómo le gustaba hacérmelo mientras veíamos un vídeo porno… Él estaba sonriendo y el de atrás no paraba de reírse mientras sacaba punta a todo lo que decía…
Así que el niño mete su pijita en tu conchita. ¿Eh?… Vamos segui, qué más te hace… Les dije que algunos días le gustaba penetrarme desde atrás poniéndome a cuatro patas… No jodas, ¡si hasta te cabalga y todo!… Los dos se rieron al tiempo… Y vos qué le haces… Con lo ninfómana que sos no estarás quieta ni un minuto… Seguro que nada más verle el bulto te abris de piernas… ¿Te gusta que te la meta?… ¡Contesta!… Sí… ¿ Se la toqueteas?… De nuevo risas… Sí… Debes ser una auténtica cerda…
Vamos… segui… ¿qué más le haces?…. No supe qué contestar… ya les había contado todo… Ya te lo dije no sé que mas queres oír, dije sollozando… No me contestes dijo en tono violento mientras agarraba mi cara con una mano… Mis labios quedaron entreabiertos… Me besó en la boca… tenes labios de puta… Menudas mamadas le tenes que hacer… No le contesté. ¿No me digas que no se la chupas?. Contesté la verdad, que no, que me daba asco… Esta vez ya no fueron risas, sino auténticas carcajadas. Soltala… Tranquilo, con el ansia de pija que arrastra no se va a echar a correr,… soltala… Poco convencido el que me sujetaba me soltó y quedé libre…
Ahora desnudate… Me quité a la vez la blusa y la chaqueta. El corpiño roto cayó a mis píes… Me sentí grotesca y ridícula en esa situación… Estaba en medio de un bosque totalmente desnuda ante dos hombres, quieta como un espantapájaros… y lo que más me molestaba, calada hasta lo más profundo de mí… Con la ropa de la mano sin saber qué hacer se la di al otro. Con desprecio la tiró hacia atrás.
Me hicieron permanecer así un buen rato mientras me miraban de arriba abajo y entre ellos hacían obscenos comentarios sobre mi cuerpo… Casi todos iban dirigidos al tamaño de mis pechos… Completamente desvestida, humillada por lo que les había contado, avergonzada por no haberme resistido al placer, seguí mirando en silencio al suelo y esperé sus órdenes soportando que me metieran mano de forma tan burda… Por primera vez sentí frío y rodeé mis pechos con los brazos para darme algo de calor. Bruscamente me los quitó. Quería verme así, absolutamente desnuda y preparada para cuando él quisiera tomarme.
Desde atrás el otro me agarró por primera vez los pechos… Buen par de melones… Sus manos parecían más robustas y me los apretó con fuerza… Mientras me sobaba entera delante de su compañero, entre mis nalgas volví a sentir su rígida verga, fuerte y aprisionada… Su cuerpo se pegó a mi espalda y metió una mano entre mis piernas. Rápidamente notó mi humedad… Si lo está deseando la muy puta… Esta mujer es una come pijas de cuidado… Oprimiendo mi sexo me obligó a ir aún más hacia atrás, hasta pegarme completamente a su cuerpo… Me metió los dedos y empezó a moverlos dentro… No tardó en hacerme jadear. Mírala cómo goza… Está caliente a tope… A esta no la cogieron en condiciones en su puta vida…
Volvió a arrimar su cara a mi oído y empezó a decirme guarradas en tono lascivo… Aún las recuerdo como si las estuviera oyendo ahora mismo… Tenes la concha empapada… Estás deseando que te coja… Estás más caliente que una perra en celo…¿Tenes ganas de pijas eh?… En cuanto te le meta vas a gozar de verdad… Tu concha va a saber lo que es un buen choto… Dominada por el placer separé las piernas un poco… Metió sus dedos aún más adentro… El gemido fue largo y prolongado… ¿Cómo sos tan zorra?…Cuando acabe de cogerte le vas a contar a tu novio lo que es joder de verdad… No te imaginas el pedazo de pija que te voy clavar… Te la voy a meter hasta que te salga por los ojos… Te voy empotrar hasta los huevos… Sus comentarios obscenos me excitaban aún más. El tono lascivo de su voz me hacía desear lo que me proponía… Estaba a punto de acabar…
Así que nunca te metieron una pija en la boca ¿eh?. No… contesté avergonzada mirando al suelo. Tranquila…. ahora vas a chupar una buena pija… Ponete en cuatro patas, como si te fuera a montar tu noviecito… En cuanto el otro me soltó obedecí de inmediato. Sabía que si me negaba me iba a dar lo mismo. Mis tetas quedaron colgando entre los brazos. Menuda yegua, no me extraña que se la coja por el culo .. ¡Está buenísima!…
Apoyó su mano en mis riñones impidiéndome avanzar, luego, palpó mis nalgas y fue recorriéndolas hasta encontrar el camino que le llevó a mi concha… En esa postura me hizo separar aún más las piernas… Ahora estaba completamente abierta… Adivinaba que tenía los ojos clavados en mi culo… Seguramente me estaría viendo los labios hinchados y brillantes por mis jugos… Tal vez su vergon ya estuviese fuera de los pantalones… Sabía que estaría tan turgente como el de su amigo… Supuse que a lo mejor quería entrar en mí en ese momento y me imaginé cogida por dos vergas a la vez… Al hacerlo un escalofrío de placer hizo palpitar mi concha y deseé que lo hicieran… Sin dejarme mover, me tocó por todos los sitios y tocó enérgicamente mi concha… Esta concha está pidiendo pija a gritos… Dejate de mariconadas y cogetela ya… Si no te la coges ahora mismo me la cojo yo… ( Si he de ser sincera en ese momento estuve a punto de pedirle que lo hicieran los dos juntos.. ) Eso luego,… tranquilo, antes se la va a tragar entera…
Veni aquí,… te voy a enseñar lo que es una buena mamada… Se agarró el choto y le hizo apuntar a mi rostro. Veni a comértela ya… Se desabrochó del todo los pantalones y se los bajó un poco. Sus testículos quedaron al aire y agarrándoselos los exhibió engreído delante mí… Les tengo cargados de leche y te vas a tragar hasta la última gota…
Gateé hasta ponerme justo enfrente de su sexo. No se molestó ni en acercarse. Tuve que incorporarme un poco para poder alcanzarlo y me senté sobre los talones. En esa postura agarró mis pechos y colocó en medio su pija. Buenas tetas para una paja… No sabía lo que era eso y me quedé quieta mirándole… Bruscamente me las hizo tomar con las manos y que se lo restregara con ellas. Vamos puta movelas… Suavemente empecé a moverlas con movimientos circulares… Su pija estaba caliente y su tacto me resultó agradable. No pude resistir la tentación y miré mis pechos. En medio de mis senos destacaba su roja cabezota aprisionada…que ganas de morderla..
Miré hacia arriba y vi en su rostro una expresión de placer… Me sentí tremendamente sexy y excitada por lo que estaba haciendo. Era capaz de proporcionarle placer con mi cuerpo… me sentí orgullosa como mujer… A medida que jugaba con su pija entre mis tetas, fue dejando un rastro de humedad… Él me estaba utilizando… estaba abusando de mí y sin embargo al tiempo estaba sometido a mis caricias… .
Luego me lo frotó por toda la cara. Mientras me lo hacía de nuevo me sentí completamente sometida. Dejó que su punta se paseara varias veces por la comisura de mis labios antes de ordenarme secamente que se lo chupara. Rodeé su verga con la mano y resignada pero al tiempo impaciente me la metí en la boca… La sentí grande y dura entre mis labios… Comencé a succionar como había visto hacer en las películas. Enseguida noté la suavidad de su cabeza en mi lengua… Su sabor me pareció fuerte y viril… Su dureza me indicaba que estaba excitado, muy excitado…
Con las dos manos agarró mi cabeza dirigiendo mis movimientos. Luego retiró la mía de su pija y me hizo chuparle sus huevos… Vení zorra lamelos… Subyugada obedecí sus órdenes y dejé que mi lengua los recorriera enteros…. Luego agarró mi cara y me hizo abrir los labios. Volvió a empujar metiéndola entera. Entre jadeos movía su cadera empujando su pija dentro de mi boca como si me estuviera penetrando… Vamos puta comemela entera gritaba con la respiración entrecortada y cada vez me lo hacía meter más adentro… Yo aceptaba sus envites gozando al sentirla en mi boca, gozando con lo que nunca me habían hecho y constantemente soñaba en mis fantasías secretas… Cerré los ojos y me entregué concienzudamente a lo que estaba haciendo…
El otro se puso a un lado para verlo… Vamos que no tiene hambre esta, y eso que no la gustaba… dijo riéndose… Te va a dejar seco… Mira cómo le bailan las tetas… Era verdad, mis pechos colgaban de un lado a otro al ritmo de sus movimientos…
Por un momento la sacó de mi boca… Mis labios la buscaron ansiosos… Volví a sujetarla con mis manos… Chupa… chupa biberón… No me importaba que se riese así de mí, estaba disfrutando con lo que hacía… Su sabor se iba haciendo más y más fuerte…
Voy a acabar en tu puta boca… Por su agitación adiviné que no tardaría en hacerlo… Ordéñamela hasta la última gota… Cuando acabó sentí brotar con fuerza su leche inundando mi boca. Cada espasmo iba acompañado de un chorro que me llenaba. Tuve que hacer auténticos esfuerzos para tragarlo y no ahogarme… Una de las veces, al retirarse se salió de mi boca y uno de sus chorros salpicó mi cara. Rápido volvió a metérmela y siguió moviéndose como antes… Sentía resbalar el semen por mi mandíbula mientras se la chupaba… Una gota calló sobre mi pecho… Estaba caliente y me gustó sentirlo ahí… Se movía frenéticamente y mi sexo olvidado ardía de deseos… No me dejo retirar la cabeza hasta que hubo acabado por completo… Solo entonces permitió que sacara su chota… Una arcada casi me hizo vomitar… El otro empezó a reírse al verlo… Me había olvidado de que eran dos y de que el segundo reclamaría mi cuerpo…
Me quedé de rodillas y escupí los últimos restos de semen pero no pude quitarme su sabor. Me pasé el dorso de la mano por mis labios para limpiarme la boca… El otro estaba apoyado en el coche, sin perder detalle y fumando tranquilamente un cigarro. Un tremendo bulto destacaba en sus pantalones…
Levantate y veni aca, me ordenó impaciente… Me quedé mirando al que acababa de disfrutar de mí y no me moví. Tranquilamente se estaba guardando la pija. Esperaba más que sus ordenes su permiso. De dos pasos se plantó a mi espalda. Me agarró del pelo y me hizo levantar a la fuerza. Literalmente me arrastró hasta el coche y me tiró de bruces sobre el capó. Me hizo daño y sorprendida por su brutalidad intenté darme la vuelta. No entendía el por qué actuaba así… Si sabía que me iba a poder tomar como quisiera… Asustada traté de levantarme, pero él se tiró encima de mí inmovilizándome… Para que no me moviera me empujaba la espalda aplastando mis tetas contra el coche. El frío del metal hizo endurecer mis pezones.
Me entró un pánico tremendo y empecé a patalear y a mover los brazos tratando de liberarme. Sujetala, me la voy a pasar por la piedra ahora mismo, ordenó a su amigo. El primero me agarró de las muñecas y tiró de mis brazos hacia adelante sujetándome… Al ceder la presión sobre mi espalda giré la cabeza para ver qué hacía… Aún tenía el cigarro en los labios… Se había bajado los pantalones y su pijazo, más grande que el de su amigo ya estaba preparado para cogerme bien cogida. Con su rodilla me separó un poco mi pierna y se colocó en medio… Me palpó primero con la mano y metió un dedo con brusquedad… Me quejé… Callate zorra, me ordenó casi gritando… Acercó su pija a mi entrada… No paraba de moverme y me resistía como podía… No acertaba a entrar en mí y empezó a insultarme y a decir palabrotas…
Seguí luchando como pude. Agarrame a esta puta y que esté quieta… De repente el que me sujetaba las muñecas me dio un bofetón. El golpe sonó seco… La cabeza fue de un lado a otro. Por unos instantes me quedé completamente aturdida. La mejilla me ardía y me zumbaba el oído… Quedate quieta o te reviento… El golpe me sorprendió y me quedé rígida incapaz de reaccionar…
Volvió a ponerse en medio de mis piernas y las acomodó a su antojo. Ahora verás lo que es una buena pija… Con increíble maestría lo colocó en mi entrada y empujó violentamente metiéndome su choto hasta la mitad. Me hizo un daño terrible. Al sentirla adentro arqueé mi cuerpo. Chillé de dolor abriendo la boca y cerrando los ojos… ¡No grites puta!… Furioso me dio un fuerte azote en el culo… Con lo caliente que estás no te hagas ahora la estrecha… Se retiró un poco y volvió a empujarme. Empecé a llorar suplicándole que no me hiciera daño…
¡Que te calles puta! Gritó mientras volvía a intentar meterme toda su enorme pija… Al hacerlo, su cigarro cayó rodando sobre mi espalda… Rápido lo tomo… dio una última pitada y lo apagó en mis nalgas dejándome marcada…
El dolor hizo tensar mi cuerpo y mi ay debió de oírse desde lejos… solo conseguí otra sonora bofetada… Llorando le supliqué que no me hiciera más daño, pero él sin hacerme caso siguió dándome empujones… Su pija me golpeaba una y otra vez, haciéndome chillar cada vez más fuerte… Estaba cerrada por el miedo y el dolor y no conseguía metérmela entera…
El daño hacía que me retirase un poco tratando de escapar del dolor… ¡Quedate quieta de una puta vez! Me gritó con la pija a medio meter y empezó otra vez a darme azotes en el culo. No paraba de llorar y él no dejaba de golpearme haciéndome daño… Estaba tan furioso que parecía un loco fuera de sí… La sacó casi toda y se detuvo un momento. Con los dedos me agarró los labios de la concha y tirando enérgicamente de ellos me abrió a la fuerza. Empujó con todas sus ganas consiguiendo al fin metérmela entera… El dolor fue aún más punzante… Todo mi cuerpo se puso rígido y un agudo alarido se escapó de mi garganta… Creí que me había roto al medio… me sentí traspasada por completo… nunca me habían entrado tan profundamente…
Empezó a penetrarme violentamente, como si tuviera prisa… Entraba en mí desgarrándome y haciéndome gemir… Mi sexo me quemaba, y él seguía dándome salvajemente… En cada embestida sentía sus huevos golpeando mi entrada… Con los ojos llenos de lágrimas miraba suplicante al que me sujetaba. El dolor me impedía pronunciar cualquier cosa que no fueran gimoteos.
No te la cojas así que le vas a reventar la concha… le dijo el otro… No le hizo caso y siguió empujando como una bestia… Sus dedos se clavaban como garras en mis maltratadas nalgas arañándome, mientras me incrustaba una y otra vez toda su pija… Entrecortado dijo que cuando acabara de cogerme no iba a poder coger en un mes… Tuve la sensación de que sería verdad… Su amigo tenía razón, la forma tan salvaje de poseerme me estaba destrozando la concha.
Me empujaba tan fuerte que me levantaba con cada embestida… Su pene me llenaba completamente.
No sé cómo pero poco a poco el dolor se fue mezclando con el placer… La sensación era extraña pero maravillosa… Por mi cabeza empezaron a pasar palabras como ensartada,… atravesada,… agujereada,… perforada,… taladrada,… Por primera vez entendí su significado y la imagen me pareció fascinante. No dejaba de llorar pero estaba gimiendo con cada uno de sus golpes.
Al rato me poseía por completo y mi argolla dilatada a la fuerza, la recibía ansioso… Con cada golpe, sorprendentes escalofríos corrían por mi espalda desde mi entrepierna hasta la nuca… Mi respiración se agitaba más y más y mis caderas se acompasaban a sus embestidas buscando sin ningún pudor que me entrara más y más…
La presión sobre mis muñecas fue cediendo y solté una de ellas… antes de que volviera a agarrarlas, me la introduje entre las piernas y acaricié mi clítoris… estaba muy excitada… Apoyé la mejilla en el capó y cerré los ojos… Tenía la boca entreabierta y jadeaba escandalosamente… Seguro de que no haría nada me soltó la otra mano… Rápida agarré una de las suyas y me la llevé ansiosa a mis pechos… No podía controlar mi cuerpo… Mi único pensamiento era atrapar más y más placer…
Vaya,… parece que a esta puta le está gustando… Ya te dije que tenía ganas de un buen polvo… Te está cogiendo entera… ¿eh?… Empujando violentamente hasta metérmela del todo preguntó si estaba disfrutando… Sin ningún sonrojo contesté que sí… Los dos se rieron… ¿Te coge bien mi pija?… Casi en un susurro volví a contestarle que sí… Sádicamene se retiró casi por completo de mí y la dejó a la entrada… Mi sexo avanzó buscándola… Mira esta zorra como mueve la almeja… ¿Queres que te le siga metiendo eh?… Sí… Otra vez se paró… ¿De verdad que te gusta?… Sí… ¿Y como se piden las cosas?… No se lo hagas desear tanto,… Cogetela de una vez… no seas gil… Se echó a reír y le hizo caso a su amigo… Estaba a punto de pedirle por favor que siguiera… Inmediatamente volví a jadear… ¿Te gusta más esto que la pijita de tu novio? Sí… Me daba vergüenza reconocerlo, pero era verdad, su enorme y descomunal pija me proporcionaba más placer que la de mi novio y cada vez que me la metía sentía llegar el orgasmo…
Cuando acabe empecé a chillar de placer… Habitualmente me da vergüenza hacerlo, incluso delante de mi pareja,… Al oírme, mi voz me resultó extraña… Literalmente me estaba retorciendo de gusto y apretaba con fuerza los dientes intentando retener el placer… Me estaba volviendo loca… Los orgasmos se sucedían uno tras otro… Creí que no se iba a detener jamás… Nunca los había tenido tan fuertes ni tan prolongados… Casi no podía ni respirar… Los espasmos de placer eran alucinantes… Me estaba matando y no podía más… Le pedí varias veces que por favor se parase, que me estaba reventando, pero él no paraba de penetrarme tan ansioso como al principio… Parecía que tenía miedo de que nos fuesen a sorprender en cualquier momento y se acabase su diversión…
Repentinamente la sacó… tenes un culo de puta madre… Te voy a encular….. Jamás había oído esa palabra, pero adiviné perfectamente su significado… Sabía que iba a dolerme y lo acepté… Ni siquiera me moví… Me sentía su esclava y esperé resignada a que centímetro a centímetro me la fuese metiendo…
Sin apenas dejarme recuperar el aliento, sentí como sus fuertes manos separaban mis doloridas nalgas abriéndome… Noté el fuerte salivazo en mi entrada…. luego la punta de su pija en mi orto… Decididamente su pija fue entrando en mí… Siempre que habíamos intentado hacerlo por ahí habíamos tenido que dejarlo porque no soportaba el daño… En ese sentido podía decirse que aún era virgen por detrás…
Sin embargo no me dolió tanto como yo esperaba… De nuevo una sensación extraña se apoderó de mí… De nuevo una peculiar mezcla de dolor y placer se fue adueñando de mí… Volvió a penetrarme tan fuerte como había hecho antes… Mi cuerpo se acostumbró rápidamente a su presencia y de nuevo me oí gemir con cada una de sus embestidas… Pero esta vez no era yo sola quien gemía, sus jadeos se iban uniendo a los míos…
El otro mientras tanto se estaba masturbando viendo como su amigo me cogia salvajemente… Debía de excitarle horrores verlo… Los movimientos de su mano eran frenéticos…
Me estuvo dando por el culo un rato, apretando cada vez más hasta que por fin sus empujones se volvieron cada vez más secos y potentes… Sujetándome por las caderas evitaba que sus movimientos me llevaran hacia adelante escapando de sus embestidas y me la metía hasta hacer chocar sus huevos contra mi concha… Sentí como pequeñas convulsiones y supe que iba a acabar… La notaba avanzar gruesa y tremendamente dura… Sentí su líquido caliente en mi interior… Fue una sensación sorprendente y sumamente placentera…Me habia llenado el culo de leche caliente.
Cuando se quedó satisfecho se retiró bruscamente de mí. Me costaba trabajo respirar y jadeante conseguí darme la vuelta. Quedé tumbada boca arriba sobre el capó, con los brazos en cruz y espatarrada completamente. Estaba extenuada y no podía ni moverme… Aun tenía la sensación de que su pija estaba dentro de mí y de vez en cuando pequeñas convulsiones de placer agitaban mi cuerpo… Me encontraba completamente destrozada… Me dolía el culo y mi concha estaba irritada, pero si en ese momento hubieran vuelto a cogerme tampoco me hubiera resistido… Pensé que si aparecía alguien más no me importaría que volviesen a cogerme… aunque supongo que estando así no sería una violación…
En ese momento el otro se subió encima del capó y colocó mi cabeza entre sus piernas… Nada más abrir los ojos vi que lo tenía justo encima de mí… Su mano se movía muy rápida y comenzó a gemir anunciando su orgasmo… Acercó su miembro a mis labios… A-bre la bo-ca putaaa… Me dijo casi sin poder articular palabra. Obedecí de inmediato y abrí la boca esperando sumisa su penetración, pero su grado de excitación era tal que se derramó antes de llegar a introducirla… Me salpicó toda la cara y me dejó toda manchada de semen pero no me importó… Ni siquiera me molesté en limpiarme… Cuando se vació completamente aún le colgaban restos de semen… Hizo que cayeran en mi boca y me obligó a limpiarle su pija ya fofa… Su mano se le había manchado y la frotó en mis pechos… Seguí inmóvil en la misma postura esperando que hicieran conmigo lo que quisieran, era incapaz de resistirme a nada…
Encendieron un cigarro y me ofrecieron uno… Con la cabeza dije que no… Ignorándome se pusieron a hablar entre ellos de lo divertido que había sido lo que me habían hecho… Los comentarios eran groseramente machistas… Cerré los ojos y dejé que un placentero sopor se apoderase de mí… Sentía resbalar el semen por mi cara mientras les oía sin prestarles ninguna atención… Cuando acabaron de fumar se quedaron mirándome…
Sin mediar palabra, el que me había cogido en segundo lugar se acercó a mí. Se bajó el cierre y apuntó con su pija… Pensé que iban a volver a empezar… Un potente chorro salió disparado hacia mi concha. Al sentirlo me incorporé un poco y entonces su meada se dirigió a mis tetas….
Riéndose a carcajadas su amigo quiso imitarle… En el colmo de las humillaciones tuve que soportar que los dos se mearan sobre mi cuerpo…
Luego me ordenaron que me vistiera y me tiraron la ropa encima… Casi no podía ni moverme…
Durante el viaje me amenazaron con ir a por mí si se me ocurría denunciarles, y me hicieron jurar que no lo haría… Nada más llegar a la entrada de la ciudad buscaron una calle oscura. Uno de ellos se bajó conmigo volviendo a amenazarme de mil formas… mira que te seguimos cogiendo ehhh..!! -Que ganas de decirle,que siguieran para siempre ,de esas dos pijas no iba a olvidarme en mi vida.
COMO ME GUSTA COJER DE A TRES,SI ALGUIEN SE ANIMA SOLO DEBEN ESCRIBIRME.
Ahhh…deberan ser de Argentina ,soy de alli.